En un paseo por el Guadiana en esos atardeceres de este tiempo, donde mucha gente aprovecha el momento de la puesta del sol y espera desde alguno de sus puentes que el sol conforme un escenario de contrastes, mantenía una una charla con un amigo. Me decía que el río seguía sin ser una de las oportunidades de la ciudad. Es como si la apuesta la hubieran dejado pasar. Es como si hubiéramos normalizado su estado y su progresivo abandono. Es como si ante la imposibilidad de asumir, dejáramos que pasara el tiempo y de nuevo volvieran esas promesas que al final están provocando que sencillamente pase el tiempo y nos olvidemos de que la ciudad podría tener un verdadero corredor verde que ya quisieran tener otras ciudades. Una de nuestras reflexiones incidía en que nos volvía a pasar aquello que sucede cuando el conformismo, la pasividad y la resignación nos invade....ave hijo, ave.
Hace unos días hablaba con una periodista en el que me preguntaba sobre el estado de muchas aceras y parques de la ciudad de Badajoz. Le comenté que casi se podría resumir con una frase su reportaje. Badajoz es la ciudad donde no hay una sola calle donde no haya una baldosa rota, bailando o no exista. Y esto siendo un problema quizás menor sobre el que los concejales del gobierno municipal no prestan la atención que deberían prestar, es una queja permanente de los ciudadanos. Es lo cotidiano, que sin formar parte de los proyectos que se resumen con un titular en los medios, sí aparecen en las conversaciones de la ciudadanía. Porque cómo es posible que si se arreglan, al cabo de pocos meses vuelvan a estar en el mismo estado que se denuncia. Alguien no está haciendo los deberes y no está controlando que cuando se acaba la obra, se acabe en las debidas condiciones. Como el estado de la mayoría de sus parques donde los aparatos donde pueden disfrutar los pequeños se encuentran rotos o en evidente peligro de algún corte, o simplemente no tienen porque hace años que no son renovados. Y podríamos seguir con lo que provocan las raíces de los árboles, donde recuerdo lo que nos decía un día el maestro jardinero: hoy los políticos, en los parques sólo se preocupan de que haya césped y sombra. Badajoz se había distinguido entre otras cosas hace años en unos preciosos parques donde sólo el colorido de sus plantas y la diversidad de sus árboles invitaba a su disfrute con un buen paseo.
Y sin seguir apareciendo en las portadas este tipo de problemas, podríamos seguir con el estado de deterioro, olvido y abandono de proyectos e infraestructuras de la ciudad. Algunos ejemplos lo dicen todo. Las promesas de hace años de la construcción de un centro de salud en el barrio de las Vaguadas. Los retrasos en la concreción del futuro instituto del barrio de Cerro Gordo. Los problemas del centro de ocio y deportivo de Suerte de Saavedra. La situación inacabada del campo de fútbol de Cerro de Reyes. El problema que va para año y medio del muro de las 800 viviendas que sigue sin arreglarse mientras el Ayuntamiento y la Junta se piensan quien lo tiene que arreglar. La situación calamitosa del Parque de la Viña en el barrio del Gurugú. El Centro de Salud de la zona Centro que las grietas algún día provocarán algo irremediable o la situación de la piscina de la Margen Derecha, que algún día si llega, tendrá que replantearse su estado y todos los materiales que allí encierra. Son ejemplos de una gestión ineficaz, donde la desidia, la dejadez o la pasividad se reproduce hasta el punto de que se tuvo que devolver dinero de fondos europeos por no saber planificar ni gestionar en los tiempos que marcan los proyectos y programas.
No sigas reflexionando me decía mi amigo en el paseo. Porque ahora se va arreglar todo. Ya solo tendrán que gestionar su tiempo, porque mucho de lo que estamos hablando lo han privatizado o lo van a privatizar. Hace unos días los representantes de varios barrios de Badajoz me decían que si miramos la hemeroteca hay cosas que se han anunciado dos y tres veces y no se han iniciado las obras. Son las promesas que se renuevan y que después de varios intentos hay que renovar para que se vuelvan a programar. Es complejo gestionar, pero hay que ser responsables y eficaces. Porque no se entiende muy bien que todos estos ejemplos y otros que no caben ahora, y que son problemas que existen en el interior de las ciudades, no encuentren respuestas y soluciones que sí se dan en otras ciudades y por otros gobiernos. Quizás es que el dicho del "ave" sea la respuesta y ello está provocando que dejemos pasar las oportunidades para ser una ciudad de peso y no sólo de paso.
Está todo muy bien explicado y pormenorizado. Y aún te quedas corto.
ResponderEliminarDan ganas de cerrar, y tirar la llave!
Pero los que amamos, y nos duele, a Badajoz, vamos a seguir recordándoselo. Lo malo es que pasan de nosotros: les sobran votos y concejales.