Todas las ciudades y
pueblos guardan en la parte más profunda de su historia una zona dentro de su
territorio que suele llamarse como el casco antiguo o casco histórico. Suele
ser la zona reconocida como el corazón de la ciudad. La parte desde la que nace
todo lo demás. La esencia de la ciudad, por sus años, por su historia y por
todo lo que ello contiene en su interior. Con el paso del tiempo los ciudadanos
lo vamos reconociendo y por ello nos gusta vivirlo como lo nuestro de siempre.
Por ello y en este caso,
hay que comprobar el tiempo que se emplea en escribir y anunciar, y lo mucho
que se tarda en poner en práctica y desarrollar lo comprometido. Viene ello a
relación porque se ha cumplido un año desde que el Pleno del Ayuntamiento de
Badajoz aprobó el llamado “Consorcio integral para la recuperación monumental
patrimonial, social, económica y urbanística del casco antiguo de Badajoz” y
con ello sus Estatutos.
El Consorcio refleja
entre sus muchos objetivos y fines la promoción, dinamización, fomento del turismo
y los usos comerciales, turísticos, culturales y de ocio, incidiendo
especialmente la regeneración social y la revitalización económica que permita
la cohesión, integración y asentamiento social del Casco Antiguo, inteligente,
sostenible y socialmente inclusivo. Hay muchos más objetivos y los Estatutos
recogen también el promover la cooperación y colaboración económica, técnica y
administrativa entre las administraciones y entidades consorciadas. A estas
alturas y después de lo que se ha escrito sobre el Consorcio, todos los
ciudadanos sabemos que se constituye como una entidad de derecho público y que
está integrada por la Junta, el Ayuntamiento y la Diputación Provincial.
Es cierto que las tres
partes se tenían que poner de acuerdo en su participación y en su compromiso.
Tardaron, pero lo hicieron y cada una de
ellas lo aprobaron en sus distintos órganos. El pasado 23 de febrero en una
visita protocolaria el Consejero de Presidencia de la Junta declaraba en
presencia del Alcalde que la firma se produciría en un plazo máximo de diez
días con la presencia de la Presidenta de la Junta. Ha debido ser cuestión de
lo apretado de las agendas, pero después del tiempo transcurrido, por fin se
producirá la firma de las tres Administraciones la próxima semana.
Por eso decía
anteriormente que hay que ver lo que se tarda y sucede entre lo que se dice y
lo que se hace. Porque posteriormente tiene que diseñarse un plan rector para
hacer una cronología de la financiación necesaria para intervenir en varios
ámbitos como en la conservación, la rehabilitación urbanística, la
reconstrucción y mantenimiento del patrimonio histórico. Un Plan que no puede
retrasarse y un Consejo que debe constituirse sin demora, porque el Casco
Antiguo es una reivindicación histórica de hace tres décadas que no puede
convertirse en una historia que sólo lo aguante el papel, porque si otras
ciudades lo han hecho, la pregunta podría ser ¿y Badajoz, por qué no?.
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