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jueves, 31 de diciembre de 2020

20....21, Por Fín!!!

Hoy es un día un tanto extraño....raro, raro, raro. Un día al que no nos enseñaron a sentir y disfrutar como lo estamos teniendo que hacer. Un día distinto por ser el último del año. Un día distinto porque en la calle aunque se escucha ruido, no es el ruido de otras ocasiones. Un día gris, por decir algo. Por no decir otra cosa. Un día en el que se nos agotan los calificativos para intentar resumir lo que ha sido todo un año. Un día en el que el vacio y el silencio puede que nos esté inundando de nostalgia o de recuerdos. O también de lo que podemos llegar a pensar, porque cabe casi todo y no precisamente bueno. Lo mejor es que se va, que se acaba. Que por fín....se acaba.

Hoy escuché que ojalá el silencio, deje paso al bullicio. Que ojalá desaparezca el dolor y la incertidumbre. Que ojalá hayamos aprendido algo de lo que hemos vivido. Qué grande Coronado con tu interpretación llena de sentimiento y de un profundo interior. No hay mejor forma de destacar todo un año lleno de vacio y de un dolor insoportable. Hace unos días escribía que aprendimos el significado de un aplauso y de una mirada, sin apenar rozarnos y vernos. O vernos a distancia, porque teníamos que tener un refuerzo interior como forma de demostrarnos que no estábamos solos. Que había que comprometerse y corresponder con aquellos que estaban con su esfuerzo, trabajo y dedicación dándolo todo por nosotros. No los olvidemos.

Hay ocasiones en las que buscamos un lugar donde encontrarnos a nosotros mismos. Donde encontrarnos a solas con nosotros mismos y sentir el silencio. Ese silencio que hace que nos pellizquemos y que sintamos que estamos vivos. Ese silencio que con los años pasados y los que quedan por delante, quiere tener muchas más ocasiones para celebrarlo. Ese espacio interior que nos dice que cerremos los ojos y tratemos de ver a lo lejos, que sintamos el aire que nos da la vida y que sigamos adelante porque hay todo un camino que seguir viviendo.

En el año en el que la distancia le ganó a los besos y a los abrazos. En el que el saludo se hace aún con los codos. En el que los ojos aún continúan siendo la identidad y los ojos la sonrisa oculta....mi deseo es que vuelva la normalidad. No, la que me han contado este año que era. La normalidad, la de siempre. La normalidad de los besos y los abrazos, de transmitir el sentimiento sin estar oculto, de gritar sin hacer ruido, de poder beber y hasta fumar el aire compartido, de apretar las manos y respirar, respirando.

Que en 2021 recuperemos esa normalidad del sentimiento, del silencio, del espacio, del aire, del contacto, del beso, del abrazo, de la sonrisa abierta...para seguir sintiendo el mundo de los afectos y la pasión. #MuchaSALUD amigos y amigas.

domingo, 27 de diciembre de 2020

" A ver si todos nos portamos bien...."

Entramos en los últimos días de un año que no podrá ser olvidado. Estoy seguro que nadie podrá hablar de este año y no recordar lo que aún está sucediendo. No hay que profundizar a estas alturas sobre lo que ha sido y lo que está significando, porque se explica por sí solo. Una sola palabra servirá para siempre cuando se hable de un virus para saber que nos estaremos refiriendo a uno solo. Es como si no existieran más o no llegaran a producirse, a pesar de que hay más de uno a lo largo de un año.

Pasa lo mismo que cuando se habla de los reyes. Los que tenemos todos los años y que este año serán diferentes. Porque hasta ahora, se ha hablado más del Rey actual y del emérito que de los que tenemos todos los años a primeros de cada Enero. Menos mal que ya pasó el dichoso discurso del monarca!. Han sido muchos días confabulando sobre las claves del discurso. Cuántas horas habrán soportado los poco más de 12 minutos de duración?. Cuánto tiempo habrán dedicado para repetir lo obvio "los principios morales y éticos nos obligan a todos sin excepciones y están por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personas o familiares"....Igual hasta soy "políticamente incorrecto", pero creo que cada vez somos más los que conforme va pasando el tiempo, creemos menos en los discursos, o al menos, en estos discursos, que creo que centran más la atención por lo que los medios quieren decir, que por lo que realmente dicen.

Con la magnífica notica de que ya llegó la vacuna y que se está empezando a ver el ¡ ojala¨! principio del fín de la pandemia y con el discurso del rey sin nombrar al emérito, pero dicen que refiriéndose a él, hoy en un estupendo desayuno y perfecta compañía, recordaba un tiempo en el que los jóvenes estábamos obligados a cumplir el servicio militar. Lo contaba y me asaltaban los recuerdos. Esos días de frio entre León, Zamora y Salamanca; esos obligados "barrigazos" que nos imponía el sargento de turno a pesar de la nieve; esos fines de semana de autostop por esas carreteras; esos nueve kilómetros acompañado de la soledad de la noche; ese viaje en un Mercedes con un chupito de whisky sin hielo....ese tiempo de juventud que ya no volverá, pero que siempre es agradable recordar. Y es que ante la situción actual, cerrar unos segundos los ojos y conseguir que rebroten los recuerdos es un ejercicio muy aconsejable.

