Hace unos meses las calles de Madrid se llenaron de ciudadanos y ciudadanas de la España interior, de esa España rural, lenta y silenciosamente vaciada y callada hasta entonces. En estos días han vuelto a juntarse de nuevo y han salido a las calles, para que de esta forma se vea y escuche el silencio y el abandono de miles de ciudadanos que por vivir en muchas provincias de nuestro país se ven cada vez más solos y abandonados por el sólo hecho de vivir donde quieren vivir. Han gritado en las calles, han lanzado un mensaje unánime cargado de fuerza, de sentimientos, de corazón porque notan y sienten el abandono y que se les quiere expulsar de donde nacieron. Porque lo que han pedido a todos los Gobiernos, a todas las instituciones públicas, a todos los agentes sociales y económicos es un Pacto de Estado contra la despoblación, contra la desvertebración territorial de España y contra la creciente desigualdad de oportunidades entre los ciudadanos españoles.
Y ahora tenemos de nuevo elecciones. Hace unos días navegando por Twitrer comprobé que algunos de los partidos con mayor representación en el Congreso utilizan la palabra España en sus logos electorales: "Ahora, España" "España en marcha" "Izquierda o derecha? España" "España siempre". No es por utilizar metáforas en relación con ello, pero lo que nos importan las siglas de nuestro país a todos cuando queremos y cuando queremos, es casi siempre cuando buscamos el apoyo y el voto de los ciudadanos, por eso aquello de que en campaña, los políticos convierten la España vacía en parques temáticos rurales. Qué patriotas se vuelven los políticos cuando hay elecciones!!!...nunca una sentencia podría haber despertado tanto interés y tanta unanimidad de mensajes!...me decía mi amigo Vicente.
La lectura de un artículo titulado "la España "mochufa" también vota" me hizo reflexionar sobre esa otra parte de nuestro país que no está pendiente de lo que dicen los políticos. Que saben que habrá elecciones posiblemente, pero que les interesa más ver fútbol, la hipoteca y comprar ropa en el outlet, ropa de marca aunque sea a precio primark, siendo muchos de sus habitantes aspirantes a burgueses pero con suerte llegarán a mileuristas....la ironía con la que escribe la periodista consigue que se pasen cuatro minutos entretenidos con su lectura.
Hasta puede que esta sea una de las razones por las que los políticos van a lo suyo. Ensayan y cambian el guión con el mensaje que sólo ellos y sus cercanos entienden, escuchan la última confidencia del jefe de gabinete que suele estar escondido sin que nadie lo vea, excepto alguno que es el único que acompaña al jefe y sale en la foto de los periódicos, en la tele y hasta le hacen entrevistas enlatadas o fabricadas para contentar a su ego. Después otros repetirán y nos machacarán con el discurso que se han aprendido, que tienen que repetir: la crisis, los aranceles, Trump, Alemania, Brexit, China, la sentencia...y otra vez con Más España o Más País. Porque aquí lo que importa es ver quién habla más de la patria. La gente, los problemas del precio del alquiler o de la vivienda, los contratos basura, la precarización laboral, la derogación de la reforma laboral, los jóvenes que se marchan, el que tener un empleo no te impide verte en la exclusión social y un largo etcétera, que son los problemas de la gente corriente, parece que ahora importan menos. Importa más hablar de España.
En el Manifiesto de la España Vaciada hay propuestas realizables y muy necesarias. Podríamos decir que son ese ruido del silencio vacío de la gente corriente que tanto necesita para que la desigualdad no siga creciendo. Como casi siempre hace falta voluntad política y que la cuestión no sea el resumen de la entrada de hace unos días cuando escribía sobre "el disputado voto del señor Cayo".
Porque ser pocos no resta derechos...porque no hay sentimientos ni pancartas de amor a una tierra que iguale la decencia y la defensa de un territorio como mantienen estos habitantes de la España vaciada, unos ciudadanos que han cogido la bandera de la dignidad y que protestan contra el silencio al que los tienen los que hoy se proclaman ser más patriotas que nadie.
Y ahora tenemos de nuevo elecciones. Hace unos días navegando por Twitrer comprobé que algunos de los partidos con mayor representación en el Congreso utilizan la palabra España en sus logos electorales: "Ahora, España" "España en marcha" "Izquierda o derecha? España" "España siempre". No es por utilizar metáforas en relación con ello, pero lo que nos importan las siglas de nuestro país a todos cuando queremos y cuando queremos, es casi siempre cuando buscamos el apoyo y el voto de los ciudadanos, por eso aquello de que en campaña, los políticos convierten la España vacía en parques temáticos rurales. Qué patriotas se vuelven los políticos cuando hay elecciones!!!...nunca una sentencia podría haber despertado tanto interés y tanta unanimidad de mensajes!...me decía mi amigo Vicente.
La lectura de un artículo titulado "la España "mochufa" también vota" me hizo reflexionar sobre esa otra parte de nuestro país que no está pendiente de lo que dicen los políticos. Que saben que habrá elecciones posiblemente, pero que les interesa más ver fútbol, la hipoteca y comprar ropa en el outlet, ropa de marca aunque sea a precio primark, siendo muchos de sus habitantes aspirantes a burgueses pero con suerte llegarán a mileuristas....la ironía con la que escribe la periodista consigue que se pasen cuatro minutos entretenidos con su lectura.
Hasta puede que esta sea una de las razones por las que los políticos van a lo suyo. Ensayan y cambian el guión con el mensaje que sólo ellos y sus cercanos entienden, escuchan la última confidencia del jefe de gabinete que suele estar escondido sin que nadie lo vea, excepto alguno que es el único que acompaña al jefe y sale en la foto de los periódicos, en la tele y hasta le hacen entrevistas enlatadas o fabricadas para contentar a su ego. Después otros repetirán y nos machacarán con el discurso que se han aprendido, que tienen que repetir: la crisis, los aranceles, Trump, Alemania, Brexit, China, la sentencia...y otra vez con Más España o Más País. Porque aquí lo que importa es ver quién habla más de la patria. La gente, los problemas del precio del alquiler o de la vivienda, los contratos basura, la precarización laboral, la derogación de la reforma laboral, los jóvenes que se marchan, el que tener un empleo no te impide verte en la exclusión social y un largo etcétera, que son los problemas de la gente corriente, parece que ahora importan menos. Importa más hablar de España.
En el Manifiesto de la España Vaciada hay propuestas realizables y muy necesarias. Podríamos decir que son ese ruido del silencio vacío de la gente corriente que tanto necesita para que la desigualdad no siga creciendo. Como casi siempre hace falta voluntad política y que la cuestión no sea el resumen de la entrada de hace unos días cuando escribía sobre "el disputado voto del señor Cayo".
Porque ser pocos no resta derechos...porque no hay sentimientos ni pancartas de amor a una tierra que iguale la decencia y la defensa de un territorio como mantienen estos habitantes de la España vaciada, unos ciudadanos que han cogido la bandera de la dignidad y que protestan contra el silencio al que los tienen los que hoy se proclaman ser más patriotas que nadie.
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