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domingo, 13 de abril de 2025

Y nuestra ciudad, porqué no?

En alguna ocasión he escrito sobre algunas experiencias dentro del Casco Antiguo de nuestra ciudad, Badajoz. Siempre recordaré lo que tan acertadamente escribió una gran periodista. Miriam Fernández de la Rua decía que hay dos cascos antiguos en Badajoz. Uno que se enseña, se pasea, se disfruta y se exhibe en los folletos turísticos y se fotografía para mostrarlo al mundo. Y después hay otro casco antiguo, el que está fuera del circuito administrativo, comercial, turístico y de ocio que saca los colores, que se evita y no se enseña. Un día me encontraba paseando en la cercanía de la Plaza de la Soledad y observé un grupo de turistas con una guía. Me acerqué para escuchar y conocer. Hubo un momento en que una de las personas le preguntó a la guía por esas calles que nacen en esa Plaza y que llegan hasta la Plaza de España, Calle San Juan o alrededores de la Plaza Alta. La mayoría de las casas fueron locales comerciales, pero hoy se encuentran cerrados. Muchos. Calles peatonales, como la calle Virgen de la Soledad de unos 150 metros de larga, donde hace poco conté más de 200 baldosas rotas o que bailan al paso. Calles donde hace algunos años había vida, de gente que paseaban, compraban y disfrutaban. Disfrutaban y sentían con unas calles con mucha historia. Unas casas con fachadas para fotografiar y hoy en varios casos observamos que están reforzadas sus fachadas ante un riesgo de derrumbe que se agrava con las lluvias. Hay muchos ejemplos y las denuncias de vecinos y asociaciones así lo confirman. Los que están a pie de calle, o eso dicen, deberían gastar más suela de zapato y menos culera en el sillón, como me dice un amigo.

Me preocupa nuestra ciudad. Porque toda esa zona necesita tener más paso de ciudadanos para recuperar una parte de la vida. Como le pasa a la calle comercial por excelencia, como es Menacho. Hace unos días paseaba y me llamó la atención el número de locales comerciales cerrados en una calle que tiene poco más de 250 metros de larga. Hay 28 locales que se encuentran en venta, alquiler o sencillamente con la persiana bajada y las telarañas creciendo. Hay personas que lo achacan todo al centro comercial El Faro. Claro que tiene su peso ese gran centro comercial, pero pienso que también hay otras razones para que todas esas marcas y otras sin ser grandes hayan cerrado. Hay que innovar y encontrar fórmulas para que al igual que ha pasado en otras ciudades tipo a la nuestra, esos espacios no se encuentren cerrados. El Ayuntamiento debería estar haciendo mucho más de lo que está haciendo. Porque no se trata de conceder ayudas o subvenciones al pequeño comercio exclusivamente. Hay que innovar e investigar en otras alternativas como se ha hecho en otras ciudades, donde se han recuperado esos espacios. Y la primera Administración debería concentrar los esfuerzos, porque es muy importante hablar de la ciudad, porque nosotros somos la ciudad.

Produce tristeza pasear por esas calles llenas de historia. Y también provoca reflexión al observar fachadas pintorescas llenas de legado que en algunos casos conservan señas de identidad de las diferentes culturas que pasaron por Badajoz. Esa identidad y esa cultura nos debería hacer reflexionar sobre la urgente necesidad de qué hacer con esa zona de nuestra ciudad que podría ofrecernos una experiencia rica en cultura, historia y gastronomía. Quizás en estas tres palabras podría investigarse sobre el futuro de qué queremos hacer para mantener que esa zona icónica tuviera un futuro donde se podría profundizar en un gran cambio, donde manteniendo la historia y con voluntad política pudiéramos recuperarlo para que siguiera manteniendo su carácter emblemático y alcanzáramos ese atractivo que consiguiera que la gente lo hiciera suyo para volver a llenarlo de vida. No hay nada que sea imposible si dejamos de mostrar nuestra indiferencia ante ello. Miremos a nuestro Casco Antiguo. Otras ciudades lo han conseguido y son referencia por su recuperación....Y en nuestra ciudad, porqué no va a ser posible?

domingo, 6 de abril de 2025

El precio de la vivienda y el alquiler....

En este fin de semana se han celebrado manifestaciones en las capitales de nuestro país en contra de los precios abusivos de los alquileres y de la vivienda. Gente de todo el país ha reivindicado en la calle como hacia tiempo que no se llevaba a cabo. Un problema colectivo que se sufre y al que los distintos gobiernos en sus ámbitos de competencias respectivas, no terminan de ponerse de acuerdo ni dar una respuesta que pudiera al menos aliviar la situación. La vivienda dejó de convertirse hace tiempo en una necesidad para convertirse en un lujo. Podría parecer contradictoria la frase, pero comparto que es una realidad. Ahí están las estadísticas y como se ha convertido en un auténtico negocio el precio de la vivienda. Podríamos decir que el acceso a la vivienda se ha convertido en un auténtico problema social en nuestro país, ya que, a los problemas existentes para adquirir una casa por la falta de ahorro, se suma también los problemas para pagar el precio del alquiler debido a los elevados precios de los mismos.

