Vengo observando y analizando de un tiempo a esta parte allí hasta donde llego lo que pasa a mi alrededor. Quizás más aquello que percibo que o no se ve o casi no se habla. Lo que nos rodea a los ciudadanos y hasta donde puedo. Como aparece en la magnífica novela de Tomás Martín Tamayo, "la amargura de Tiberio" con aquello que le dijo el Emperador Tiberio a uno de los Senadores referido a un Decreto sobre la divinidad para todos los césares "Si sé poco de los asuntos humanos, aún sé menos de los divinos". Cada semana dedico un tiempo a escuchar, leer y escribir sobre aquello que me importa y me afecta. Escribir lo que se quiere, es hacer lo que se piensa creyendo en lo que se hace y como me decían hace unos días: hoy se lee poco, se escribe menos y reflexionar casi no se hace. Y puede que esta sea una de las características de este nuevo tiempo desde que alguien se propuso que se leyeran solo los titulares en los medios y se dejara de leer la letra pequeña, que es donde al final se dicen las cosas.
Pronto van a cumplirse dos años de una intervención de Iñigo Errejón en el Congreso de los Diputados. Hablaba de la necesidad de actualizar la estrategia de salud mental y doblar el número de psicólogos en la sanidad pública. Un Diputado del PP cortó su intervención diciéndole "vete al médico". No voy a calificar esta respuesta porque se califica por sí sola. Pero aquella frase al pronunciarse en el Parlamento y convertirse en viral en las redes sociales, inició un camino que ha contribuido en gran parte a que se haya profundizado más sobre este problema, unido sin duda a las cifras reconocidas de personas con un cuadro depresivo, así como los suicidios producidos. Creo que merece valorar que por aquella intervención de Iñigo todos empezamos a hablar más y fuimos más sensibles desde aquel momento para que en este tiempo se haya hablado más del derecho a la salud mental, porque ésta no puede ser un lujo para quien se lo puede pagar. Porque uno de los peligros para un tema de tan extraordinaria gravedad y en gran parte desconocido por diversas razones, es que se normalizara el que viviéramos de forma permanente bajo los efectos de la medicación.
Y de nuevo en esta semana se ha vuelto a hablar y sensibilizar aún más a la sociedad por una carta por la posible trascendencia de lo que en elle se denunciaba. A veces es necesario un gesto de este tipo para situar el debate. Una noticia ha conseguido que centremos de nuevo la atención en la salud mental. La carta de una psicóloga clínica a la directora de un medio de comunicación, donde se refería a que ha atendido a un jóven gratuitamente en su consulta después de haber acudido a un servicio de urgencias en un hospital público de Madrid, donde le recetaron un antidepresivo y le daban cita en psicología para dentro de un año!!!. Leemos a veces noticias relacionadas con la sanidad sobre otras enfermedades u operaciones y los plazos con los que citan son desesperantes, pero en este caso que se ha hecho público, toca directamente y además en un tiempo en que el índice de suicidios vuelve a batir récord en nuestro país, especialmente entre los jóvenes. La carta termina con una pregunta ¿alguien piensa hacer algo?.
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