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domingo, 14 de febrero de 2021

Vive como piensas....

Estoy acabando de leer un libro sobre un político de verdad. Es lo que dice de él quien lo ha escrito. Por tanto podría valorarse como una definición realizada por una persona que lo ha conocido y que ha compartido con el mucho tiempo. Que han mantenido muchas conversaciones y han pasado muchos momentos juntos a lo largo de la vida. También podría valorarse de forma subjetiva y por ello, no ser del todo verdad la opinión que le merece al autor. Es su opinión. Yo no lo conocí, pero lo seguía. Le escuché en muchas ocasiones y a algunos mítines y a alguna conferencia asistí. En mi manía de escribir en el interior de los libros, he escrito "un hombre de Estado, un político de los que hoy ya no existen". Me estoy refiriendo al libro que ha escrito Antonio Caño y cuyo título es "Rubalcaba, un político de verdad".

La lectura me ha hecho reflexionar sobre experiencias vividas hace tiempo. Unos tiempos distintos pero apasionantes. Se practicaba mucho más aquello que se creía. Lo que se decía, se hacía. Se actuaba escuchando más el hombro del que lo necesitaba. Quizás era otra realidad, pero se practicaba menos aquello de "vamos a ser prácticos". Quizás era la edad, pero siempre quise tener luz para poder pensar y opinar por mi mismo. Intentando hacer preguntas y buscando respuestas para aprender. Era la mitad de los años 80-90 y tocaba asumir responsabilidades. Claro, que eran otros tiempos. Otros problemas....distintos problemas, otra realidad, pero mucha más humanidad. Eran tiempos en que la política no era fuente de problemas, sino fuente de soluciones.

Hace tiempo leí una frase que dice "vive como piensas porque sino acabarás pensando como vives", creo que es de Ghandi. Y merece una reflexión tranquila, mucho más en estos tiempos que nos tocó vivir. Hay que escuchar mucho y esta época es para ello, porque lo que vivimos hoy ojalá no lo volvamos a tener que vivir. Hay gente que todos los días habla, pero dicen poco. Siempre, pero hoy quizás más que ayer, hay que invertir más tiempo en tener gestos con y hacia la gente y compartirlos con ellos. Porque hoy lamentablemente los gestos que se ven están formados por el ruido de la crispación y el sectarismo. Y lo peor es que se reconoce, pero no se cambia o no se quiere cambiar. No hay que emplear más tiempo en decir lo voy a intentar cambiar, sino en lo voy a hacer posible.

Los tiempos cambian y nosotros también. Nuestra forma de ser y pensar se va madurando con el río de la vida. Vamos formando nuestra conciencia y creando nuestra propia forma de pensar y de ser. Una forma de pensar y de ser junto a unos ideales que nos definen. También cambian las organizaciones y cambian el cómo se justifican determinados mensajes. No todo vale en la política, pero el entorno interesado en que se mueven los que la manejan, quieren hacernos creer que como siempre que son tiempos electorales, los mensajes hay que situarlos en ese contexto. No vale todo. No se dan cuenta del daño que hacen! o les vale la justificación del propio mensaje que los maquiavelos de los despachos les preparan!.

Caminar a contracorriente, casi nunca es fácil. Este mundo y nuestro modo de vivir, nos lleva a no pensar y acabamos olvidando la reflexión y no nos damos cuenta de que el tiempo pasa y no vuelve. Pero todos tenemos un espacio interior que puede estar en silencio y de vez en cuando golpea y nos hace pensar. Nos hace también sentir.  Por ello hay que tener criterios propios, no siendo fácil el mantenerlos porque requieren esfuerzos y sacrificios. Pero por ello merece la pena vivir como se piensa, para no acabar pensando como se vive.

2 comentarios:

  1. Lo leí hace 1 mes y cuando Pedro Sánchez lo mandó a galeras y buscó acomodo en su Universidad y en El País con Caño como director. Me quedo con aquella frase de Alfredo: En España que bien entierran.

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  2. Me ha recordado una etapa muy dificil y al mismo tiempo apasionante en lo político y en lo sindical. Es cierto lo de la frase, es suya y lamentablemente en muchas ocasiones es cierta. Un político de los de antes, de los que te obligaban a reflexionar y a pensar porque había que trabajar los programas. Ahora....ahora, ya no hay ni programas. Un abrazo y gracias por tu comentario.

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