Faltan dos meses para
la celebración de las elecciones autonómicas en Extremadura y en otras
Comunidades Autónomas, aunque a los ciudadanos nos parece que llevamos de
elecciones desde hace ya algún tiempo. Serán las distintas convocatorias o que
desde el año pasado no se deja de hablar de otra cosa, pero lo cierto es que
los españoles vamos a estar hablando durante todo un año de procesos
electorales.
Los distintos partidos políticos llevan tiempo perfilando sus
equipos adaptando sus estrategias y éste proceso será distinto, porque hay
sobre el papel más candidatos a terminar como primeros. El campeonato va a ser
más reñido. Y lo que parece meridianamente claro, muy claro, es que se han
acabado las mayorías absolutas.
Y faltando tan sólo dos meses se celebró Pleno
en la Asamblea de Extremadura. El pleno que el Presidente Monago quería
celebrar. Le gusta el estrado. Se siente más importante trasladando sus
propuestas. Cumplimiento del programa electoral. Más, mucho más, pues según
apuntó ha cumplido más del 80% de sus medidas y además el 70% del programa
electoral del PSOE y casi el 50% de IU. Total, podríamos decir que ha cumplido
en conjunto más el programa electoral de otros que el suyo propio.
La
ciudadanía clama por un tiempo nuevo en la política donde plenos y debates de
evaluación, valoración y votación de la gestión de nuestros gobernantes sea la
norma y no sea la excepción. Se imponen no solo nuevas formas y nuevas caras,
sino también más transparencia y más participación.
Nuevos tiempos políticos
donde el político esté más dispuesto a que su gestión y trabajo sean más
transparentes y a abrir las decisiones a aquellos que pueden aportar y ayudar a
que éstas sean más fruto de las aportaciones reales de los ciudadanos, porque se
trata de recuperar la credibilidad en la política y de acertar, asumiendo los
errores porque reconocerlos no debe entenderse como un signo de debilidad, sino
de responsabilidad.