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sábado, 31 de diciembre de 2022

Feliz 2....0....2....3!!!

En estos días estoy repasando algunas de las entradas que cada año por estas fechas escribo en el blog. Siempre me ha pasado lo mismo. Recorro un camino hacia atrás y me detengo a pensar, a reflexionar, a vivir y a compartir esos momentos que han pasado. Algunas cosas no cambian a pesar del tiempo transcurrido. Seguimos necesitando de la relación y el contacto como humanos que somos. Quizás es una de las cosas que más nos han marcado estos dos últimos años El ser humano necesita del afecto o como suelo decir también, pertenecemos a ese mundo y quizás por las fechas que están llenas de recuerdos y de buenos deseos, queremos sentir ese calor para sentirnos más parte de este mundo. Sea la razón que sea, el recuperar el sentido del afecto siempre es una buena razón para estar predispuesto a hacer algo por los demás. Es algo así como nos decía Sampedro "tenemos el deber de vivir la vida....el deber de ser nosotros mismos lo más que podamos, cada uno de nosotros en compañía de los demás....porque solos, somos muy poca cosa"....Cada vez que lo leo y lo hago con frecuencia, me reivindico en que el mejor aprendizaje es la experiencia que vivimos y compartimos.

Nos toca sentarnos y hablar con nosotros mismos. Es una lección que conviene repetir. Ayuda a seguir descubriéndonos ante nuestra conciencia. Hacemos nuestro propio balance y se nos encienden los momentos de la historia personal de cada uno de nosotros. Son unos segundos que recorren nuestro interior. Recordamos y sonreímos, hasta soñamos. Son esos espacios que compartimos y se quedan dentro para siempre. Alguien que no recuerdo su nombre solía decir que todos tenemos secretos que guardamos y que nos llevamos con nosotros hasta el final y que es bueno que sea así, porque no tenemos que compartir todo aquello que solo nos pertenece a nosotros. Es ese caminar por el rio de la vida. Es ponerse a observar esas nubes que avanzan como si formaran parte de un mar donde sus olas te atrapan para hacer que te pierdas en su inmensidad. Son esos momentos donde nos reencontramos con el tiempo del sentido de la vida y de recuperar el ser dueño de tu tiempo y de la libertad.

Como cada año pasa, todos nos marcamos objetivos y deseos. Y dentro de los objetivos cumplidos en este año que en pocas horas se acaba, me siento orgulloso de haber podido hacer realidad uno de ellos. Para mi muy importante. Este Puente de Alconetar se convirtió en libro. Dos volúmenes que han llenado a través de sus páginas todas las entradas que desde 2011 venía publicando en el blog por internet. Un asomarse a las reflexiones, a los sentimientos y al recorrido de las experiencias. Desde una visión autocrítica para dejar de estar en silencio a través de la palabra escrita. Un espacio para acercarse a través de la lectura a los recuerdos y a la experiencia de la vida en sus distintas variables sociales y políticas. Desde la visión con todas las luces largas que ha sido posible. En lo cotidiano y desde lo cotidiano. Aprendiendo y practicando desde el escuchar, porque la palabra adquiere otra dimensión cuando sientes que formas parte de la gente. Hasta puede que sea como me decía un buen amigo: eres muy peculiar, no cambies.

Y con ese compromiso renovaremos propósitos, objetivos y deseos en el próximo año. Intentando ser un poco mejores como frase que me quedó de este nuevo tiempo a trotes entre la normalidad de toda la vida y de la que nos depara el nuevo tiempo que empezamos. Y ojalá de nuevo podamos seguir compartiendo, viviendo, soñando, sintiéndonos.... porque será la mejor señal de que el nuevo año seguiremos siendo nosotros mismos, queriéndonos un poquito más. Por ello y por todas las razones que cada uno podamos encontrar, ojalá todo lo que queramos se cumpla en 2023. Por ello y por mi agradecimiento a todo vuestro apoyo de seguir estando ahí y conseguir cada semana hacer más compartido este Puente que nos une. Brindaré por ello y por seguir compartiendo vuestra amistad. Un abrazo enorme y mucha SALUD.

domingo, 18 de diciembre de 2022

Reencuentro de "kedada"....

Esta semana asistí a un concierto de un cantautor al que tenía ganas de volver a escuchar en directo de nuevo. Paco Ibáñez, al que desde pequeño empecé a escuchar. Siempre me gustó su voz reivindicativa llamando a las conciencias y después de mucho tiempo, sigue manifestándose con la palabra y el canto, lo que viene haciendo desde hace muchos años. El nombre de su gira hace honor a lo que es su carrera musical "Nos queda la palabra". Poniendo voz y música a poemas de autores españoles e hispanoamericanos. La palabra como el reconocimiento de la libertad individual para expresarse, para opinar, para decir lo que cada cual quiera dentro del respeto. Porque siempre que hay respeto y diálogo no hay ningún tipo de violencia. Y así lo decía entre una canción y otra. La palabra, volver a utilizar la palabra para dejar de estar en silencio. Todas sus canciones-poemas tienen mensaje y aunque pesan y pasan los años, lo que no pasa es el sentimiento que transmite. Quizás es que como algunos decíamos, estábamos muchos rojos en el teatro y eso se notaba en el respeto escuchando sus canciones. Sucedió algo que hoy ya no es normal en un concierto, prácticamente no había ningún móvil grabando. Quizás y a diferencia de otros, queríamos disfrutar del concierto y del directo como antes.

Y en ese espacio de lo que puede comunicar la palabra como venimos celebrando desde 2007 en Olivenza, de nuevo volvimos a celebrar nuestro reencuentro de amigos y amigas del "Blog de Guillermo. Así se empezó a llamar al reencuentro en forma de "kedada". Este año le tocó a la ciudad de Cáceres. Aquel año de 2007 un medio nos llamó los blogueros del Presidente. Ya hay muy pocos blogueros en el grupo y también entre los políticos. Por aquellos años era raro el político que no utilizaba esta herramienta. Hoy podríamos decir que lo raro es encontrar un político que la utilice. Quizás por las nuevas tecnologías que se han venido creando, que son más fáciles de comunicar. Pero como decía antes, en estas kedadas, en estos reencuentros anuales seguimos profundizando en el espacio de la amistad, que desde el inicio fue lo que nos empezó a unir, una vez que empezamos a conocernos. Amigos y amigas que nos reencontramos y descubrimos que no solo nos abrazamos y quedamos, sino que compartimos sentimientos y recuerdos porque catorce años dan para ello. Confraternizamos y recordamos experiencias de otras kedadas porque seguimos manteniendo el compromiso y porque nos gusta revelarnos en ese ser como somos.

La kedada tocaba en Cáceres este año y para mí esta ciudad no es desconocida, aunque siempre que iba cuando era un chaval me hacía descubrirla. Nunca termina de conocerse porque siempre sorprende. Tenemos una tierra que rebosa naturaleza, cultura y un inmenso patrimonio. Y en nuestra tierra tenemos una ciudad como Cáceres que es Patrimonio de la Humanidad desde 1986. No es de extrañar para quien la visita que tenga esta declaración, porque sorprende a todo el mundo incluido a los propios cacereños. Toda la ciudad monumental con sus calles empedradas, sus palacios, su muralla y sus torres contienen un legado histórico y único que los extremeños tenemos el enorme privilegio de poder disfrutar. Pero Cáceres dentro de sus edificios no solo encierra historia y cultura. Porque la ciudad se ha convertido en un escenario de "película", porque Cáceres es una ciudad con muchas historias que hoy recorren el mundo.

Y en esas oportunidades que representan nuestras kedadas, nuestra amiga Carmen Torrico, como anfitriona de la de este año nos ha dado la oportunidad de conocer algo más nuestra maravillosa tierra. Mucho más de nuestra historia. Porque hay historias que recorren el mundo actualmente y en ellas se encuentra el Museo Helga de Alvear que tuvimos la suerte de poder visitar. Toda una transformación que está llevando a la ciudad a convertirse en un centro mundial del arte contemporáneo. Desde la primera de sus salas nos quedamos impactados con la enorme lámpara hasta que llegamos a la cuarta. Como nos explicaba quien nos iba introduciendo en la exposición, en la sala de los espejos impactan los mismos porque no sabes muy bien en qué espejo te estas viendo. Es como un reflejo de ti mismo sin saber cual es realmente donde te puedes estar observando. Y en esa dimensión de lo humano y de compartir en el noble espacio de la amistad viéndonos en todos esos espejos que venimos celebrando desde hace años, en ese acto de los reencuentros que constituyen cada una de las kedadas, nos volvimos a comprometer y en 2023 continuaremos la historia desde el bello pueblo del Castillo de Luna.

sábado, 10 de diciembre de 2022

El vuelo de las grullas....

Hace unos días cuando me dirigía hacia mi pueblo me paré un ratito en un camino cerca de la carretera porque comprobé que alrededor de una pequeña laguna había un grupo de grullas. Detuve el coche y me acerqué todo lo que pude a comprobar su paseo y picoteo en una parte del sembrado. Se llevaban al pico algunas semillas o raíces, u otras cosas. En el silencio del momento, tranquilamente pude apreciar la belleza y singularidad de estas aves. Mientras permanecí observándolas también comprobé el vuelo de muchas otras. Un vuelo que es espectacular por su formación en forma de "V" y por cómo al volar todas juntas y unidas, el alcance del vuelo de la bandada consigue que aumente bastante más que si lo hicieran solas. Hace algunos años sólo se podían apreciar a estas aves en determinadas zonas de nuestra Comunidad pero ahora se han extendido y es posible que la tranquilidad y el majestuoso verde de nuestras dehesas haya conseguido ser un espacio donde pueden en libertad escucharse sus graznidos, comprobarse la elegancia de su vuelo y la belleza que permite la cercanía del momento.

