Podríamos decir que la definición de “estampas” no se
correspondería con aquello que aparece dibujado o fijado como imagen a un
papel. No es un cuadro ni un grabado como algunas veces de forma incorrecta se
le llama a la estampa. Hasta es posible que nos estemos inventando una nueva
figura. Pero una figura que dando igual el nombre que le pongamos, comprobamos
en muchos lugares, espacios y edificios de nuestra ciudad, porque cuanto más
tardan en resolverse o limpiarse más forman parte del mobiliario e inmobiliario
urbano de la ciudad, como es el caso de las obras de la futura ampliación de la
residencia de La Granadilla o la piscina de la Margen Derecha. Por no hablar de
las obras del Campillo, siempre en estado de inicio y nunca iniciadas.
Paseamos por las calles y los ciudadanos nos enfrentamos con
esa lucha sorteando las baldosas que nos pueden hacer que estemos la mayor
parte del día mojados o con manchas en nuestra ropa. Paseamos y nos podemos
encontrar con muchos bancos a los que les falta alguna de sus partes donde nos
sentamos o descansamos nuestra espalda. Nos fijamos en muchos parques
infantiles donde sus aparatos están muy deteriorados o el suelo de caucho
levantado o con agujeros, constituyendo un peligro para nuestros peques. No son
cuadros, pero sí son “estampas” de lo cotidiano que sufrimos y podemos
comprobar en muchas zonas de nuestra ciudad.
Y en esas llamadas “estampas” nos encontramos con un edificio
que es propiedad de la Junta de Extremadura en el que se encuentra la Unidad de
Mediación, Arbitraje y Conciliación. Los seis balcones que comprende el
edificio se encuentran desde hace tiempo cubiertos por una red verde. Es
reflejo del tiempo que pasa y algo que muchos ciudadanos nos preguntamos con
ironía si acaso era motivo de embellecerlo antes de los carnavales. Paseamos por
el Casco Antiguo y reflexionamos sobre la peatonalización de varias calles y
comercios y edificios cerrados. Y dentro de lo cotidiano del día a día escuchamos
conversaciones de ciudadanos comentando que habían dejado de pasar vehículos y
pronto no pasarán ciudadanos.
Qué nos pasa a los extremeños con los plazos y el tiempo que
se tarda en resolver las cosas y los proyectos?. Ejemplos del AVE, de la
Autovía Badajoz-Cáceres, de los plazos desde que se anuncian los proyectos
hasta que se inician y terminan. Es un dicho el nuestro y me causó sorpresa
cuando por primera vez lo escuché por el parque de San Francisco “ave hijo,
ave”. Hoy después de más de 30 años sigo escuchándolo y ya no me sorprende. Lo
que me sorprende es la paciencia que tenemos de permitir que todas estas cosas
nos sigan pasando. Tenemos un problema como ciudadanos en esta sociedad que nos
absorbe. Estamos empezando a normalizar las cosas que vemos y sufrimos y por
eso nos pasa mucho de lo que nos está pasando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario