La "maleza" nos oculta demasiadas cosas...este comentario de un amigo esta mañana me ha hecho reflexionar sobre este tiempo actual que estamos viviendo en la cosa pública, llamada política. Hace unos días, otro comentario me aconsejó leer algunos capítulos de un libro que trata sobre si se está produciendo el fin de la era de los partidos y me invitaba a que tratara de profundizar en mi blog sobre la banalización de la política.
Mira por donde, los últimos acontecimientos con sentencia incluida y moción de censura registrada, están muy relacionados con lo que venía leyendo en éstos últimos días. Nada ocurre de la noche a la mañana, hay señales que tiempo atrás vienen advirtiendo de que las situaciones políticas en el ámbito de las sociedades actuales están variando y que estos cambios tendrán consecuencias. Creo que será así y fundamentalmente para las dos grandes organizaciones políticas tradicionales de nuestro país.
La distancia de los partidos con la ciudadanía se hace cada vez más grande y el divorcio se hace cada vez más patente. A los actos de los partidos sólo asisten los militantes y apenas algunos simpatizantes por cuestiones familiares y relaciones de amistad o simplemente porque no tienen otra cosa que hacer. Cuestión muy preocupante, que debería ser una prioridad el analizar a qué nos lleva una situación así y poner las bases para cambiarlo lo más rápido posible, antes de que sea demasiado tarde.
Ese distanciamiento de los ciudadanos se comprueba cuando éstos se quedan en casa y como mucho ven y escuchan de la política a través de los medios de comunicación. Aquí también radica un nivel de comunicación bajo, porque la política en muchos de estos medios ha pasado a convertirse en un espectáculo del descrédito. Es donde adquiere el mayor grado de banalización y de desinterés, pasando a convertirse en debates falsos hasta el punto de vaciarlos de contenido y de ejemplos de desorientación, produciendo síntomas en los que el político se acomoda en su discurso y el ciudadano bosteza.
En estos síntomas, quizás también tengan que ver las encuestas y sus datos. Se podría decir que de alguna manera, lo que dirige las políticas de los partidos son los resultados de las encuestas. Podríamos definir la situación como si realmente quienes gobernaran fueran las encuestas.
Recuperemos para la política el protagonismo y la confianza de los ciudadanos o no seremos capaces de recomponer la relación e identidad que siempre caracterizó y diferenció al espacio público que compartimos, al espacio desde el cual se puede y se debe recuperar el sentido de la política.
José Múgica decía..."hay gente que adora la plata y se mete en la política...si adora tanto la plata que se meta en el comercio, en la industria, que haga lo que quiera, no es pecado...pero la política es servirle a la gente"...y este es el verdadero sentido e identidad de la política: servirle a la gente.
Recuperemos para la política el protagonismo y la confianza de los ciudadanos o no seremos capaces de recomponer la relación e identidad que siempre caracterizó y diferenció al espacio público que compartimos, al espacio desde el cual se puede y se debe recuperar el sentido de la política.
José Múgica decía..."hay gente que adora la plata y se mete en la política...si adora tanto la plata que se meta en el comercio, en la industria, que haga lo que quiera, no es pecado...pero la política es servirle a la gente"...y este es el verdadero sentido e identidad de la política: servirle a la gente.