Hay quien se refiere a la política como el escenario donde todo se puede llegar a pactar. Un ejemplo muy claro es lo que ha sucedido en Extremadura. María Guardiola había dicho por activa y por pasiva que no pactaría ni gobernaría en coalición con VOX, pero en cuestión de horas se ha olvidado de su comprometida palabra y formará Gobierno con ellos. Una Consejería y el Senador autonómico que correspondía al PP como segundo partido en la región hasta ahora, más un acuerdo programático de 60 medidas donde lo que les separa lo han querido ocultar para no reconocerlo. En nuestra región la palabra de una política que será la próxima Presidenta de la Junta de Extremadura ha demostrado que no vale de nada, o lo que es lo mismo, la cambia por su interés. Su justificación de que hemos llegado a un buen acuerdo para formar el gobierno del cambio y que lo ha conseguido buscando lo que nos une y apartando lo que nos separa, será una muesca que se recordará toda su legislatura. Porque si todo era tan fácil por lo conseguido en poco más de 48 horas una vez anunciado el debate de investidura del Presidente Vara, ¿a qué ha venido tanto teatro y tantas declaraciones grandilocuentes que lo único que han demostrado en María Guardiola además de prepotencia y soberbia, es mucha subordinación a los señores feudales de su partido y al de aquellos con los que ha pactado?
Aquella que dijo que "no voy a gobernar en coalición con VOX" se ha olvidado de su palabra. Aquella que dijo "soy una mujer de principios" se ha olvidado en cuatro días de ellos. Aquella que habló de que no iba a gobernar nunca con un partido que niega que exista la violencia machista, se olvidó de su palabra. Aquella que decía que no iba a gobernar nunca con un partido que deshumaniza a los inmigrantes, se olvida de sus palabras. Aquella que dijo que nunca formaría gobierno con un partido como VOX que tira a la basura la bandera LGTBI se ha olvidado de su palabra. Aquella que el día de la constitución del Parlamento actúo como el caballo de Atila y cargó contra un partido como VOX que sólo atendía al señor feudal de Madrid, se ha olvidado de su palabra..... Hay muchos más casos de las enormes contradicciones de esta mujer que ha actuado como Presidenta antes de ser votada y contar con los votos necesarios. Por todo esto y más que llegaremos a saber en su momento, ahora sus palabras y sus principios son basura porque ahora vuelve a desdecirse y su palabra ya no es importante. Lo decíamos hace unos días y se ratifica ahora: "Estos son mis principios y mi palabra, pero VOX no te preocupes, si no te gustan tengo otros".
En los últimos tiempos y como forma de reconocer la coherencia en el ámbito político, se suele decir que al final la sombra de la coherencia en la política puede resultar alargada. Siempre la coherencia fue un gran valor en política. A los políticos se le valoraba mucho por sus principios y por su palabra. Se les conocía y respetaba sólo por ello y por esa definición del principio de coherencia, que es el que hace que en general todas las personas actuemos de forma convincente de acuerdo con nuestra forma de pensar o también por nuestros actos previos, aunque ello conlleve o pueda significar ir en contra de nuestro interés personal. Esta definición que podemos encontrar hoy en día por varios espacios podría definir el escenario de la política y ello es una causa del alejamiento de la gente. Se ha perdido este concepto, su valor y definición o por el contrario, ¿prevalece aquello de que la política es el arte donde todo es posible? Los principios y la coherencia que antes era de lo que se hablaba, hoy se han convertido en una causa de descrédito de los que defendemos el noble ejercicio de la política y el ejemplo de lo sucedido en estos últimos días en Extremadura es un ejemplo más de lo que están protagonizando el PP y la ultraderecha de VOX.
Durante estos días se está hablando de una palabra que en su definición recoge un argumento clarificador y también muy representativo de lo que puede pasar en nuestro país dependiendo del resultado de las elecciones generales del 23-J. La palabra "involución". Retroceso en la marcha o evolución de un proceso. En una de mis últimas entradas reflexionaba y decía que en los últimos años hemos conseguido en nuestro país muchos derechos sociales, civiles y políticos con los cuales hoy somos referencia en varios países de nuestro entorno. Hoy algunos de esos derechos se están empezando a cuestionar o eliminar por los pactos que el PP y VOX están llevando a cabo en varias Comunidades Autónomas. "Si algo tengo, es mi palabra" llegó a decir María Guardiola. Esa era su palabra, y cuando las palabras pierden su valor, aparece la falta de coherencia que implica falta de credibilidad y pérdida de confianza. Por eso no se trata de que la gente pueda sentirse decepcionada como trataba de justificar en su rueda de prensa de presentación del acuerdo, si no que lo que no se soporta es la mentira y eso es lo que ha hecho la Señora Guardiola.... Mentir.
María "la MENTIROLA", por un buen puñado de billetes de a 100, se traga su orgullo, entierra sus palabras y le dice a la ciudadanía extremeña, ÉSA ES MI PALABRA, SI NO OS GUSTA, OS JODEIS CONMIGO Y CON VOX, así se clarito LO HA COMUNICADO A LOS CUATRO VIENTOS Y RUBRICADO EN UNOS PAPELES. AY MARIA, AY MARÍA ¡MENTIROSA!
ResponderEliminarEn muy poco tiempo, ésta individua estará cortándose las venas...
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