Según los datos del informe que presentó el Consejo de la Juventud de España a principio de este año sobre las condiciones de la juventud emancipada, se destacan datos alarmantes sobre las dificultades económicas que atraviesan los jóvenes para acceder y mantener una vivienda en alquiler. El informe lleva por título "Un problema como una casa". Se señala que el 70% de los jóvenes se emancipan a través del alquiler, y que el 87% de ellos comparte vivienda con otras personas. Y que la principal motivación para esta situación es la necesidad de reducir los gastos, y que además alrededor de un 30% de los jóvenes emancipados necesita la ayuda económica de su familia para poder hacer frente al alquiler.

Al margen de las estadísticas que reflejan con los números una realidad que pasa hoy en día, no podemos obviar que en esos números hablamos de personas que en su mayor parte jóvenes sufren esta situación. En todas las familias estoy seguro que podríamos encontrar algún ejemplo. Ejemplos de ayudas y de jóvenes que hoy siguen viviendo con sus padres porque les resulta imposible hacer frente a los gastos y a la cantidad que tienen que aportar para pagar una vivienda o poder pagar un alquiler. Porque hay que añadir a esa dificultad la situación económica de los mismos y relacionado con ello sus salarios. De ello también hay que hablar porque todo ha subido y con el precio de los productos de necesidad lo podemos encontrar, porque los salarios no han subido porcentualmente de la misma manera y la desproporción que existe asienta claramente cada vez más que la frontera de la desigualdad se sigue agrandando.

Hay muchos problemas nuevos y hay otros que se interiorizan y por tanto se sufren casi en silencio. El problema de los precios de la vivienda es uno de esos problemas que sin ser nuevos, hemos permitido que se instale en nuestra sociedad y que parezca que tenemos que convivir con el, sin hacer nada por cambiarlo. Sin hacer nada o sin poderlo hacer, dada la diversidad y divergencias que nos encontramos en el ámbito de las competencias de las distintas Administraciones. El artículo 47 de nuestra Constitución declara que todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. La letra y el espíritu de nuestra Ley de leyes es como si estuviera hablando de un derecho fundamental, que sin serlo, sí que otorga a ese derecho el de disfrutar de una vivienda digna y adecuada. La cuestión, y ahí estarían nuestros entendidos juristas, es si una vez contemplado como un derecho, podemos o pueden seguir permitiendo que se haya convertido en un abuso, tal y como estamos comprobando en la realidad.

Nuestra ciudad....

Estos días pasados Badajoz se ha vuelto a reencontrar con una parte de su historia. La conmemoración de unos acontecimientos bélicos en torno a nuestra ciudad y sus alrededores. Lo que han llamado los organizadores “los sitios de Badajoz”. Y entre otras razones de poner en conocimiento aquellos hechos, ha quedado demostrado la importancia de conocer la historia. Aprendemos de lo que pasó para recordarlo y sobre todo para seguir no sólo conociendo mejor nuestra ciudad y su historia, también la historia y la memoria nos sirve para reconocer mejor nuestros orígenes y tener un pequeño homenaje a aquellos que lucharon defendiendo su legado de aquellos invasores. Como decía Jacinto Marabel, uno de los conferenciantes, “la historia de Badajoz es muy rica, pero muy desconocida”.

Y es que nuestra ciudad tiene mucha riqueza en sus piedras, que al final son una parte de la historia. Esa parte que otras ciudades tienen mejor conservada y valorada. En ese corazón de la ciudad que inició su vida y que está lleno de tesoros por descubrir. Esas piedras que conservan un legado por conocer. Esa historia desconocida que sigue observando como pasan los años y aún nos seguimos sorprendiendo de tener oculto el mayor patrimonio que una ciudad puede tener. Y que teniéndolo no lo podemos disfrutar porque entre otras razones sólo lo llenamos de vida cuando algunos acontecimientos recuerdan su celebración y nacimiento. Y también porque sigue siendo inexplicable que hoy siga siendo un espacio donde a diario aparcan cientos de coches causando un daño a sus piedras y provocando con ello que no pueda visualizarse y descubrirse el maravilloso tesoro que esconden esas murallas.

Son muchos los años que han pasado. Tantos, que no conocemos lo que ese espacio al aire libre contiene en el interior de esas murallas y que nos podría aportar. Porque lo que estamos demorando excesivamente es en dar valor a ese extraordinario conjunto. El recinto amurallado más largo de España y la Alcazaba más grande de Europa. Un enorme museo abierto con una riqueza histórica, artística y arqueológica que está tardando demasiado en convertirse en la mayor tribuna de la ciudad y que bien podría transformarse en la fuente de mayor riqueza para cambiar el destino y el futuro de nuestra ciudad, porque bien gestionado tendría un potencial inimaginable.

Se ha cumplido un año de la firma del convenio para la recuperación monumental, patrimonial, social y urbanística del barrio histórico de nuestra ciudad. El día de la firma del Consorcio del Casco Antiguo por las administraciones autonómica, provincial y local se ponía en valor la respuesta como una demanda histórica, el agradecimiento a la parte de la sociedad civil que con su preocupación y constancia lo había hecho posible, y por fin se ponía fin a una anomalía con lo que es el corazón de la ciudad.

Quizás es que el tiempo pasa muy deprisa o que después de tantos años en el gobierno municipal lo de prometer y cumplir lo acordado se olvida con más facilidad por parte de nuestros gobernantes municipales. Se aprueban los presupuestos de 2025 y a pesar de la firma del Consorcio sigue sin apostarse por el corazón de nuestra ciudad.