Sólo han pasado unas horas de los resultados de las elecciones autonómicas y municipales cuando salí a la calle. Me sentía como en una nube. No estaba recuperado aún del descenso del Badajoz y pensaba que tenía que empezar a asumir una nueva derrota. Te cruzas con la gente por la calle y tienes la sensación de estar paseando por el desierto. Hay gente, pero no los ves. Hay ruido y bullicio, pero no lo escuchas. Observas y miras todo lo lejos que se puede, teniendo en cuenta que sólo la amplitud del parque por el que paseas es el espacio que puedes llegar a ver. Es un cúmulo de sensaciones muy raras. Preguntas sin respuestas. Ha vuelto a pasar lo que pasó hace 12 años. Razones parecidas y una realidad. Los ciudadanos han vuelto a hablar y decidir. Como comenté en el blog en 2011, y no se han equivocado.
Hay que reflexionar y hablar sobre esta derrota en las elecciones municipales y autonómicas. Hay que hacerlo porque nos afecta. Hay que reflexionar sobre esta situación en España y en Extremadura a pesar de haber ganado en votos y pensar en respuestas y qué respuestas, porque lo que ha pasado no es la primera vez que nos pasa. Ha vuelto a pasar. Me niego a aceptar que la ideología no es la respuesta, pero los resultados confirman que la ideología cada día puede que esté teniendo menos peso en la decisión de la gente cuando acude a votar. Puede que también hayamos caído en un pragmatismo de forma peligrosa y que nos hayamos dejado llevar por relativizar algunas cosas en las que el ciudadano percibe que no somos suficientemente contundentes. Creo que hemos llegado a un tiempo en la sociedad donde no se reconoce el valor del esfuerzo. El valor del trabajo. Esta sociedad se ha convertido desde hace un tiempo en un cúmulo de intereses de todo tipo y estos cuando se juntan son capaces de romper o derrotar electoralmente a todos los esfuerzos y una buena gestión de políticas para una gran mayoría de ciudadanos.
Y cuando no han pasado ni 24 horas de la derrota, una nueva sorpresa se produce. Elecciones Generales para el 23 de julio. En poco más de 53 días los españoles estaremos votando de nuevo. Hay razones para hacer esto ahora? Si se ha asumido en primera persona los resultados, es razonable someterse al mandato democrático de la voluntad popular, es decir al voto de los ciudadanos. Mejor ahora que esperar a seis meses?. El convocar elecciones generales es un acto de audacia y de atrevimiento. Porque esto es una señal clara de razones para conocer lo que piensan los ciudadanos, pero quizás este escenario se podría haber adelantado o haberlo hecho coincidir con las que se han celebrado. Pienso como Socialista que hay algunas actuaciones que hemos tomado por parte del Gobierno y del Partido que no han sido bien vistas o entendidas por parte de los ciudadanos o no se han sabido explicar. Hay una marea de la sociedad hacia la derecha por la incapacidad de generar confianza desde la izquierda, por una conjunción de intereses económicos y mediáticos muy importantes y por una animadversión que no hemos sido capaces de controlar o querido reconocer.
Es en los tiempos difíciles, cuando más se aclaran y se encuentran las respuestas. Son tiempos para reflexionar y tomar decisiones porque se están sustituyendo los valores por los intereses. Sigo pensando que es muy coherente hacer aquello que se cree y decir aquello que se piensa porque es donde realmente está el valor de la palabra y de las acciones. Como tengo escrito en mi blog, aunque sólo sea para dejar de estar en silencio y como forma de expresar la indignación y la lucha contra la indiferencia que cada día aleja o polariza a más ciudadanos de uno de los mejores argumentos que tenemos las personas, como es la política. Seamos inteligentes y lo demostremos priorizando más en el interés de estar para cambiar.
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