Y en esta semana a la que escuché como la semana del "sí", "no", por aquello de que un día se trabajó y al otro se descansó, festejamos un nuevo año el aniversario de nuestra Constitución. 44 años de nuestra Carta Magna. Cuando conmemoramos este día miramos hacia atrás y recordamos aquellos años tan complicados de finales de los 70 y principios de los 80. Y casi siempre sucede que hacemos comparaciones con el tiempo pasado o anterior. Como si todo fuera así de fácil nos olvidamos de que hoy nuestro tiempo pasa más deprisa o eso nos parece, porque somos nosotros los protagonistas por vivirlo. Y reconocemos que cualquier tiempo pasado fue anterior, que el hoy es tiempo vivido y que tenemos el futuro por delante. Pero lo creamos como lo vemos cada cual, el tiempo vivido es una experiencia de la que aprender siempre. Por ello nuestros políticos hoy deberían repasar esa parte de la historia y de cambios en nuestro país. Una parte donde los políticos de entonces antepusieron los intereses del país a los intereses de los partidos. 

Es probable que la dimensión de los cambios de aquellos primeros años hoy tendría otra repercusión por aquello de las nuevas tecnologías. Es creíble que los políticos de entonces tuvieran más claro lo que había que hacer, porque estaban más acompañados por los ciudadanos y menos por las redes sociales. O dicho de otra forma, los políticos de entonces pisaban más la calle a diario y estaban menos pendientes de aparecer en las autopistas de la información, también quizás porque no existían. También había otras necesidades y menos recursos. También había mas conciencia y necesidad de despertar de un tiempo pasado y ni que decir tiene que las ansias de libertad nos hacían caminar para cambiar y avanzar por conseguir derechos.

En el pensamiento de ese tiempo y contemplando el cielo salpicado del vuelo majestuoso de esas grullas reflexionaba sobre algunos de los recuerdos de aquella etapa. Recuerdos donde los cambios que empezaron tenían más profundidad que los de hoy. Eran otros tiempos o es que los ciudadanos los interiorizaban más por lo que suponían de cambio respecto al régimen anterior. Es posible que el cambio que se necesitaba en nuestro país estuviera más relacionado con los problemas de la gente, con la necesidad de reformar, con lo nuevo que significaba la etapa que se abría después de la muerte del dictador. Es admisible que los políticos de hoy estén más influenciados por aparecer y a veces tengo la sensación de que desde que se anuncian las cosas hasta que se hacen realidad pasa demasiado tiempo. Hasta es posible que mi contemplación de las grullas y su maravillosa estampa me esté haciendo reflexionar en exceso, pero pienso que si todos los políticos se dedicaran a observar las formas del vuelo de las grullas y tomaran nota entre otras muchas cosas, igual aprendían a dejar de observarse a sí mismos y podrían ver más cerca la realidad de los problemas de la gente.

domingo, 4 de diciembre de 2022

La peligrosa polarización....

En un desayuno con amigos comentábamos sobre la oportunidad de este final de año para hacer un repaso a algunos de los asuntos más polémicos que habían pasado durante los últimos meses. No se trataba de escribir un artículo para reflejar nuestras reflexiones, tampoco de hablar de lo que nos separa en política, sino que vimos la oportunidad de hablar de tres o cuatro asuntos para valorar y pasar el tiempo del descanso del desayuno. Lo hemos hecho en otras ocasiones y no sólo nos sirve para pasar el tiempo. Nos permite hablar de asuntos polémicos y de contrastar desde las diferencias. Son saludables tanto el desayuno como las conversaciones porque se impone el hablar aún sin estar de acuerdo con los temas por tener ideologías distintas, pero sí desde la base del respeto y no de la discusión. Es posible que la ventaja sea la relación de conocernos, lo que hace poder hablar con normalidad. Algo que en muchos casos y a pesar de conocerse no es posible porque se anteponern los intereses de cualquier tipo, antes que la racionalidad de la palabra.

Uno de los asuntos que más tiempo nos llevó son las discusiones, descalificaciones e insultos que vemos a diario en la parte de los políticos de la extrema derecha en las últimas semanas, aunque ya lo peligroso es que se le ha puesto la etiqueta de normalidad, porque se ha convertido en algo diario en los debates políticos. Sucedió que nos enredamos en exceso y que se convirtió en el asunto de mayor polémica y discusión. Había dos posiciones. La de responder ante la descalificación y el insulto o la de dejarlo pasar para que no se convirtiera en el centro de la discusión. Y aquí se reflejó lo que viene sucediendo en la actualidad en el debate político, aunque nuestro tono y las formas no se traspasó en ningún caso. Y una de las primeras conclusiones que concretamos es que la polarización política se ha extendido tanto que se ha convertido en un alineamiento muy crítico en torno a posturas cada vez más alejadas entre sí, donde la discusión ya no entra en razones para hablar, sino que la discusión se ha convertido en una normalidad que no atiende la posibilidad de razonar, sino sólo la de criticar y la de descalificar. Se podría resumir señalando en que nadie quiere escucharse, sólo criticarse.

Hablamos de mi experiencia parlamentaria durante la legislatura en la que estuve como Diputado en la Asamblea de Extremadura. Les comenté que intervine en cerca de 50 sesiones plenarias debatiendo sobre asuntos mayoritariamente relacionados con el empleo, economía y temas sociales, así como ponente en alguna ley y otras interpelaciones, y nunca nos descalificamos. En ocasiones sigo coincidiendo con quien más debatía en los plenos del partido popular. Nuestras discusiones eran duras y contundentes, pero siempe desde la base del respeto y hoy seguimos hablando recordando aquellos tiempos. Y esta experiencia me servía para reflexionar con los compañeros del desayuno sobre lo que se ha polarizado la política en estos últimos años. Cómo se ha llevado al límite de desacreditar al que es tu adversario político, pero que hoy llaman enemigo. Porque quizás estamos pasando a una polarización de lo afectivo que se está manifestando como mayor apego hacia los partidos y líderes con los que nos sentimos identificados y a una mayor hostilidad hacia los partidos y líderes con los que no compartimos dicha afinidad. Y aquí es donde nos perdemos en la razón, para adentrarnos en la descalificación.

Y aquí surgía la otra cuestión que hoy se debate en muchos coloquíos y debates. Si se responde con las mismas palabras usando la descalificación, la crítica por la crítica o se pasa a la acción utilizando la palabra para buscar la razón y la centralidad del debate, si es posible. Porque seguir utilizando las redes sociales como una oportunidad para el enfrentamiento es seguir entrenando para cada vez más crispar y envenenar el ambiente y conseguir que los que lo provocan hayan obtenido su objetivo, que no es otro que el de tener el argumento para seguir calentando el debate por el mismo camino. Y con este panorama las ideas son escasas y es muy peligroso que todo gire alrededor de la construcción del enfrentamiento, porque la polarización da espectáculo y alimenta la simplificación mientras nadie por el otro lado es capaz de apuntar hacia dónde vamos. Y será la ciudadanía la que lo dirá, pero no es nada fácil saber cual será su reacción, pero lo que es cierto es que nos jugaremos el futuro de todos y algunos seguirán pensando sólo en salvar el suyo.

domingo, 27 de noviembre de 2022

Hablar en silencio....

En estos últimos días donde el otoño ha aparecido para poner un poco más de color a nuestras cercanías, me he reencontrado con algunos pasajes de hace algún tiempo. Un tiempo donde la distancia desde lo recorrido y el trayecto que continúa me hace que me siga reencontrando en el espacio de la reflexión y de los sentimientos. Esta última semana se han celebrado diversos actos para expresar la repulsa y el rechazo hacia la violencia contra la mujer. Siempre hay un momento para pensar cuando se celebra un acto de este tipo. Es algo que forma parte de lo interior, pero que es una manera de responder, aunque la respuesta contra la violencia machista no puede ser nunca el silencio. Las manifestaciones nunca pueden ser en silencio y esto es algo que viene pasando en los últimos años cuando celebramos el 25-N. Se ha dejado de escuchar en las mismas el grito y los mensajes, y aunque no tienen porque ser la característica, es una manera de reivindicar en voz alta compartiendo el rechazo desde la calle con el objetivo de intentar sensibilizar y llamar la atención para ser más contundentes expresando el rechazo a la violencia contra la mujer.

Pasaba la manifestación de Badajoz a la altura de uno de los grandes centros comerciales y en uno de los laterales se encontraban en unas gradas alrededor de un centenar de niños y niñas que estaban cantando. Estaban vestidos con el gorro típico de estas próximas fechas. Mientras pasábamos a escasa distancia de ellos y aunque se encontraban de espaldas se giraron y observaron durante unos momentos a los que estábamos manifestándonos. Me pregunté que pensarían estos niños y niñas. Qué preguntas se harían y si encontraron posteriormente alguna respuesta de sus padres, madres y abuelos que los estaban observando mientras cantaban. Igual hasta yo mismo estoy suponiendo algo que después no se produjo. Acompañado de dos amigos nos preguntamos algo parecido y casi nos interrogamos, porque coincidiamos en que esta sociedad está cambiando tanto en los últimos tiempos que igual el tiempo de preguntarse hasta ha pasado y no nos hemos dado cuenta de que cada vez hay menos preguntas porque cada día más estamos cayendo en el individualismo y ya casi ni nos preguntamos a  nosotros mismos porque miramos hacia otro lado.

En otro de los actos a los que acudí durante la semana sí que hubo preguntas. Un acto organizado por el Consejo de la Juventud de Extremadura y la Agrupación Joven Abogacía de Badajoz donde un grupo de jóvenes se preguntaron en voz alta respondiendo con la mano y posteriormente con sus reflexiones. Expresaron su preocupación por la situación y porque cuanto más tiempo pasa, la violencia sigue y se expresa con más dureza. Se preguntaron y se respondieron sobre el miedo, porque no quieren ser valientes, quieren ser libres. La crueldad de esta lacra social se expande y como expresaron en sus intervenciones, ha aparecido un peligroso camino en los últimos tiempos que se ha comprobado con más realidad durante estos últimos días, como es el de "normalizar" la violencia, la descalificación y el insulto, llevándose hasta un límite insoportable en el discurso político como ha sucedido en el Congreso y en intervenciones de Diputados y Diputadas de Vox, así como otros responsables de la extrema derecha.

