Carnaval....carnaval!

Han pasado unos días desde que se acabó el Carnaval y me decía un vecino que ya entramos en cuaresma y aunque antes de chaval escuchaba hablar mucho de ello, casi nunca le presté mucha atención. Nunca supe muy bien que quería indicar o sencillamente pasaba de ello. Será que en los pueblos se tenía antes como muy asumido y hasta había restricciones a comer determinadas cosas durante esos días. Serían cosas de la edad o que en el grupo de amigos estábamos en otras historias. Yo preguntaba el porqué. Y me decían que en cuaresma no se podía comer todo. Incluso comer carne estaba como prohibido. Sería la edad o alguna otra razón, pero yo me rebelaba y poco a poco como ha venido sucediendo con otro tipo de tradiciones, estas se van perdiendo o van quedando como un argumento para el recuerdo. Aunque es posible que mucha gente aún siga manteniendo la tradición, cuestión que en aquello de la doble moral "semos asina", pero como se suele decir: de puertas para adentro, lo que pasa o en este caso se come, se queda en casa.

Pero superada la tradición y significado de la cuaresma, este año el Carnaval en Badajoz tenía el reconocimiento como Fiesta de Interés Turístico Internacional. Se subía el nivel y por tanto había que ofrecer mayores argumentos para que la Fiesta tuviera un reconocimiento en línea con su nueva categoría. A la vista y lectura de los comentarios y crónicas de estos días hay que suspender al Ayuntamiento por la cantidad de errores cometidos, cambios de última hora e improvisaciones. Cuando los carnavaleros que son los verdaderos protagonistas de la Fiesta coinciden en la valoración, pocas dudas deja el suspenso que hay que ponerle al Ayuntamiento en cuanto a la organización, gestión y coordinación. Podríamos decir que al ser una fiesta de expresión y participación de la gente, al Ayuntamiento le viene bien, pero es que la Fiesta tenía un reconocimiento internacional y no se podía dejar la misma, a simplemente ampliar los días. A la Fiesta hay que dotarla de contenido y hay que innovar introduciendo cambios. Como decíamos desde la Asociación de Vecinos con la polémica del Carnaval en nuestro Barrio, hay que introducir aires nuevos y hay que vestirlo con la imaginación. Porque la Fiesta no puede convertirse en un macrobotellón una vez que se han terminado los desfiles o los pregones. La Fiesta debe adquirir una nueva dimensión de participación y extenderse por el conjunto de la ciudad, conservando sus señas de identidad, pero desde una estrategia integradora y compartida.

Pocas ciudades en nuestro país tienen la suerte de tener una Fiesta como la que podemos disfrutar en Badajoz. Una Fiesta de participación multitudinaria a la que hay que cuidar. Porque haber dado un salto de reconocimiento y pasar a tener categoría internacional conlleva introducir grandes cambios y hacer que la ciudad en toda su extensión pueda verse representada y reconocida. Cambios sobre los que hay que hablar y sobre todo escuchar a quienes hacen grande la Fiesta: las comparsas, las murgas, los artefactos y otros grupos. En definitiva a todos los que sienten y hacen suya esta Fiesta. También a las Asociaciones de Vecinos si se quiere que la ampliación, extensión, colorido y calidad de la Fiesta tenga relación con ese nuevo reconocimiento. Me consta que ha habido Asociaciones que se lo han currado y que le han puesto no sólo ganas, sino también imaginación a lo que debe ser la nueva dimensión de una Fiesta que debe caracterizar a una ciudad moderna llena de posibilidades y que tiene un gran argumento en la gente que participa y que ha hecho suya la Fiesta porque es una seña de identidad.

Se han reconocido los errores y porque estamos en la fecha que estamos ello debe tomarse como un síntoma inequívoco para mejorar porque no se pueden volver a cometer las equivocaciones de esta edición. Pero quizás alguna otra decisión habría sido oportuna. Hay tiempo para que el reconocimiento se interiorice y por tanto hay que ponerse a trabajar más pronto que tarde. La Fiesta ha adquirido una nueva dimensión y mantiene el mejor argumento para el futuro: la participación y el compromiso de los protagonistas. El Ayuntamiento sea del color político que sea, debería poner todos los recursos encima de la mesa y apostar por compartir con los que hacen grande la Fiesta, escuchando más que hablando. Estoy seguro que todas las entidades y carnavaleros quieren que esta Fiesta siga teniendo su identificación y reconocimiento, pero el salto de responsabilidad en todos los sentidos debe producirse y ahí quien gestiona, organiza y coordina debe volcarse para que la calidad sea el mejor acompañante del reconocimiento internacional que se nos ha concedido.