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domingo, 13 de julio de 2025

Hasta dónde llegarán....

Ha salido más vivo que cuando entró....es un mensaje que he escuchado en un medio de comunicación a raíz del último pleno celebrado en esta semana en el Congreso de los Diputados. Había muchas expectativas puestas por todo el mundo en lo que sucedería en el Congreso. Es como si se tratara de una cuestión de confianza pero sin votarla. Creo que algo de ello hubo a lo largo del debate. El Presidente del Gobierno presentó un total de 15 medidas de lucha contra la corrupción con el apoyo fundamental del otro partido que conforma el Gobierno y hubo también apoyo por los mismos partidos que apoyaron la moción de censura. Había que escuchar muchos toques por  estos grupos que apoyan al Gobierno porque ellos también se la están jugando. Y había que escuchar lo que proponía el principal partido de la oposición y su líder. Por varias razones los partidos que apoyaron la moción de censura contra Rajoy siguen en su posición y en su interés que les pesa y mucho para no dejar de apoyar.

A veces en los debates del Congreso se habla de todo menos de lo que se propone. Esto al final se convierte en un problema, porque la ciudadanía se termina cansando de lo de siempre. El "y tú más". Debates broncos donde lo que se hace es discutir y no debatir. Donde en muchas ocasiones se habla de los problemas de unos y de otros, pero poco de los problemas que tenemos los ciudadanos. Podría decirse que se trata de eso. De romper y descalificar al adversario o enemigo, porque al final el término da igual por la bronca permanente. Y algo mucho de esto pasó en uno de los plenos más importantes de los últimos tiempos. Se trataba de hablar, de proponer ideas y medidas para luchar contra la corrupción, a la que se reconoce como una de las mayores lacras que enfrentan las sociedades democráticas.

Y quien aspira a ser algún día Presidente de nuestro país perdió los papeles y la oportunidad de haber tenido sentido de Estado. No habló de las medidas contra la corrupción. No presentó ninguna alternativa a las que presentó el Presidente Sánchez. Su discurso fue un ejemplo de frentismo y de fomentar la bronca. Perdió una gran oportunidad de poder consolidar una posición, no ante los suyos, sino ante todos los ciudadanos que pudimos ver y escuchar su intervención. Justificó su intervención contra los distintos grupos que siguen apoyando al Gobierno y el porqué éstos no apoyarían una moción. Porque son en debates de este calado donde aun perdiendo se puede llegar a ganar, porque se contrasta el sentido y la profundidad de quien aspira algún día a presidir este país. Y alguien me podrá decir al leer este párrafo que no soy objetivo, pero uno de los mejores argumentos que sigue teniendo el PSOE para seguir en el poder no sólo es su política social, sino quien lidera la alternativa de algún día ser el Presidente de nuestro país.

Lamentablemente no es la primera vez que una intervención donde se debería de hablar exclusivamente de política se traslada al terreno personal y de la dignidad de la persona. Es una consecuencia de hablar como si se tratara de la normalidad cuando es todo lo contrario. Qué peligroso es asaltar la privacidad de la persona, porque después de ello, qué es lo que queda?. Ya no nos detenemos en reflexionar porqué los políticos siguen siendo valorados como un problema en las encuestas y en la calle. El peligro está en cuando pasa todo eso y lo asumimos sin más. Es una consecuencia de no haber aprendido nada o de que da igual. Porque sabiendo que eso pasa, la cuestión es porqué dejan que siga pasando. Porque la política va de proponer ideas y construir alternativas. Sí, ideas y alternativas para encontrar soluciones y no seguir siendo un problema.

domingo, 6 de julio de 2025

Pragmatismo y unanimidad....

El pragmatismo de los cuadros dirigentes en las organizaciones políticas podría estar convirtiéndose en una fórmula como argumento del silencio y de no querer reconocer la necesidad de tomar decisiones porque éstas, así como todos los cambios que comportan, podrían llevarlos a tener que afrontar riesgos. Se viene escuchando desde hace tiempo aquello de en tiempos complicados lo mejor es la prudencia y el no hacer nada por ahora. Y ello termina convirtiéndose en un dejar pasar el tiempo y al final no se hace nada. No es nuevo. Es algo que se viene practicando desde hace tiempo, porque los aparatos políticos imponen un relato para justificar que es mejor normalizar determinadas actuaciones que provocar un cambio. Porque este cambio podría suponer un riesgo y una pérdida de influencia de aquellos que mantienen el poder. El pragmatismo se convierte de esta forma en una manera de estar en silencio argumentando el adaptarse a las necesidades cambiantes de la sociedad, aunque el precio a pagar sea el de aquella famosa frase de los principios y ello lleve entre otras consecuencias a la pérdida de identidad ideológica y de una falta de coherencia en la acción política. 

"Venceréis, pero no convenceréis"...la famosa frase de Miguel de Unamuno pronunciada en el paraninfo de la Universidad de Salamanca jugándose el tipo. Porque una cosa es vencer y otra convencer. Convencer significa persuadir. Y para persuadir hay que tener razones y no es la razón de la fuerza la que convence, sino la fuerza de la razón. No hace mucho volví a escuchar estas palabras en un Congreso del PSOE. Y que poco hablamos de todo ello porque aparte de que nos escuchamos poco, también cada vez nos leemos menos. Hay quien dice que hay que plantar batalla donde se habla. Hay quien cree que se habla a través de las redes sociales. Y no hay debate en grupos de las redes de todos los colores, donde no haya descalificaciones. Yo pienso que en las redes no se habla. Se habla en otros espacios y sobre todo se habla cuando la persona o personas tienen la oportunidad de hablar mirando a los ojos y respetándose.

Cuando hay situaciones complejas y hay una convulsión en la calle, nos podríamos preguntar si la unanimidad es la fortaleza para que se visualice el argumento de que salimos más fuertes y más unidos. Porque lo de fuertes y unidos debe ser no una sola demostración de intenciones de una declaración. Porque debemos ser capaces de cambiar el ser el problema y convertirnos en ser la solución. La cuestión a todo ello es cómo vamos a ser capaces de cambiar todo esto, si no conseguimos que la ciudadanía note que se ha cambiado realmente y no ha sido cambiar algo para que todo siga igual. Era difícil que salieran otros argumentos en el Comité Federal del PSOE celebrado en estos días, por lo que he escuchado y leído por distintos medios. Como también era inverosímil que hubiera un gran cambio que realmente pueda producir un nuevo espacio para convencer de que empieza un nuevo partido.

Es posible que todos y todas estemos hoy como sociedad más dependientes por lo que aparece en los medios y en esa pluralidad que nos termina contaminando por la diversidad de opiniones. Cada vez hay menos independencia en todos los ámbitos. El fortalecimiento de las Organizaciones hace algunos años estaba en la fuerza de sus militantes, en su trabajo y esfuerzo diario. Podría ser una militancia con menos recursos, pero había mucho más compromiso. Hoy existe una centralización de poder y un excesivo personalismo en el líder, con poco peso de las estructuras intermedias. Y en todo esto que está pasando a veces se confunde el sentido de ser leal con ser honesto, porque nadie discute la razón de ser parte de la confianza del líder y formar parte de su núcleo más cercano. Quizás hasta puede ser que también mi reflexión tenga relación con lo que dice Fito en una de sus canciones "no sé si el mundo está al revés o soy yo quien está cabeza abajo"....