Y en ese hablar en silencio por el que a veces todos pasamos, donde nos preguntamos y respondemos desde el interior de la conciencia había que acudir y ser solidarios con el Banco de Alimentos acudiendo como Voluntario. Pude comprobar en las horas que estuve entregando las bolsas y recogiendo los alimentos la solidaridad de la mayoría de los ciudadanos, llamándome especialmente la atención el díalogo que mantuve con una pareja de mayores. "no llegamos a 900€ entre los dos, pero hay mucha gente que lo está pasando mucho peor que nosotros y hemos querido colaborar un poquito". Los seguí con la mirada y cuando se marcharon pude reflexionar unos segundos. Me respondí en silencio aplaudiendo el gesto y el detalle. Pensé que la vida a veces nos muestra espejos desde el que guardar un momento y la experiencia acumulada del rio de la vida te llena de momentos maravillosos como este.

domingo, 20 de noviembre de 2022

Mundial de fútbol....

Mucho se está escribiendo en los medios desde que los dirigentes del fútbol mundial decidieron que se celebrara el Mundial en Qatar. Hay que llamarles dirigentes porque los Consejeros de la FIFA son como los miembros de los Consejos de Administración de las multinacionales que se van a repartir los grandes beneficios antes y después de conocerse la cuenta de resultados. Dará igual el resultado, porque para ellos ya se ha justificado su decisión. Porque esto ha querido presentarse como una votación, pero había una decisión tomada antes de que se supiera el resultado. No importa el que se hayan cambiado las normas y las fechas, da igual que en el país donde se va a celebrar cumpla o no con los derechos humanos, ha dado igual que hayan trabajando migrantes a 50 grados, sin una adecuada alimentación y sin agua potable y sigue dando igual que hayan muerto muchos trabajadores durante la construcción de las instalaciones. Todo esto y más a los Consejeros FIFA les ha dado igual. Ellos no van a cumplir en sus reservados lo que el país tiene prohibido por sus normas. 

Cuando escribo estas líneas reflexiono si ante tanta polémica como la que está suscitando esta celebración y que se sabía que iba a ser así, debe un deporte como el fútbol someterse a todo ello, o es que sencillamente el fútbol dejó hace tiempo de ser sólo un deporte para pasar a ser como mucha gente pensamos a estos niveles, que el fútbol antes que nada, es un negocio y después será otras cosas. Y debemos pensar algo así, por la cantidad de hipocresía y de doble moral que se mueve en estos espacios donde todo se olvida o sencillamente se obvia. Las propias declaraciones del Presidente de la FIFA parecen venir a marcar el territorio cuando ha acusado de esa doble moral a toda Europa. 

Y como si se tratara de una colección de cromos, todo esto que ahora debatimos y denunciamos es seguro que pasará al olvido desde el momento que la pelota empiece a correr. Entonces nos olvidaremos porque el fútbol se convertirá a partir de ese momento en otra cosa y nos sentaremos ante la "caja tonta" y no nos acordaremos de lo que antes denunciábamos. Este mundo lo hemos construido así. No hace falta poner ejemplos porque los vemos en todos los ámbitos. Es como si hubiéramos normalizado el mirar hacia otro lado o ponernos de perfil y en ese sentido sí podría considerarse las declaraciones de Infantino como acertadas. Ya estamos preparando y marcando en el calendario los partidos que queremos o podemos ver. Lo saben, porque por esa razón la FIFA, sus patrocinadores y las grandes empresas implicadas han hecho sus cuentas y la suma de los ingentes beneficios económicos les cuadran.

Los máximos dirigentes del fútbol mundial lo saben y quizás por ello las declaraciones del Presidente de la FIFA veinticuatro horas antes aparte de la polémica generada, busquen también justificar sus buenos ingresos. Lo saben. Saben que a partir de que el árbito inicie el primer pitido la polémica se acaba, porque entonces todos tendremos conversación sobre la que polemizar. De los nuestros y de los que tienen su última oportunidad, pero sobre todo de los nuestros. Porque con el seleccionador que tenemos la polémica está servida, no hace falta nada para alimentarla porque ya se encarga él solito de que la cosa sea así. Le va la marcha y los periodistas están encantados. Pues eso, el fútbol es polémica y esta ya hace tiempo que se convirtió en protagonista. Si no existiera habría que crearla, porque a todos nos encanta y así todos creemos saber algo de todo....es la doble moral, esa de la que tanto se practica y no queremos reconocer.

sábado, 12 de noviembre de 2022

Otra cumbre climática más....

En los últimos años por estas fechas he estado escribiendo en las entradas del blog sobre la cumbre o conferencia del clima. En alguna de ellas he titulado "entre lo que se dice y lo que se hace". Y durante estos días se está celebrando una cumbre más. Una nueva cumbre con nuevas o las mismas declaraciones pero con otras palabras, que no nuevos compromisos, porque siguen siendo los incumplimientos las características de las cumbres, además de las declaraciones grandilocuentes. Vuelve a insistirse en casi lo de siempre, pero cada año que pasa sin actuarse sobre lo comprometido, es un nuevo tiempo perdido que no se recuperará. Porque las declaraciones están muy bien, pero se necesitan actuaciones, porque la emergencia climática no hay que declararla, hay que activar mediante acciones el que cada país asuma y cumpla porque de nada vale el que unos cumplan reduciendo sus emisiones, si los demás no cooperan. Aquí no se trata de unos o de otros, se trata de todos, aunque evidentemente los que más contaminan son los que más tienen que reducir sus emisiones y activar nuevas actuaciones. 

Durante estos últimos meses hemos visto imágenes de los cambios que están sucediéndose. Ahí están los cambios que están sucediéndose con el deshielo de los glaciares. Hemos comprobado las intensas olas de calor de este último verano. Estamos viendo las imágenes de nuestros embalses y su situación derivada con los descensos de las reservas de agua. Los cambios y afectación en los sectores de la agricultura, la ganadería y la pesca repercutiendo la gravedad  en los mismos por los aumentos de temperaturas, afectando a nuestras producciones tradicionales así como a la vegetación y en el caso de la pesca a las especies nativas y por otro lado como consecuencia negativa a las especies invasoras que se expandirán. Podría seguirse con una larga lista de las repercusiones que tiene para la salud, como así reconoce la propia OMS : El cambio climático ya está afectando a la salud de muchas maneras, por ejemplo, provocando muertes y enfermedades por fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes, como olas de calor, tormentas e inundaciones, la alteración de los sistemas alimentarios, el aumento de las zoonosis y las enfermedades transmitidas por los alimentos, el agua y los vectores, y los problemas de salud mental.

En la cumbre del pasado año, el Secretario General de la ONU decía "es el momento de decir basta. Basta de brutalizar la biodiversidad, basta de matarnos a nosotros mismos con carbono, basta de tratar a la naturaleza como un retrete y de cavar nuestra propia tumba". Y de nuevo este año, ha vuelto a asumir la responsabilidad con una frase muy contundente "la humanidad tiene una elección: cooperar o morir. Es decir, o un pacto por la solidaridad climática, o un pacto por el suicidio colectivo"....Cada cumbre revisa, analiza, evalúa los compromisos adquiridos en relación con la reducción de emisiones de gases y podríamos decir con suave ironía, que los Jefes de Estado, Primeros Ministros y máximos dignatarios de las más de doscientas delegaciones se analizan a sí mismos y alimentan sus egos, porque de sus declaraciones y compromisos podría volver a repetirse aquello de la diferencia entre lo que se dice y lo que realmente se hace.

En estas fechas donde el otoño huele a castañas asadas, hace unos días me acerqué a uno de los puestos donde se venden. Otros años por estas fechas apetecía acercarse un ratito al calentito de las estufas mientras se iban asando. Me percaté de que el castañero estaba en manga corta de camisa y pensé que esto no me había pasado antes. Durante el camino de vuelta mientras degustaba las castañas me propuse reflexionar sobre ello de nuevo en el blog, para volver a insistir en que el cambio climático no va a llegar, porque ya lo tenemos aquí. Y mientras el calentamiento del planeta no para  y los ciudadanos del mundo estamos sufriendo las consecuencias de las declaraciones de cada año y su no actuaciones, reflexionaba en silencio diciéndome a mi mismo que cada día que pasa asistimos impotentes a ser un poco más cómplices todos, mientras deliberamos a quien le corresponde pagar los platos rotos del cambio climático....como decía el castañero: si seguimos así, pronto no tendremos castañas que asar, no hará falta!.

domingo, 6 de noviembre de 2022

El ejemplo de ser solidarios....

Ahora se están cumpliendo los 25 años de la trágica riada de Badajoz y de Valverde de Leganés y sigue siendo difícil olvidar aquellos días, sobre todo para las personas que sufrieron la pérdida de sus familiares, de algunos vecinos o como se está poniendo de nuevo de manifiesto por los propios afectados que vivían en la zona y que salvaron sus vidas por cuestión de segundos. Aquél día marcó un antes y un después que de nuevo a pesar de los años, se hace público con las entrevistas y documentales que los medios han recordado, así como con los testimonios de algunos de los propios vecinos de la Barriada del Cerro de Reyes. Aquellos días también fueron un mar de solidaridad desde todos los puntos de nuestro país y un ejemplo de colaboración desde los distintos responsables políticos en sus distintos niveles, dando un ejemplo y comprometiéndose sin tener en cuenta el color político, sino priorizando sobre lo que había que actuar de forma inmediata. Había que poner por delante la prioridad de las personas que sufrieron las pérdidas de sus seres queridos y de los bienes de los vecinos que perdieron su vivienda y con ello tuvieron que retrasar sus proyectos alterándole su medio de vida.

Pude comprobar y vivir durante los primeros días como llegaban camiones con alimentos y ropa a la zona. La solidaridad desde todos los puntos se desbordó y aunque ya nada podía volver a recuperar lo perdido, los afectados pudieron al menos tener un espacio donde poder vivir con un poquito de dignidad esos primeros días. Recordar lo que pasó es un ejemplo de lo que se está haciendo en estas fechas con motivo de los 25 años de aquellos desgraciados primeros días de noviembre del 97. Conozco a algunos de los que lo sufrieron en primera persona y sigo notando en la expresión de sus caras, que han pasado años, pero que un suceso así no se olvida. Que hay que recordar para que no nos olvidemos de los que la riada se llevó por delante y también para que haya mejoras en la zona. Porque siempre tenemos que aprender de la historia y este suceso es una experiencia de la que también tenemos que aprender, porque se ha vivido y se sigue sufriendo.  

