Durante estos días de verano suele suceder que haya pocas noticias que destaquen y los medios se inventan o publican documentos que normalmente no suelen tener eco o espacio en las páginas de los diarios. Aunque este año y no sólo por la celebración de las pasadas elecciones generales de finales de julio, la cosa está siendo diferente. Aún seguimos escuchando o leyendo sobre lo que pasó y lo que te rondaré. Pero está sucediendo algo muy de actualidad, aunque por otros motivos con lo sucedido en el Mundial de fútbol femenino. Con personas que suelo hablar experimentan la misma sensación que yo tengo y que digo. Estamos un poco cansados de levantarnos con las misma noticias que nos acostamos. Quizás esta situación no es general y por tanto puedo equivocarme, pero ha resultado un mes de agosto que entre otras razones, ha sido un tanto insoportable y no es sólo por las altas temperaturas que hemos sufrido.
Los españoles somos muy españoles y mucho españoles, que decía aquel que un día llegó a ser Presidente del Gobierno. Nuestro país ha conseguido el campeonato del mundo de fútbol femenino hace pocas semanas. Un hito histórico. Un resultado por el que muchos países luchan pero sólo uno puede conseguir. Una hazaña impresionante. Nuestras campeonas han dado un ejemplo y durante las distintas fases del mundial fueron acumulando a miles de personas delante del televisor, como aquel mundial del 2010 donde los chicos ganaron la copa del mundo. Un camino que ha estado lleno de curvas y obstáculos que han ido superando y que, como se ha venido diciendo, lo conseguido va a marcar un antes y un después en el deporte del fútbol femenino. Podría decirse que ahora el fútbol va a ser compartido, porque cada día seremos más los que dedicaremos más tiempo a ver partidos de chicas y ojalá se consiga normalizar esta situación contemplando todos los parámetros de igualdad en todos los sentidos.
Lo importante de lo conseguido está quemándose por lo sucedido con el beso del presidente de la federación española de fútbol a una jugadora. Un beso no consentido y que está siendo objeto de todo tipo de polémica tanto a nivel nacional como internacional, aunque no se puede quedar sólo en el beso a la vista de las imágenes que se han venido publicando, pero que ha convertido en un debate nacional esos hechos. Todos hablamos y las redes se han hecho eco con los "memes" generando y amplificando el suceso, con lo que lamentablemente está pasando que haya gente que esté en el cachondeo y se esté perdiendo la seriedad y gravedad de lo sucedido. Podría decirse que ahora ya se habla de esto y no de la consecución del título de campeonas del mundo de nuestras jugadoras. Por eso decía antes y recordaba a ese gallego y a su fin de cita, con aquello de que sin darse cuenta de lo que decía, convertía a veces sus intervenciones en anécdotas que servían para mofarse.
Pero lo conseguido por nuestras Campeonas no es ninguna anécdota ni puede convertirse en nada parecido. Lo conseguido es increíble y muy grande, de enorme valor. Por ello deberíamos ser más serios. Este mundo en el que nos movemos con el entorno que tanto impresiona, está llegando a convertir un logro histórico conseguido en otra cosa. Alguien dijo que lo del verbo "dimitir" es uno de los que más cuesta conjugar a los cargos públicos, a los que siempre se les debe exigir un nivel y un grado de ejemplaridad y de ética mayor del habitual. Si ese verbo lo hubiera conjugado y asumido rápidamente y por sí solo el ya hoy expresidente de la federación española de fútbol, posiblemente estaríamos hablando sólo de una gesta histórica y que es muy difícil de conseguir....lo decía Aitana Bonmatí "hemos sido campeonas del mundo, pero se está hablando más de otras cosas y no quiero dejar pasar. Como sociedad, no debemos permitir que haya abuso de poder en una relación laboral y faltas de respeto. Espero que sigamos trabajando para que esta sociedad mejore"....ese también sería un maravilloso título si conseguimos hacerlo realidad.
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