Se llama Greta Thunberg y ha nacido en un país del que todo el mundo reconoce su sistema educativo, su pacifismo y con uno de los sistemas más igualitarios entre hombres y mujeres. Es joven y ha nacido en uno de los países más desarrollados del mundo, Suecia. Puede que estas sean las características de la cultura de una niña de apenas 16 años de la que se ha vuelto a hablar en estos últimos días. Su discurso descarnado, contundente y acusatorio sobre el cambio climático ha vuelto a sorprender e inspirar a millones de personas en todo el mundo y muy especialmente a los más jóvenes. A algunos sectores y gobernantes mundiales les ha molestado y mucho. Pero cada vez es mayor el reconocimiento internacional de esta chica, cada vez es más aplaudida y apoyada, cada vez es mayor el impulso de un movimiento global en protesta contra la pasividad de los líderes del mundo para frenar el calentamiento global... "Me han robado mis sueños y mi infancia con sus palabras vacías", "Nos están fallando, pero los jóvenes están empezando a entender su
traición. Si eligen fallarnos, yo les digo: nunca les perdonaremos. El
cambio viene les guste o no"...una de las frases de su discurso en la ONU.
Así se ha producido la primera huelga mundial por el clima en esta última semana. Con un objetivo, exigir a los Gobiernos medidas eficaces para hacer frente al cambio climático. Podríamos preguntarnos porqué está sucediendo todo esto. Podríamos preguntarnos porqué de nuevo son los jóvenes los que llaman la atención, los que gritan, los que se alarman y consiguen generar un movimiento mundial en favor de la lucha contra el calentamiento del planeta.
De un tiempo a esta parte desde hace años, ante la falta de propuestas de los llamados líderes mundiales, por su inacción y falta de respuestas, ha tenido que ser una ciudadana, en este caso, una niña la que lidere esas protestas, la que llame la atención mundial y la que esté movilizando una presión ciudadana que cada vez es más numerosa y consciente de la necesidad de provocar un cambio para hacer frente a este nuevo paradigma que ya no es solo un problema, sino que es un peligro sobre el que hay que actuar para que no lleguemos demasiado tarde.
Un peligro sobre el que los más jóvenes sobre todo, han clamado en las calles de muchas ciudades del mundo. Hoy en día las manifestaciones de los últimos años están teniendo un contenido distinto al motivo por el que se hacían antes, aunque siempre una manifestación tendrá un componente reivindicativo, porque si no, no sería una forma de hacer pública una protesta. También los que acuden a las manifestaciones, porque son jóvenes que han hecho suyo el problema del cambio climático, de la violencia de género, de los problemas que genera la falta de igualdad, etc. Leía hace unos días que cuando el problema se interioriza por los más jóvenes y lo hacen suyo de forma solidaria, es más fácil que la cadena de solidaridad penetre en el resto de la sociedad. En estas manifestaciones, han sido los hijos los que han llevado de la mano a sus padres y madres.
Aquellos que aún piensan que el cambio climático no es un problema o que aún está lejos, le debemos decir que piensen en sus hijos y nietos, porque quizás nosotros lo veamos aunque seamos mayores y si no se toman las decisiones correctas hoy, a la futura generación o a los que están por nacer, les tocará un mundo muy difícil y entonces nos preguntaremos que por qué no hicimos lo correcto.
Esperemos que a nuestros políticos no les siga interesando más el clima político que el clima propiamente dicho, porque como decía Macaco hace unos días....".Los hijos de nuestra Madre Tierra nos hemos convertido en una plaga para ella”.
Un peligro sobre el que los más jóvenes sobre todo, han clamado en las calles de muchas ciudades del mundo. Hoy en día las manifestaciones de los últimos años están teniendo un contenido distinto al motivo por el que se hacían antes, aunque siempre una manifestación tendrá un componente reivindicativo, porque si no, no sería una forma de hacer pública una protesta. También los que acuden a las manifestaciones, porque son jóvenes que han hecho suyo el problema del cambio climático, de la violencia de género, de los problemas que genera la falta de igualdad, etc. Leía hace unos días que cuando el problema se interioriza por los más jóvenes y lo hacen suyo de forma solidaria, es más fácil que la cadena de solidaridad penetre en el resto de la sociedad. En estas manifestaciones, han sido los hijos los que han llevado de la mano a sus padres y madres.
Aquellos que aún piensan que el cambio climático no es un problema o que aún está lejos, le debemos decir que piensen en sus hijos y nietos, porque quizás nosotros lo veamos aunque seamos mayores y si no se toman las decisiones correctas hoy, a la futura generación o a los que están por nacer, les tocará un mundo muy difícil y entonces nos preguntaremos que por qué no hicimos lo correcto.
Esperemos que a nuestros políticos no les siga interesando más el clima político que el clima propiamente dicho, porque como decía Macaco hace unos días....".Los hijos de nuestra Madre Tierra nos hemos convertido en una plaga para ella”.
El cambio climático es una realidad u tomar medidas mucho más portante que muchos de los temas que tanto parecen preocupar a nuestros políticos.
ResponderEliminarAveces me pregunto si es que no saben como hacerlo...
No creo que la razón sea el no saber como hacerlo. Este no es un problema más, es un auténtico peligro el que ya tenemos encima y como no tomemos medidas que pasan por concienciarnos, mentalizarnos y actuar nos veremos teniendo que asumirlo porque llegaremos tarde.
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