Como sucedió entonces, estos últimos años la palabra solidaridad ha vuelto a tomar aliento. Ahí está el ejemplo del comportamiento de muchos colectivos con el covid y con la guerra de Ucrania. Nunca será suficiente y ya nada será como antes, pero esos ejemplos siguen siendo titulares, aunque duran poco en la memoria de este mundo que a la velocidad que avanza, no nos deja pararnos a mirar hacia atrás. A veces me asalta la duda de si aquello que la gente asume, acoge o entrega voluntariamente es reconocido y valorado como un buen gesto o una buena acción. Lo que sucedió hace esos años, sí que produjo una ola inmensa de compromiso, colaboración y reconocimiento. Hoy la sociedad quizás porque tengamos más recursos, a veces no expresa ese reconocimiento como entonces se produjo. Quizás es que las tragedias sensibilizan y como esas grullas que vuelan en una de las rotondas del barrio, vuelven sin preguntarse porqué lo hacen. Quizás para que se sepa y se recuerde que cuando todos empujan en la misma dirección, la fuerza es mayor y ese puede que haya quedado como un ejemplo de ese espacio de la solidaridad que todo el mundo tuvo.

Por eso y coincidiendo con esta reflexión después de todos estos años, no deja de seguir sorprendiéndome el egoísmo y la avaricia de los poderosos de la banca y de las grandes eléctricas. Hace pocos días se hacían públicos los resultados de los nueve primeros meses del año de los principales bancos españoles, donde sus cifras de ganancias se han incrementado en más del 30% en lo que va de año. Las eléctricas no paran de seguir ganando a pesar de las medidas del Gobierno y de los controles. Podría decirse que nunca han tenido unos beneficios tan millonarios que chocan con la situación económica de las familias. Durante aquellos años de la riada no hacía falta casi pedirles, todos se pusieron a disposición de los Gobiernos para colaborar y ejercer de forma solidaria su colaboración. Quizás había más control que hoy por parte de los Gobiernos ante estos acaudalados. Hoy la situación es otra. Mueven otros intereses a estos poderosos y así está siendo el ejemplo de su "solidaridad" con el país. No quieren repartir sus beneficios con quien de una o de otra forma, les han ayudado a conseguirlos. Es su forma de comportarse y de ser solidarios....que no se nos olvide!

domingo, 30 de octubre de 2022

De aquellos años....a hoy.

Ahora que se cumplen 40 años de la victoria por mayoría absoluta del PSOE en nuestro país, leía y buscaba alguna comparación o cambios con aquel famoso vídeo del 82, del que hay que decir que hasta el día de hoy no se ha encontrado un título que lo mejore. "Por el cambio". Puertas y ventanas que no paraban de abrirse. Aire fresco, limpio y ganas de cambiar. Aquel otoño tenía otro color. Tiempo con olor de libertad. En aquel tiempo el programa electoral de aquellas elecciones se contenía en 47 páginas y lo leíamos todos. Hoy los programas electorales no se los lee casi nadie, quizás es porque son tochos de más de 300 páginas. De aquellos años aún seguimos escuchando la mejor sintonía que se ha podido hacer. Hoy la versión puede ser más moderna, pero sigue sonando bien. Entonces aparecía el puño y la rosa, ahora en los canales oficiales de las redes sociales ya no aparecen. Una fecha que marcó el inicio del cambio de nuestro país hacia un Estado en plena expansión de vida democrática y de consecución de derechos sociales. Se iniciaban años llenos de esperanza y con la democracia, la libertad se intensificaba en todos los ámbitos y afectaba también a la música, que es siempre un reflejo y una seña de un tiempo determinado. 

Cuatro décadas y cómo ha cambiado nuestro país. 40 años de cambios sociales y de progreso. Quizás es que la perspectiva no debería ser de tantos años, porque una gran parte de la sociedad actual con sus nuevas generaciones sólo ha podido leer o escuchar los cambios que se han producido y en las circunstancias que se iniciaron. No lo han vivido y en alguna ocasión ha salido aquello de que es como si todos esos cambios se hubieran producido porque así ha querido la naturaleza, por decirlo de alguna manera. Y es que pienso que a veces no le damos suficiente valor a lo que han costado algunas cosas. Quizás es una de las consecuencias de este nuevo tiempo. Tiempo de derechos y deberes, pero hoy el ejercicio de pensar casi exclusivamente en lo de cada uno, consigue que lo que se logra con el esfuerzo de todos quede como en un segundo lugar. Aquellos días fueron las ganas de cambio y de libertad lo que consiguió que el pueblo masivamente fuera a votar, hasta el punto de que no se ha superado el porcentaje de participación de aquel año aún, el 80%.

Hace unos días que se viene hablando de esta conmemoración. Hay una frase que se repite por parte de muchos responsables del Partido. Es esa que sueltan de "el PSOE de ayer, de hoy y de siempre". Creo que es una frase hecha y que se utiliza con frecuencia porque al final es como un modo repetitivo sin más. Entiendo a los que la repiten, pero aquí se podrían decir muchas cosas si comparamos el ayer con el hoy. Los tiempos han cambiado y los actuales dirigentes del Partido se encuentran en la necesidad de encontrar mensajes frescos que vuelvan a conectar. Se quiere extender a veces la polémica entre los que lideraron los grandes cambios de aquellos años y los que lo lideran hoy. Y a veces tengo la impresión de que a algunos esa polémica los alimenta. Es como si unos y otros en determinados momentos recurrieran a ello, cuando deberían tener en cuenta que hoy el conocimiento no se pierde, sino que se acumula, y por ello contar con todo el patrimonio que tiene una organización siempre la hace progresar. Y aquí es difícil valorar esa situación porque en ocasiones la mezclamos y no nos ponemos de acuerdo con el significado de otra frase que dice "no todo tiempo pasado fue mejor, lo mejor está por llegar".

Hace unos días en las Jornadas de Participación Ciudadana y del Movimiento Vecinal conversaba con un compañero con el que comparto muchas cosas desde años y me decía que lo que habíamos llevado a cabo en los últimos meses había sido muy enriquecedor a nivel personal y que le había servido para reflexionar e identificarse aún más en la necesidad de poner en valor a esa inmensa minoria que piensa por si misma. Hoy sin esas necesidades y urgencias de aquellos primeros años de los 80, donde las ganas de cambiar eran por sí sola una gran razón, comprobamos como nos estamos dejando influir por lo que piensa o hace la mayoría y nos olvidamos de reivindicar a esa inmensa minoría que no se deja llevar por ese pensamiento y esas influencias y quiere seguir opinando por sí misma, algo muy complicado pero muy necesario en estos tiempos, donde el pensamiento único parece haber monopolizado el espacio de la reflexión, cuestión sobre la que el PSOE tendría mucho que decir y reflexionar.

domingo, 23 de octubre de 2022

Revitalizar el movimiento vecinal y ciudadano....

Desde hace un tiempo venimos hablando de los cambios que ha experimentado la sociedad en la que compartimos y convivimos. También con ello y como parte de la misma, hemos cambiado los ciudadanos. Hoy estamos creando una sociedad donde prima el individualismo y de alguna manera el egoísmo. No voy a recordar por ello aquello que se decía de que cuando saliéramos del covid seríamos mejores. No me refiero a ello, aunque no tengo dudas de que estos últimos años también tiene que ver lo que aún hoy sufrimos. Pero es cierto y lo he dicho en alguna ocasión que pensamos poco en lo que es de todos, cuando si lo hiciéramos estaríamos colaborando a trabajar más y mejor por lo que es de todos, por lo público y también por aquello de lo que nos afecta como ciudadanos sin ser servicios públicos esenciales. 

Y en relación con ello también hay otros ámbitos de actuación y preocupación en la ciudadanía. Son ámbitos que forman parte de una nueva cultura de la sociedad y de esos cambios que la propia sociedad nos marca. Podrían ser entre otros muchos, nuestra preocupación por lo que nos puede unir como es el patrimonio de una ciudad como en la que vivimos. Un patrimonio y una cultura por descubrir y unos recursos que deberían formar parte de nuestra preocupación por el patrimonio natural que en el caso de Badajoz tenemos la suerte de tener, como es el Guadiana. Dos ejemplos para reivindicar y al que las Administraciones deberían dedicar más inversión y más esfuerzo para que no se encontraran en las condiciones que están. Esto son sólo dos ejemplos que en muchas ocasiones pueden catalogar y caracterizar la preocupación de quien puede y debe acometer actuaciones para que ese inmenso patrimonio que se tiene y que por tanto no hay que construir, se deba conservar y mantener. 

Y dentro de esas preocupaciones de la ciudadanía, desde las Asociaciones de Vecinos que recientemente hemos constituido una Coordinadora, nos hemos propuesto trabajar por aportar y sumar. Porque la experiencia nos dice que caminar solos es complicado y difícil, que creemos que es mejor ir acompañados y estar unidos por el objetivo de revitalizar el movimiento vecinal. Porque nos une nuestra preocupación por nuestros vecinos y ciudadanos. Porque nos suma el compartir problemas y tratar de encontrar respuestas en forma de soluciones dentro del ámbito de nuestras competencias como Asociaciones. Nos une el poner en común los problemas y las desigualdades de nuestros barrios y de la falta de infraestructuras para nuestros niños, jóvenes y mayores, dependiendo del lugar donde vivimos. Nos ha unido el sumar para poner nuestro granito de arena para que en nuestra ciudad tengamos mejores y más recursos, para en definitiva hacer de Badajoz y sus pedanías una ciudad de futuro, pero entendemos que tenemos que profundizar y por ello queremos compartir con las Administraciones los problemas que conocemos para que la frontera de la desigualdad no se agrande.

Este tiempo nuevo es un tiempo para ser compartido, porque hoy la sociedad civil no quiere sólo que les cuenten, quiere contar y no sólo hacerlo una vez cada cuatro años. Por eso hemos reivindicado en las Jornadas de Participación realizadas el derecho de participación. Desde el principio de que participar es un derecho que nos compromete, que nos implica, que nos refuerza y fortalece y que nos hace mantener una actitud comprometida y responsable. Por ello, entre otras razones también hemos pedido que desde las Administraciones se fomente la formación para tener una Asociaciones que pueden desarrollar un papel vertebrador social y cívicamente para construir una mejor ciudad donde todos y todas podamos sentirnos más activos y comprometidos.

