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domingo, 24 de septiembre de 2017

No podemos fallar!!!.

Sábado 23 de septiembre de 2017. La mañana invitaba a salir a dar una vuelta y a mostrar la solidaridad con un acto reivindicativo en favor de un tren digno. Durante este verano que ahora acaba, hemos sido noticia por la cantidad de veces que hemos aparecido en los medios, unas veces por el retraso de varias horas y otras por las frecuentes averías de los trenes con destino hacia Extremadura. Han sido varios los momentos de imágenes de viajeros con sus maletas atravesando campos de nuestra Comunidad. Han sido imágenes duras que en algunos casos han recordado a otros tiempos. Con una gran repercusión mediática, un colectivo ciudadano ponía en la estación de Madrid las voces que han clamado la falta de respeto de los diferentes gobiernos de nuestro país con nuestra Comunidad en relación con tener unas infraestructuras ferroviarias dignas de este siglo.
Una plaza de San Francisco en la ciudad de Badajoz ponía en escena el acto organizado por una Fundación que a la vista del resultado conseguido y por la imaginación derrochada en el mismo, podemos considerarlo como la continuación de la pasada manifestación que reunió a miles de personas en la ciudad en favor de un tren digno. En esta ocasión con el lema "por un tren digno en 2017 y por el AVE en 2020".  Mucha gente en la plaza votando en una gran urna en la que de nuevo la imaginación y la relación con otro caso de referéndum, ponía el sí en la papeleta a introducir.
Escuchaba a extremeños durante el tiempo de espera en la cola hasta que nos tocara votar, que ya estaba bien de enredarnos en cuestiones de los demás y que debíamos mostrar nuestro apoyo colectivo a esta iniciativa. También que actos como este servían para unirnos en vez de enfrentarnos unos contra otros. Mensajes que nos deben hacer reflexionar en defender lo nuestro y en hacerlo nuestro. Convertirlo en una bandera colectiva donde los únicos colores que deben estar encabezando la reivindicación son los colores de la bandera extremeña.
En esta ocasión, todos los partidos políticos han dado su apoyo y respaldo a las iniciativas que se van a desarrollar de aquí hasta el día 18 de noviembre en Madrid. Ese día debe haber una masiva presencia y representación de Extremadura y de extremeños. Nos tenemos que hacer oír, nos debemos como extremeños una apuesta colectiva por lo que hasta ahora no ha sido objeto de unanimidad. Esa fecha tiene que haber un clamor en las calles y no valen excusas. Da igual quiénes estén y puedan estar en un próximo futuro. 
No podemos fallar...y como decía una periodista hace unos días: Pocas veces los extremeños mostramos unanimidad por lo nuestro, ya es hora de que lo hagamos y nos escuchen, tenemos nuestra oportunidad. Hagámoslo posible.

sábado, 16 de septiembre de 2017

Nuestros recuerdos...

Esta mañana recibía un mensaje vía whatSapp. Era un foto que me enviaba un familiar desde bastante lejos y aparecía mi abuelo. Su carnet de pensionista ferroviario. Recordé con la foto muchos momentos vividos, muchas conversaciones y me vino bien recordarlo y recordar aquellos encuentros. Le encantaban mis visitas pues se alegraba de verme. Recuerdo una que el me hizo después de venir de Madrid de unas pruebas para ingresar en la Renfe. Aquel día lo pasó mal, pero sus ánimos y sus palabras me dieron fuerza para superar aquellos momentos. Tienes mucho camino por recorrer y este servicio es muy duro, no se acaba el mundo.
Cuando nos asaltan los recuerdos es muy difícil que no influyan en nuestras emociones y sentimientos. Nuestra memoria se vuelve aún más frágil porque nos acerca a una historia real, a nuestra historia. Nos emocionamos y la intensidad del recuerdo de nuestra juventud y de nuestros seres queridos nos convulsiona, nos muestra así de naturales.
Miro a mi alrededor y en mi habitación me encuentro rodeado de libros que me acercan a historias y recuerdos escritos. Unas son reales, vividas y contadas en su interior, otras imaginadas en las mentes de quienes las escriben. Pero al fin y al cabo, son historias contadas y escritas que recorren el mundo y que nos acompañan a los que las compartimos o vivimos. Miramos y nos encontramos en esas historias con recuerdos de esos momentos. Incluso nos llega un momento que queremos apropiarnos de las mismas al querer incluirlas en nuestra imaginación. Quién no tiene historias escritas en unos libros o en unas paredes donde guarda los recuerdos inolvidables bien de su juventud o de otros momentos.
Me gustan esas historias y esos recuerdos de antes. No es solo por recordar esos años de la foto de mi abuelo, sino porque es como una mirada que llegaba a un paisaje con la conciencia limpia del aire que te permitía penetrar en el mismo. Sería por la ilusión y la fuerza de la edad, por descubrir un camino que empezaba a ver y sentir los cambios. Pero ese camino creo que era más profundo. Quizás porque se respiraba un proyecto de un  joven que no estaba construido, pero que sí empezaba a tener claro lo que quería.
Es vivir adentro, es recordar nuestros recuerdos...es vivir nuestros recuerdos.

