En su día y también quizás hoy, se decía que cuando sucedían cosas que no se les encontraba el nombre adecuado, se les denominaba o se les identificaba como cosas raras. La relación con lo que puede llegar a estar sucediendo o coincidiendo durante éstos días, tiene su argumento en lo que antes no éramos capaces de identificar o definir.
Son cosas raras lo que ha sucedido en la Asamblea de Extremadura, cuando IU se convierte nuevamente en la izquierda que tanto le gusta a la derecha; son cosas raras, que coincidan en solicitar-exigir adelanto electoral la derecha y el periódico más próximo al PSOE; son cosas raras que el Presidente Monago -joer, como me cuesta-, haya convertido la ubicación de los parlamentarios en el hemiciclo, como un problema que se ha convertido en objetivo prioritario a resolver...cosas raras, cuando habíamos escuchado que el principal problema era el desempleo.
Estas cosas raras cada vez desprestigian más la política. Estas cosas raras cada vez consiguen alejar más a los políticos de la realidad de los problemas de los ciudadanos. Estas cosas y su estratégica permanencia periódica ejerce su cierta influencia en la sociedad y van consiguiendo su objetivo.
Estas "cosas no tan raras", provocan en la ciudadanía cada vez mayor indignación y rechazo. Sería muy conveniente que les prestáramos más atención y coincidiéramos con la respuesta que suele aplicar la gente corriente: el verdadero sentido común. Cuanto antes, mejor.
Seguro que sabes Anselmo, que el sentido común es el menos común de todos los sentidos,debe ser por eso que se utiliza poco y muchos políticos ni lo conocen.
ResponderEliminarDe acuerdo en todo lo que dices, esas "cosas raras" dan mucho que pensar.Esperemos que no sean "calentones" de verano.
aprovecho para mandarte dos besos... o tres....
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