Y en la Jornada celebrada hemos compartido inquietudes y hemos convivido para que viviendo cerca no nos sigamos sientiendo lejos. Ha sido un día muy necesario y algunos de los que han intervenido lo han definido como histórico, porque entre otras razones hacía más de 25 años que no se hacía una Jornada como la que hemos desarrollado, donde se ha vuelto a comprobar la necesidad de que los políticos escuchen y se pongan las pilas, porque hoy la participación de la sociedad civil ya no es como antes y porque una Comunidad implicada y comprometida, es uno de los mejores argumentos para hacer posible un proyecto de ciudad más responsable social y medioambientalmente, y para que el conjunto de la sociedad y sus Instituciones puedan desarrollar sus proyectos políticos razonablemente mejor, porque #JuntosHacemosCiudad.

domingo, 16 de octubre de 2022

#ParticiparEsUnDerecho....

En una de las entrevistas que hacía en esta última semana sobre la próxima celebración de las I Jornadas de Participación Ciudadana y Movimiento Vecinal que estamos organizando desde la AA.VV. de mi barrio, me preguntaba un periodista por algunas de las razones por las que los ciudadanos no participan en las Asociaciones. Lo aplaudía por esa pregunta que nosotros mismos nos preguntamos. ¿Por qué nos cuesta tanto a los ciudadanos colaborar y comprometernos para tomar iniciativas y pasar de ser un movimiento de afectados para ser un movimiento de ciudadanos practicantes de derechos y deberes?. Porque la participación ciudadana es parte esencial en un sistema democrático generando espacios que contribuyen a que los derechos de los ciudadanos sean realmente reconocidos y ejercidos, siendo esta capacidad de poder participar en la vida de la Comunidad en la que vivimos y pertenecemos, fundamental para el desarrollo humano. Le decía al periodista que estas preguntas forman parte de algunos de los objetivos que perseguimos en esas Jornadas.

Hace unos días un gran número de Asociaciones de Vecinos constituimos una Coordinadora para sumar y compartir, comprometiéndonos a reforzar el ejercicio del derecho de participación y lo que hoy podríamos llamar los nuevos derechos de ciudadanía. Porque estamos en un tiempo nuevo que va de compartir. Hoy la sociedad está cansada de que les cuenten, quiere contar y no sólo una vez cada cuatro años. Por ello, es necesario crear una sociedad civil despierta y con posibilidades de ejercer control e influencia, creando ámbitos dinámicos, diversos y flexibles de comunicación entre las Asociaciones de Vecinos y de la sociedad civil con el fin de establecer espacios y medios de participación, siendo este uno de los objetivos para generar liderazgos compartidos para ser reconocidos y valorados. Y precisamente esta debería ser una de las razones desde las Administraciones para fomentar esos espacios, porque una sociedad civil dinámica y de progreso, es uno de los mejores argumentos para hacer más posible y viable un proyecto de ciudad más comprometida social y medioambientalmente y para que el conjunto de la sociedad y sus instituciones puedan desarrollar sus proyectos razonablemente mejor.

Hace algún tiempo me pregunté por qué se han creado en los últimos años infinidad de Asociaciones y Plataformas Ciudadanas. Si se hiciera algún tipo de encuesta, es seguro que habría varias conclusiones sobre ello. Es posible que entre las mismas se encontrara aquella que dijera que hubo un tiempo que quienes las tenían que representar y defender dejaron de hacerlo. Porque hubo un tiempo donde las reivindicaciones se escuchaban y llegó un momento que dejaron de escucharse de la misma manera, y a partir de ahí, desde el esfuerzo y la conciencia ciudadana empezaron a crearse asociaciones de todos los ámbitos y de todas las tendencias. Siempre nos encontraremos razones y alguna de ellas tendrá que ver con la política y con su interés. Pero hay que compartir que desde la base del respeto y del diálogo se pueden encontrar respuestas para estas preguntas, porque es cierto que todo tiene una referencia en el ámbito de la política, pero hay que marcar y diferenciar con principios básicos la autonomía y posición ideológica que cada uno podamos tener.

La sociedad ha experimentado grandes cambios en los últimos años. También los ciudadanos hemos cambiado. Hoy tenemos que convivir con una sociedad donde prima en gran medida el individualismo y el egoísmo. Pensamos poco en lo de todos, cuando si lo hiciéramos estaríamos colaborando a trabajar y estar más comprometido por lo que es de todos, por lo público y no me estoy refiriendo sólo a lo mas esencial como son los servicios de salud, de educación o de los servicios sociales por poner algunos ejemplos. Me refiero también en el ámbito ciudadano a lo que nos encontramos en muchas de nuestras ciudades que tienen que ver con la falta de infraestructuras que generan que cada día la frontera de la desigualdad, lejos de acercarse, se agrande. Y aquí las Asociaciones podemos jugar un papel importante porque tenemos propuestas, pero para ello hace falta que las Administraciones más cercanas al ciudadano se lo crean y cumplan con lo que hoy entendemos como el derecho de participación. Participar hoy no es conceder una subvención para realizar una actividad y pensar que ya se ha cumplido con ello por parte de la Administración. Participar hoy es creer en el derecho de participación y fomentar de esta forma el papel que podemos y debemos cumplir para desarrollar unas ciudades y pueblos más vertebrados social y cívicamente. #ParticiparEsunDerecho. #JuntosHacemosCiudad

domingo, 9 de octubre de 2022

No puede ser....

En esta última semana nos ha resultado complicado no hablar, escuchar o ver un vídeo que se ha difundido por las redes sociales y donde los chicos del colegio mayor Elías Ahuja, insultan y agreden verbalmente a las chicas del colegio de enfrente llamándolas con todo tipo de improperios por quedarnos solamente en esa calificación donde puede caber de todo. Al parecer y por las informaciones que se han estado publicando, forman parte de las "tradiciones". Tradiciones conocidas por la dirección del colegio y en la que hemos podido escuchar a algunas de las chicas a las que van dirigidos estos incalificables gritos como que conocían y asumían porque formaba parte de la tradición. Creo que todo esto es muy peligroso y nunca unas tradiciones deberían cruzar las líneas rojas de la educación y del respeto hacia los demás, porque entonces estamos hablando de normalizar algo que es brutal y que como tal calificación hace muchísimo daño y da una imagen nefasta de esos jóvenes y de ese colegio, donde aún más y por ser un centro educativo, debería prevalecer el respeto y la educación.

Hace unas semanas y en estas páginas escribía sobre la normalidad y la normalización y entre otras cosas, remarcaba lo peligroso de considerar normalidad todo aquello que nos afecta como ciudadanos. Y lo que ha pasado en ese colegio donde se llama tradición a lo que no tiene nombre, nos afecta a todos y todas. Y algunos nos preguntamos ¿cómo es posible que todo esto siga enmarcándose dentro de la tradición y se siga permitiendo por la dirección del colegio cuando se conocían estos vídeos de otros años ?. Una periodista de uno de los medios más escuchados del país, se preguntaba en antena sobre ¿qué es lo que estamos haciendo mal, que es peor todavía, para que se siga calificando de tradición lo que es machismo y cultura de la violación?. Cuando tenemos que enfrentarnos a cosas como estas y las interiorizamos no podemos permitir que esto quede como algo anecdótico o tradicional, porque entre otras razones los protagonistas de esta incalificable historia real son chavales que pueden ser algún dia el futuro del país.

Cuando cada vez que se produce un asesinato por violencia de género y al día siguiente nos concentramos en la puerta del trabajo durante un minuto que permanecemos en silencio, observo las caras de los ciudadanos que pasan por delante. Pasan por delante en una actitud de respeto como muestra de solidaridad con lo sucedido. Podrían sumarse a los que permanecemos de pie, pero desde su responsabilidad muestran su silencio. A veces escucho que ese minuto no sirve de nada. Y suelo responder que lo que no sirve de nada es permanecer callado sin manifestar nuestra repulsa de forma pacífica y en silencio, que a veces es la mejor forma de mostrar nuestra respuesta.

Es posible y debemos creerlo que será así, que esta historia no tengamos que volver a vivirla. Es posible que lo que vemos y escuchamos cuando se producen debates entre algunos políticos no vaya a cambiar por aquello de que seria como considerarlo anormal después del proceso de asunción de normalidad a la que nos han acostumbrado. Hay veces que las diferencias políticas no deberían ser un obstáculo para denunciar este tipo de actos que han sucedido en esta semana en ese colegio y responder de forma unánime denunciando esta cultura de la violación, pero cada vez me surgen más dudas cuando escucho decir a la Presidenta de la Comunidad de Madrid declarando que lo que "se está es desviando la atención de otros asuntos de interés", y es entonces cuando  recuerdo cada día ese minuto de silencio a las puertas de mi centro de trabajo.... NO puede ser, NO.

domingo, 2 de octubre de 2022

La soledad no deseada....

Salí a caminar un rato por la tarde y estando conectado a la radio, me pareció escuchar una voz a mis espaldas. Me volví para atrás para comprobar si era el ruido del tráfico o si efectivamente había escuchado una voz pidiéndome ayuda. Se trataba de un hombre mayor que andaba con dificultad y que llevaba en sus manos dos bolsas de basura. Me acerqué y le pregunté si necesitaba algo. Me pidió que le cogiera las dos bolsas de basura que llevaba. Yo estaba acompañado de un compañero en el paseo, le cogimos las bolsas y la depositamos en uno de los contenedores. Antes de alejarnos, escuchamos de nuevo su voz. Apreciamos un gesto en él y antes de despedirnos nos dirigió unas palabras de agradecimiento por nuestra ayuda. Unas palabras de gratitud que nos hicieron reflexionar. Seguimos en el paseo y se nos hizo difícil no pensar durante el camino en ese momento. Nos hacíamos preguntas y estuvimos hablando de algo relacionado con lo que habíamos comentado hace unos días en nuestra Asociación de Vecinos. Cuántos mayores habrá en las ciudades que vivan solos?. Cuántos de nuestros mayores se encontrarán en una situación de soledad no deseada?. Cuántos mayores no saldrán a la calle a diario porque no se atrevan o puedan y lo hagan dos o tres días a la semana, como pudo ser el caso del señor al que ayudamos?.  

