Cuando se acercan estas fechas recuerdo paseos por La Rambla en Barcelona, llena de rosas y de puestos de libros, antiguos y nuevos. Libros y rosas. Un día de celebración donde son los libros y las rosas los protagonistas junto con el hervidero de ciudadanos que los acompañan visualizando y comprando. Regalándose libros y rosas como es tradicional. El día 23 de abril es festivo en Cataluña y ese día la mayor reivindicación es la de las calles llenas de colorido, aunque hay ocasiones en que algunos grupos se quieren hacer notar, pero tengo la percepción de que la gente ya pasa bastante de ellos. Ese día también es el del regalo, porque se intercambian entre hombres y mujeres el detalle del libro y la rosa. Las tradiciones y las leyendas que convierten el día en una de las más bonitas estampas y con mayor apoyo popular, que consiguen hacer de Barcelona una supermanzana literaria.
Hace años en una Feria del Libro en Badajoz recogí un folleto que decía que todo estaba en los libros. Todo. El siempre recordado y admirado cantautor Luis Eduardo Aute escribía una canción en la que su estribillo así lo decía "todo, todo, todo está en los libros". Y creo que a pesar de que cada vez más estamos en un mundo donde lo audiovisual se impone, encontrar un espacio tranquilo e iniciar la lectura de un libro es doblemente gratificante. Por el silencio que conlleva la tranquilidad y por la sabiduría que encierra una bella historia escrita en unas páginas. En estos últimos años hemos tenido más oportunidades de leer y de imaginar escenarios. Dispusimos de un tiempo que a muchos nos redescubrió con el placer de la lectura, con la imaginación de la creación del autor a la recepción del lector y de nuevo con la sensación de tener entre las manos lo interior que guarda cualquier historia por la que nos sentimos atraídos.
Siempre un libro es una buena compañía, pero como me dice un amigo "se lee más bien poco". Los libros son como aquel recurso con el que te puedes reencontrar sin buscarlo. Pero aunque aún se lee poco, es cierto que se ha experimentado un incremento de los índices de lectura a partir del 2020 como consecuencia del confinamiento y las restricciones de movilidad y ello ha dado paso a una consolidación, según se recoge en el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2022. El índice de lectura en tiempo libre ha experimentado un crecimiento, así como la compra de libros que sigue en aumento. Así más del 52% de los españoles ha comprado como mínimo un libro en 2022 y el porcentaje de la población española que leyó algún libro durante el pasado año, ya sea por ocio o por trabajo, alcanzó el 68%, que es una cifra superior a la del pasado año.
Y recordando a mi amigo con el que suelo compartir lecturas, hace unos días que empecé a leer de nuevo un libro de aquellos años en que estuve como socio del Círculo de Lectores. Quizás eran los años donde no reparábamos porque teníamos toda la vida por delante. Años de algunos viajes en tren donde me encantaba ponerme al lado de las ventanas y dar paseos por ese pasillo estrecho desde el que tenía tiempo de observar los valles y los pueblos, escuchando conversaciones a los pasajeros. Un tiempo desde el que aprendí a encontrar en las historias de los viajes la magia de la lectura y un espacio que hoy después de casi cuarenta años me sigue impulsando a pensar, reflexionar y leer....porque como decía aquél: todo está en los libros. ¡Feliz Día del Libro!
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