domingo, 3 de septiembre de 2017

Iniciativas a copiar...

En el libro "Ensayo sobre la ceguera", José Saramago nos alerta sobre la responsabilidad de tener visión cuando los otros la han perdido. En el libro se refleja una imagen muy complicada de los tiempos que estamos viviendo, una realidad en los años que lo escribió y que aún hoy a pesar de iniciarse otra situación, las enormes secuelas de este tiempo tienen unas cicatrices tan enormes que costará generaciones de superar.
Es una historia imaginativa, que se inicia cuando alguien ante un semáforo se queda ciego súbitamente. Y a partir de aquí la historia transforma una ciudad y a unos seres. Cambia el tiempo, cambian las circunstancias, cambia todo en la vida y en el día a día. Hay que sobrevivir y no estamos preparados para ello. Imaginación, pero al mismo tiempo situaciones que dirían que no estamos preparados para afrontar esos cambios naturalmente.
Todo ello quiero reflejarlo un poco para dar salida a la imaginación pero teniendo en cuenta realidades que nos rodean, que sufrimos, que cada día conocemos y que parados en ese semáforo de Saramago nos tiene que hacer que pensemos y reflexionemos. Este tiempo nos ha obligado a pararnos y pensar que no por disponer de más recursos para afrontar las diversas situaciones, éstas se van a resolver por sí solas o por tener esa disponibilidad que nos alerta el libro.
Todo ello lo relaciono con un reportaje que aparece hoy en un diario regional (HOY). Se trata de una iniciativa del Ayuntamiento de Alconchel que apoyado por la Junta de Extremadura, pone orden en la medicación de personas mayores que bien porque viven solos o porque en esa edad es frecuente que tengan algún problema con los medicamentos que se toman, les hace dudar o confundirse en su medicación diaria, aparte de resolverles y controlarles otros problemillas relacionados con su estado.
En el diario se revive la historia real que conviven personas mayores y los profesionales que les ayudan a superar diariamente lo que para ellos es un problema y una necesidad. La necesidad de llevar una vida lo más saludable posible y con una autonomía que les permita seguir en las mejores condiciones posibles su vida diaria.
Es una iniciativa a extenderse ya que son muchos los mayores en los que se dan este tipo de situaciones en la mayoría de nuestros pueblos. Es una iniciativa que nos enfrenta a una realidad. La que sufre una gran parte de la sociedad y que nos hace que nos tengamos que plantear tener esa visión. 
Este tiempo de prioridades económicas y de control de déficit no debe cegarnos, y al igual que le sucede a aquel conductor del libro de Saramago que ante el semáforo se queda quieto por haberse quedado ciego y no saber cómo reaccionar, debemos saber que con un poco de imaginación podemos ayudar a que muchos y estoy seguro que miles de nuestros mayores, tengan un motivo más para mejorar su autoestima y seguir sintiéndose un poco más felices.