Las cifras del INE recogen que en nuestro país hay más de 9 millones de personas mayores de 65 años, que es prácticamente el 20% de la población total. El número de personas mayores de 80 años también sigue en aumento y las previsiones indican que para el año 2050, las personas mayores de 65 años representarán más del 30% del total de la población española. También se recoge que más personas mayores viven en las ciudades y que el índice de envejecimiento es mucho más acentuado en el mundo rural. Con estos datos y su previsión se pone en evidencia la situación de vulnerabilidad de nuestros mayores y que lo que ya se llama la epidemia de la soledad no deseada, es una realidad que exige la puesta en marcha de estrategias públicas para garantizar el cuidado de nuestros mayores. Otro dato que ha agravado la situación ha sido la pandemia de la covid-19 a causa del aislamiento social, porque las relaciones familiares que juegan un papel importante en los cuidados de larga duración han tenido que llevarse a cabo de forma no presencial. Todos los expertos coinciden y la propia Organización Mundial de la Salud considera la soledad no deseada una cuestión de salud pública porque puede tener efectos importantes en la salud de las personas.

Así como en los pueblos es fácil identificar situaciones de soledad no deseada, en las ciudades es cada vez más difícil. Por ello se hace imprescindible actuar y concretar estrategias. Abordar la realidad de la soledad no deseada necesita de un enfoque transversal coordinado entre las distintas administraciones públicas, junto con organizaciones, Universidad, tejido social y asociativo porque en las distintas zonas de una ciudad se dan situaciones diferentes. La situación no es la misma en todos los barrios y la frontera de la desigualdad se hace más profunda dependiendo del nivel de preocupación y de infraestructuras de las Administraciones. Por ello hay que sensibilizar e implicar al conjunto de la sociedad porque por esta realidad vamos a pasar todos y todas. Hay que promover esa sensibilización social con valores de inclusión y solidaridad, con actividades comunitarias y culturales, creando espacios de encuentro para facilitar relaciones sociales desde una visión integral y colaborativa de forma intergeneracional para lograr un envejecimiento activo y lo más saludable posible.

Por eso cuando en algunos de los encuentros con asociaciones hemos tocado este asunto, nos damos cuenta de la profundidad y realidad de este problema. Tenemos la oportunidad de elevar la voz para pedir ayuda. Es una realidad y no podemos dejar de escuchar la voz de esa persona que salía a la calle sólo para depositar dos bolsas de basura y posiblemente no podría haberlas depositado en el contenedor. Este no debería ser el problema ni el resumen de esta realidad que hoy sufren muchos de nuestros mayores. Cuando no tenemos identificado el problema no podemos encontrar respuestas para su solución. Aquí en este caso, sí hay un problema identificado al que no se puede dejar de prestar atención. Porque las preguntas que hacíamos al principio no pueden esperar más para tener respuestas. No se trata de que se nos ponga el vello de punta cuando escuchamos o vemos la noticia en un medio de una persona que ha fallecido viviendo sola. No es la voz pidiendo ayuda, es un problema al que hay que dar respuestas, porque el problema hoy no son los años. El problema hoy es que cada día hay muchos Alfredos y cada vez más en nuestros pueblos y ciudades viviendo esa soledad no deseada.

domingo, 25 de septiembre de 2022

La polémica de los impuestos....

Tengo un buzón de Correos a escasos 50 metros de mi portal y en ocasiones me hace recordar otros tiempos. Ya no se depositan cartas ni presta el servicio que prestaba hace algunos años. Ahora incluso su color ya no es ni amarillo ni verde, es azul. Ahora el buzón que funciona es el digital., donde almacenamos todo tipo de correos y archivos, pero donde también nos perdemos porque terminamos por olvidar lo que contiene. Pensaba en esos tiempos donde Correos cumplía una importante labor social universal y donde era un servicio público reconocido por los ciudadanos. Nadie llegaba a donde llegaba Correos. A través de las comunicaciones de cartas y tarjetas acercaban a los ciudadanos, facilitando la conexión, sin necesidad de estar conectados a través de una red. La red de entonces era completamente pública y no hacía falta casi pagar para estar conectados. Se prestaba obligatoriamente en la totalidad del territorio durante al menos cinco días a la semana. Hoy el servicio de Correos lo tienen bastante desmantelado y aunque no ha perdido toda su esencia, es como si hubiera dejado de ser un Cuerpo. Antes decíamos "somos del Cuerpo de Correos". Creo que se nos reconocía así por la Ley de Cuerpos de Correos y Telecomunicación de1978.

Casualidad del pensamiento, en estos días aparecía en una página de opinión un artículo sobre Correos. Se preguntaba el articulista ¿ cuánto de aquel espíritu de servicio permanecería todavía detrás de la actual y semiprivada cornamusa de perfiles digitales, de pantallas y tablets, empleados eventuales y códigos de seguimiento?....por poner algunos ejemplos. Poco o casi nada, la verdad. Antes casi todos los trabajadores eran funcionarios, hoy la mayoría tienen contratos eventuales y muchos de ellos para dos o tres días y fines de semana. Los Sindicatos vienen denunciando el proceso de desmantelamiento del correo público español que desde hace cuatro años viene promoviendo el actual Gobierno. Recuerdo movilizaciones, compromisos y esfuerzos realizados desde los Sindicatos defendiendo el Correo público. Siempre hubo una intención de privatizar el servicio y siempre nos enfrentábamos con el Gobierno que fuese defendiendo su carácter y entidad como servicio público y hoy cuando hablas con algunos de los compañeros que aún trabajan te lo dicen todo "nos han cambiado tanto, que ya no somos ni tenemos Cuerpo".

Puede parecer que el asunto de Correos no tiene nada que ver con la "guerra" en la que el Gobierno y alguna Comunidad Autónoma están enfrascados en estos días. Ahora van a entrar todas, porque cuando tocan lo de cada uno, ya tienen asunto para hablar. Han creado una polémica y ahora está el tema entre las prioridades de nuestros políticos. Es el asunto de los impuestos y a veces me lo pregunto, porque tengo la impresión de que no se quiere hablar del porqué de la finalidad y los objetivos de los impuestos. Puede que sea porque es polémico y muy dado a marcar diferencias. Mucho más en estos momentos donde la gente lo está pasando como lo estamos pasando y donde se presta a todo tipo de interpretaciones maliciosas e interesadas. Cuando defendíamos lo público siempre hacíamos una llamada para relacionarlo con los impuestos y decíamos que Correos seguiría siendo un servicio público mientras no se cuestionara su esencia de ser un servicio para atender a todos los ciudadanos independientemente de su clase social o donde tuvieran su residencia. Y esa es la naturaleza e identidad de cualquier servicio público porque lo sostenemos los ciudadanos con nuestros impuestos.

Y es por eso que el tema de los impuestos es polémico y siempre se eterniza de forma interesada porque interesa. Porque nadie se pone a hablar de cómo afrontar la forma de contribuir a la caja común y de la necesidad de un sistema tributario no sólo justo, sino que contemple la realidad económica, social y laboral del siglo XXI y no de la de hace 40 años. Por eso tengo la impresión de que siempre que se habla de impuestos se hace pensando en la Autonomía más que en el Estado. Me lo decía un amigo hace unos días. La sociedad de la transición tenía muy pocos derechos y muchos deberes. La de la democracia empezó a igualar derechos y deberes. La sociedad de hoy anda confundida y habla poco de deberes porque hoy tenemos más derechos. Con el tema de los impuestos y a fuerza de equivocarme creo que andamos un poco liados, porque cada día hay más polémica entre los políticos y se piensa poco en lo de todos, que es precisamente el mayor argumento y finalidad de los impuestos: cuidar lo de todos, sin pensar primero en lo de cada uno.

domingo, 18 de septiembre de 2022

Como siempre, el ciudadano....

Los ciudadanos estamos asistiendo durante estos últimos días a todo un acontecimiento mundial. Digo lo de asistimos porque con todos los medios dedicando varias horas diariamente a los actos del funeral de la que ha reinado durante más de 70 años, es como si estuviéramos viviendo los actos sin estar físicamente presentes. Es imposible no escuchar o ver en un medio algún resumen diario, información, noticia o documental. Es hasta posible que todo esto lo tengamos asumido y que, como decíamos hace unos días, forme parte del llamado proceso de normalización normalizada que nos ha introducido la vacuna. Lo escuchaba en uno de los desayunos de esta semana: la vacuna no sólo nos ha "inmunizado", nos ha cambiado de tal manera que asumimos ver este tipo de acontecimientos y la dedicación del tiempo por los medios, como algo que forma parte de este nuevo tiempo postcovid o quizás es que siempre tuvimos un comportamiento así. Es como si todo formara parte de una anestesia en la que nos encontramos los ciudadanos, por ponerle un poco de ironía a esta parte de la historia que vivimos y sufrimos.

Hace unos días en una charla con compañeros nos planteamos debatir sobre asuntos cotidianos que vemos, escuchamos o sufrimos como cualquier ciudadano. Lo ponemos encima de la mesa, seleccionamos y debatimos. Nos llevó más tiempo hablar sobre el tema de las reclamaciones cuando compramos algún producto o ante la Administración por el procedimiento que conlleva. Estuvimos hablando sobre el derecho de reclamación y el proceso que sigue el mismo. Las hojas de reclamaciones en el ámbito privado que tienen que poner a disposición todas las empresas y la información previa del derecho que tenemos como consumidores. Por lo que llamamos a la oficina de consumo y fuimos preguntando. Nos dimos cuenta del proceso tan engorroso y de la dificultad de salir adelante la reclamación. El ejemplo era la adquisición de un vehículo con cuatro años de antigüedad y comprado hace poco más de un año en el concesionario Serrasán y que dos meses después de haber realizado la revisión ordinaria en su taller, comienza a tener una avería. Reconocen después de mucho insistir en que se trata de un posible defecto del fabricante y que debe sustituirse el depósito de urea, comunicando que lo envíe a otro taller para que lo puedan reparar, porque si lo reconocen así, podría resultar con un posible descuento. Se le insiste en el problema y el coste que supone y la respuesta sigue siendo la misma. Y cuando se le hace la observación de que pudiera haber sido vendido con el problema, no lo niegan y su respuesta es que ellos no lo pueden observar, pero que ellos tienen que vender vehículos.

En contacto con la oficina de Consumo posteriormente y en conversación telefónica con una técnica, comprobamos que no tienen conocimiento de este tipo de problemáticas y se les insiste a que cuando dispongan de tiempo puedan observar Petición de firma para cubrir el fallo de fábrica del depósito de urea ....donde hay en la actualidad casi 11.000 personas que han firmado reclamando una solución a este problema. Después de explicar el proceso y el tiempo desde que se adquiere el vehículo e insistirle sobre la indefensión en que queda el consumidor, comunica que se ha pasado el plazo de un año de la garantía y que resultará muy complicado poder demostrar el problema, aunque tenemos el derecho de reclamar, pero será difícil que el fallo sea a nuestro favor. Con esta respuesta de la técnico nos quedó la impresión de  que no hacía falta que hiciéramos la reclamación. Le insistimos en la indefensión que queda el consumidor y que entre las funciones de Consumo está la de orientar, informar y asesorar a los consumidores y usuarios sobre sus derechos y la forma de ejercerlos, no la de comunicarles que será difícil demostrar el problema.

Otro de los asuntos que debatimos fue el de la exclusión en una lista de posibles aspirantes a cubrir plaza como contratado en la Universidad. Habiéndose publicado lista de admitidos y excluidos y dentro del plazo de reclamación, se entregan los documentos por las que se aparece como excluido. Se publica lista definitiva de admitidos sin reconocerse la reclamación con los documentos aportados que fueron objeto de la exclusión primera. Se comprueba que, por parte de la funcionaria de Registro que es la encargada de la comprobación de los documentos aportados, no se ha hecho llegar a la Comisión de lista todos los documentos que por vía electrónica se habían entregado y registrado. Conclusión: petición, reunión, nueva reclamación, comprobación de los documentos en papel y ahora toca esperar a que la Comisión valore el recurso de alzada interpuesto para decidir si hay o no inclusión, y en caso contrario quien va a pleitear con la Universidad y enredarse en un proceso de recursos administrativos que tienen un alto coste de tiempo y dinero? 

Algo parecido, aunque de otra forma, nos pasa a veces cuando acudimos a una entidad bancaria o nos elaboran un presupuesto de cualquier cosa. Todas las puertas se abren para que entres, pero en muchas ocasiones solo para que entres y "te pillen". Cuando empiezas de verdad a conocer si las puertas permanecerán abiertas, es cuando tienes un problema que no puedes resolver. Entonces es cuando compruebas si efectivamente continuarán totalmente abiertas. Lo descrito en el texto de esta entrada no es ficción, es realidad. Y es que estando en un Estado de derecho y teniendo hoy más derechos que ayer, creo que el que se tengan que demostrar siempre por parte del ciudadano la vulneración o veracidad de los derechos y los hechos que aquí se expresan, nos deja en una cierta indefensión y nos impide, de una u otra forma, el poder ejercerlos con plenitud en toda su totalidad y extensión por los procedimientos de prueba que hay que desarrollar y demostrar....y al final nos quedamos con que unas veces por la empresa privada y otras por la pública, el caso es que siempre somos los ciudadanos los que tenemos que pagar las consecuencias.

domingo, 11 de septiembre de 2022

Primero en el territorio....

Puede que estemos viviendo una época en la que los asuntos políticos se pretenden plantear en términos de personas y liderazgos más que en las políticas que se deberían de llevar a cabo. Ello seguro que genera polémica y más en los momentos actuales, donde la valoración de los dos principales partidos políticos y con ello de sus líderes, adquiere más importancia porque tanto uno como el otro se la juegan de aquí a poco más de un año o antes. Puede que esto sea una consecuencia del tiempo que vivimos, donde a veces lo importante y que realmente nos interesa a los ciudadanos queda un tanto desdibujado u oculto porque los medios ponen en valor la polémica y las palabras que pueden ser los titulares y que posteriormente dan que hablar en las tertulias de los medios y ya no digamos en las redes sociales. En las redes sociales, el fanatismo y la defensa a ultranza de los líderes nos lleva a distraernos de lo objetivamente importante, porque no hay debate, sólo discusión de los partidarios de unos contra los otros.

Estamos en lo que se viene a llamar inicio de curso político. Suele suceder siempre cuando empieza el mes de Septiembre de cada año. Los propios políticos lo definen así. Pero en esta ocasión, el inicio no será igual porque el próximo año hay elecciones y eso quiere decir que ya todo huele a elecciones. De momento, autonómicas y locales. Las generales tocan a finales del 2023 o ya veremos, porque el propio Presidente del Gobierno pudiera adelantarlas y no sería la primera vez que sucede. Nos quedan varios meses de encuestas y resultados que alimentarán el "debate" y que pretenderán marcar las agendas y las estrategias de los gobiernos y de la oposición. Una pregunta podría llevarnos a reflexionar. ¿Son las encuestas las que marcan las agendas y las estrategias de los partidos?. Creo que cada vez más ejercen una fuerza que lleva a todos a cambiar hasta su forma y el fondo de  sus comportamientos y que ningún partido político es capaz de sustraerse de los resultados de las encuestas y cada vez con mayor influencia introducen cambios en las políticas, lo que hace que en muchas ocasiones se pierdan las referencias y hasta buena parte de la identidad de las organizaciones.

Creo que a los dos máximos responsables de los dos grandes partidos se les va a hacer largo el camino hasta la llegada de las elecciones. Por un lado, la crisis, que de continuar así y con la situación de la inflación, junto a la palabra "precios" y todo lo que rodea, va a conseguir que no se valoren los esfuerzos y las políticas del Gobierno para hacer frente a la misma. Por otro lado, la necesidad de reconocerse en un espacio político donde la crítica por la crítica no será suficiente para tener una mejor valoración y opciones conforme vaya pasando el tiempo, algo que le pasa ya al líder de la oposición que está comprobando que no es lo mismo gobernar una Comunidad que conseguir ser una alternativa real de Gobierno. Hace unos días nos preguntábamos si hay otra opción que señalar y reconocer porque sea por un lado o por el otro, lo que parece meridianamente claro es que seguirá conformándose un gobierno de coalición de un signo u otro porque las mayorías absolutas a nivel nacional se acabaron hace tiempo, por lo que tenemos que acostumbrarnos a converger en las diferencias aunque sean partidos de la misma tendencia.

Y si falta algún tiempo para las generales, las autonómicas  de mayo de 2023 serán el lugar donde se jugará el primer partido en el territorio de cada uno. Algo parecido se jugó hace unos años y aunque no hay ninguna situación igual que la anterior, sí que habrá algunos que van a querer que se hable más de lo nacional que de lo territorial porque creerán que como ya pasó una vez, pueda volver a pasar. El debate de las ideas se está convirtiendo cada día más en un ejercicio insólito porque cada vez se percibe más el disenso como un ataque personal, cuando no como un desprecio y es malo que los ciudadanos nos acostumbremos a ello, porque pudiera parecer a la gente que todos son iguales. Bueno será no caer en ello y tratar de hablar más en clave del territorio porque es donde se juega el resultado y con ello las esperanzas de futuro que a una región como la nuestra se le presentan por primera vez como la oportunidad de recuperar un tiempo perdido y con ello, poder cambiar la historia de nuestra tierra.

domingo, 4 de septiembre de 2022

Normalidad....normalización.

Asistimos durante estos últimos tiempos tan llenos de incertidumbres de todo tipo, a un proceso donde se pretende relativizar o normalizar casi todo lo que conocemos. Digamos como que es una sucesión de cosas que hasta nos pueden hacer creer que hay que normalizar lo que vivimos, sentimos y sufrimos. Lo que conocemos y escuchamos. Lo que nos cuentan y lo que vemos. Si nos tuviéramos que ajustar a su definición, nos podríamos encontrar con su significado "hacer que algo se estabilice en la normalidad". También como poner en orden algo que no lo estaba. Podríamos encontrar más ejemplos como lo sucedido durante lo que se llamó "nueva normalidad" y que trató de ordenar y regular las situaciones durante las distintas frases del covid-19. Puede que el contagio nos hiciera llegar a estos ejemplos o que sea un hecho más de cuánto hemos cambiado en estos últimos años. Ya no nos acordamos de los aplausos y de las promesas que se les hicieron a los sanitarios. Quizás es que las promesas y las palabras son tan parecidas que las repetimos, pero no las cumplimos. Y decíamos que después del virus...íbamos a ser mejores!.

Pero trascendiendo a todos esos ejemplos que hemos vivido durante estos últimos tiempos, hay una situación que creo que está profundizando en lo peligroso de considerar normalidad todo lo que nos afecta como ciudadanos. Es como si estuviera instalado y hubiera pasado a la fase de la normalización. No es difícil encontrar ejemplos que nos podrían documentar para lo que me refiero. Es como si hubiéramos interiorizado el considerar normal el incremento de precios de los productos básicos que necesitamos día a día. Es como si hubiéramos dado como normal el precio de los combustibles que estamos pagando porque hemos dejado de comprobar lo que pagábamos hace unos meses. Miramos el precio de la luz y seguimos intentando aquello de periodo punta, llano y valle, pero seguimos sin encontrar las horas punta porque cambian cada día y mientras estamos empezando a pensar si pagamos más o menos, pero ya no nos acordamos de lo que pagábamos hace un año, que era muchísimo menos. Miramos el precio del gas como normalizado y el conflicto de lo que nos viene si lo cortan, cuando deberíamos agilizar otras alternativas. Normalizamos las cifras en las que se ha instalado la inflación y nos avisan de que vienen tiempos muy duros para que vayamos acostumbrándonos y cuando el cinturón no tenga más espacio, consideraremos normal los dos dígitos. Escuchamos y vemos el proceso de normalidad en que se han instalado desde la oposición basando buena parte de sus discursos en el ejercicio de la descalificación y del insulto. Vemos normal la crispación de lo que sucede en las redes sociales cuando los de una tendencia u otra se lían a discutir y se insultan. Consideramos como normalizada la polarización y crispación política a que nos tienen acostumbrados. Hemos normalizado los altos precios de las viviendas y nuestros jóvenes no encuentran alternativas ni posibilidades para emanciparse y poder desarrollar un proyecto de futuro. Normalizamos los procedimientos de los anuncios y nos olvidamos de que sólo cuando se publican en el boe es cuando entran en vigor y se empiezan a cumplir los plazos. Normalizamos el conflicto de la guerra porque vamos camino de considerarlo así, porque nadie se atreve a ponerle el punto final cuando van más de seis meses. Hemos dado por normalizado el bulo y la mentira como el argumento que más se utiliza para desacreditar y lo hemos procesado hasta el punto de que nos llena de dudas porque aparece a diario por todas partes, y ya se sabe aquello de que una mentira mil veces repetida se convierte en una verdad. Hemos normalizado el aceptar las cookies y no pensamos en la cantidad de datos que estamos aportando a las grandes tecnologías de la información, en un mercado donde apenas hay reglas ni normas nacionales e internacionales que regulen el procesamiento de nuestros datos y el uso que hacen de ellos....y lo seguimos encontrando normal. Empezamos a pensar que todo esto forma parte de un proceso de normalizar y terminaremos por encontrarnos con aquella frase de "es lo que hay". Hasta es posible que dejemos de preguntarnos porqué sucede todo esto y sencillamente lo daremos por normalizado.

Toda esta normalidad de la que nos hablan para terminar convenciéndonos de que lo vayamos normalizando me hace recordar una canción de Antonio Vega que decía "me da miedo la enormidad donde nadie oye mi voz". Porque todo este proceso llamado "normalidad" genera muchísima impotencia y frustración en los ciudadanos. Provoca que gran parte de la ciudadanía se desconecte de lo que le rodea para refugiarse en el individualismo creando burbujas independientes queriendo saber cada día menos, porque cada día tiene menos confianza en lo que escucha y le cuentan.Y todo ello mientras asistimos a esos muros de silencio que se levantan, donde las palabras suenan cada vez más huecas y vacías. Donde llegamos a pensar si mantenernos en silencio para no provocar conflictos cuando nuestras reflexiones e ideas no coinciden con lo que hablan desde su atalaya  los que nos quieren convencer de la normalidad, para que lo vayamos normalizando en nuestro interior....No me gusta que normalicemos lo que está pasando porque nos conduce a un camino donde se puede poner de manifiesto la incapacidad de las democracias representativas para dar respuestas a todo esto que nos está cambiando y que nos lleva como sociedad a la incertidumbre y a la manipulación de los miedos, acercándonos cada día más a un mundo donde sentimos con más insistencia nuestra fragilidad como ciudadanos.

domingo, 28 de agosto de 2022

Un año....

Durante el descanso de los recuerdos y en un paraje natural al que siempre me ha gustado realizar una visita en los alrededores de mi pueblo, me conecté para leer la prensa por internet encontrando una información que decía: "la guerra cumple seis meses sin un claro vencedor y con la incógnita de las intenciones de Putin"....corresponde a un titular de un medio público que pagamos todos los ciudadanos. Hablar en un medio público de "sin un claro vencedor", cuando en este conflicto sólo hay perdedores, me pareció como poco fuera de lugar por no utilizar otra calificación. Por el lugar donde me encontraba traté de reflexionar sobre ello y consideré que con todo lo que nos estaba pasando en este siglo me pregunté si había alguna razón en titular de esa manera. En la observación del lugar y hasta donde podía llegar creí en la libertad de expresión, pero rápidamente traté de eliminarlo para perderme en el disfrute del espacio aunque no escuchara el sonido del agua como en otras ocasiones y como forma de despertar los sentidos. Pensé que mejor reflexionar sobre lo maravillosa que es la vida, porque si hay algo que merezca la vida es la vida misma.

Durante estos días de vacaciones suelo recorrer espacios de mi juventud. Lugares que guardo en la memoria del río de la vida. Pienso que es positivo detenernos en algunos de los rincones que guardamos todos en nuestro interior. Son esos interiores que no queremos perder porque nos identifican y hacen que mantengamos nuestra esencia y nuestro origen. La riqueza de la experiencia personal como forma de adquirir y guardar el conocimiento, el recuerdo como camino a la libertad personal y el observar el paso del tiempo a través de esa parada como forma de reforzar nuestros sentidos. Escuchar ese canto de los pájaros a primera hora del día y comprobar que el silencio también se expresa aunque no tiene voz. Me acompañó uno de los dos tomos del blog como fórmula para seguir reflexionando y reconocer de esta manera a lo largo de estos años que el tiempo no sólo pasa y nos hace mayores, sino que también entre otras razones es uno de los mejores argumentos que tenemos para seguir aprendiendo.

En esos viajes de ida y vuelta que tenemos a lo largo de los recuerdos nos congratula reencontrarnos con la alegría de estar con gente con la que haces muchos años no te encontrabas. Es algo que es posible que pase en todos los pueblos de nuestra maravillosa Extremadura. Es como si formara parte de una cultura que tiene mucho arraigo en los extremeños. Es posiblemente uno de los efectos de la fuerte migración extremeña de los años 1950 a 1980 que dejaron a nuestra región sin buena parte de su capital humano. Pero también es una manera de ser y de estar, de mostrar esa fuerza hacia los tuyos y hacia todos aquellos con los que te unen unos lazos que siempre estarán abiertos para recibir. Los que se fueron vuelven a pesar de los años y los hijos de éstos regresan con los suyos porque si el sentimiento se comparte, este también regresa. Y ello también forma parte de la razón de ser que compartimos los extremeños. Nos sentimos, lo compartimos y lo expresamos. Semos asina, decía nuestro Luis Chamizo.

Este año no pude sentirlo igual que otros años. Faltó esa mano que se agarraba a la vida apretando las mías. Esa mirada hacia alguna parte sin saber hasta dónde esos ojos alcanzaban. Ese temblor que nos hacía estremecernos cuando en esos segundos de lucidez pronunciabas nuestros nombres. Ese canturrear esas canciones de tu tiempo que por momentos recuperábamos y que tanto te gustaban. Esos recuerdos de un tiempo duro lleno de esfuerzos y sacrificios. Ese andar por los puentes de la vía sobre el Tajo cuando pasaba el tren. Esas horas contadas en los pasos a nivel sin poder dormir. Esa fortaleza que siempre demostrabas y esas conversaciones que me habrían gustado seguir compartiendo. Esos consejos en pocas palabras que hoy forman los recuerdos que nunca podré olvidar. Esas horas sentados el uno al lado del otro mirándonos como si estuviéramos hablando en silencio. Un año y te seguimos queriendo y recordando. Un año que te fuistes a algún lugar desde donde esos ojos nos miran y esas manos que siento que siguen rozando las mías. Un año.

sábado, 13 de agosto de 2022

Qué es lo que importa….?


Llevo algún tiempo reflexionando en el blog sobre los niveles de incertidumbre en que estamos presos los ciudadanos en este nuevo siglo y los problemas que estamos sufriendo como sociedad. Los cambios y sus consecuencias, la afectación de los mismos en el comportamiento social, las dos crisis casi consecutivas y la imposibilidad o incapacidad de los Gobiernos para dar respuesta a todos esos problemas derivados de las mismas, las subidas de precios de los alimentos y de los combustibles, así como de los precios de la energía. Los problemas del clima y la casi nula conciencia sobre ello que tenemos, el encarecimiento de la vivienda y los problemas de acceso a la misma, la crisis demográfica que sufrimos y lo que afecta a una parte de nuestro país, la crispación política y social junto a la polarización que alimentan las grandes empresas tecnológicas con el control cada día más amplio a través  de los algoritmos. El ruido de unos y otros que experimentan y elevan a través de los medios todo lo que les interesa y que consiguen que los ciudadanos cada día estemos más condicionados y lejos de lo que nos interesa a todos, y la instrumentalización del miedo como nuevo concepto para condicionar nuestro modelo de convivencia y la manipulación cada día más persuasiva a la que estamos sometidos. Solo por enumerar algunos de los niveles en que todos podemos reflexionar y que juntos han conseguido un nivel de ruido que nos tiene secuestrados como sociedad al ser incapaces de pararnos a pensar y encontrar una alternativa como país para intentar resolver un poquito toda esta sinrazón.

En la lectura de muchas de las entradas de mi blog me reencuentro con capítulos que es como si volvieran a producirse. En ello empleo un tiempo de lectura y me doy cuenta de que hay problemas que se han convertido en permanentes. Que se repiten. Quizás por eso esta reflexión me lleva a mantener que viajamos por un mundo en el que los problemas permanecen y el tiempo avanza muy deprisa. Tan deprisa que los cambios en una década casi no lo recordamos por la velocidad a la que se han sucedido. Quizás es porque la perspectiva de estos 11 años del blog me da esa posibilidad y me permite hacer estas observaciones, pero hay problemas que podríamos decir que forman parte de nuestra vida con carácter duradero.

En alguna entrada he reflexionado sobre las estrategias de distracción por llamarlo de alguna manera a la que nos tienen sometidos a los ciudadanos. Es aquello que hemos escuchado de lo del relato y su importancia. Ganar el relato aunque sea a costa de sacrificar la credibilidad, porque no siempre lo que se cuenta es lo que realmente pasa. Por ello a veces tengo la duda de si importa la credibilidad o importa generar ruido para que se hable en términos negativos de lo que se hace o propone. Decía hace una semana que puede que en nuestro Estado de las Autonomías pese más lo de cada uno de los territorios que el territorio de todos y que la política y los políticos estén demasiado pendientes y ocupados en las estrategias y las encuestas. Puede que en estos últimos tiempos hayamos puesto en duda hasta nuestro nivel de descentralización de competencias y ahora cada uno como se suele decir, es capitán general en su territorio y no quiere que nadie le ordene.

En los últimos años estamos asistiendo a una fuerte crispación en el terreno de la política. Podemos leer cualquier medio, escuchar cualquier emisora de radio o ver cualquiera de las cadenas de televisión para darnos una idea del nivel de crispación. Hoy el Gobierno emplea casi más tiempo en desmontar falsedades o bulos de los adversarios que en explicar y convencer del porqué de la necesidad de sus políticas. Y en los últimos años esto se ha convertido en una normalidad que está consiguiendo que el mensaje que llega y que habla la gente poco o nada se parezca a la realidad de lo que se pretende o se propone y esto sí que es peligroso, porque al final se pierde la esencia y la fortaleza del discurso y cuesta mucho conseguir credibilidad.