En el próximo 2021, este Puente de Alconetar cumplirá diez años.Y trataré de conseguir que se convierta en algo más que un blog. Algo que pueda sostenerse entre las manos. Algo que al buscar un título se encuentre con una referencia. Algo que permita asomarse a la reflexión de los sentimientos y de la experiencia de la vida. Algo que sirva de reencuentro en el espacio de los recuerdos con su lectura y algo que sin pretender nada, haga compartir un ratito en compañía desde el maravilloso espacio de la amistad.

Que el próximo 2021 con poco que nos regale, nos estará regalando mucho, porque nos estará haciendo volver a disfrutar y practicar con los sentimientos retenidos durante mucho tiempo. Ese es mi deseo. Que tengáis una gran salida de año con toda la moderación del mundo y que saludemos la llegada como nos decía Araceli "A ver si todos nos portamos bien y conseguimos que el virus se nos vaya"....


domingo, 20 de diciembre de 2020

En 2021....¡ojalá!

Hace unos días antes del vaivén al que nos tienen sometidos a los ciudadanos y cuando se empezaba a hablar de la Navidad, escribía en una entrada del blog que fuéramos responsables, porque sobre todo o casi todo, dependía de que así lo seamos. Se acercan las fechas que celebramos todos los años y tengo más claro que ayer, que tenemos que ser muy respetuosos con lo que ya sabemos y ser especialmente prudentes y responsables.

Cuando termine todo lo que estamos pasando en este año que por fín se acaba, me gustaría que fuéramos lo que decíamos al principio del inicio del "bicho". Podríamos definirlo como aquella palabra que utilizamos cuando tenemos un vivo deseo de que suceda ¡ojalá!. Porque este 2020 no sólo quedará para la historia como una pesadilla real que se llevó y aún sigue, muchas vidas. También quedará para la historia, entre otras muchas cosas, como aquel deseo de que seríamos mejores personas. Que nos seguiriamos acordando de esos vecinos que viven en soledad. Que valoraríamos el gran esfuerzo de sanitarios y otros muchos colectivos que nos protegen en el día a día desde su trabajo y ya no aparecen en los medios. Como también quedará para la historia tantas y tantas polémicas estériles que nos han radiotelevisado a diario y han desnudado a la clase política de nuestro país con sus broncas, contradicciones e incoherencias.

Nos costó entender lo de "la vuelta a la normalidad" y ahora hemos descubierto que ya no hace falta, porque nadie habla de ello. Ahora ya con la inminente vacuna, creemos que estamos inmunizados antes de ponérnosla y hemos convertido estas próximas fiestas, en unas fiestas que podríamos denominar asimétricas. Que serán diferentes en función de donde vivamos. Mientras tanto, el Estado de Alarma que hay que recordar que nos encontramos, permitirá a cada presidente autonómico regular y decidir el cómo, cuántos y hasta dónde podremos sentarnos, viajar y cerrar. Si había cosas que los propios responsables habían pedido que no se produjeran, estamos en las puertas de que haya en cada una de las diecisiete autonómias una "porrusalda", como una especie de caldo distinto en cada Comunidad. Lo definía de forma irónica, pero con muy buen tino un político vasco en esta semana con ocasión de un debate en el Parlamento, donde sus señorías hablan cada día más para ellos mismo, sin tener en cuenta que ello aumenta el grado de toxicidad y los distancia más de la ciudadanía.

Esta semana he comprobado una vez más, como siguen siendo las cosas sencillas las que siguen llenándonos de emociones y consiguen que nos olvidemos un poquito de "porrusaldas" y "navidades asimétricas". Un vídeo producido por la televisión local de mi pueblo (AlkoTV) felicitando las fiestas, donde ponen en valor a varios colectivos que regalan lo mejor que pueden desarrollar y aportar: su vocación, su trabajo y el compromiso con su pueblo. Es un ejemplo de los ¡ojalá! que todos nos decíamos allá por los meses de marzo y abril....

Nuestro rio de la vida está lleno de emociones y momentos únicos. Este año que acaba hemos vivido muchos que no se olvidarán. Ahora que se anuncia que en las próximas semanas estaremos ante el principio del fin, el ¡ojalá! desde este puente, es poder estrechar manos, abrazos y besos en el 2021 con todos vosotros y vosotras, pero sin adelantarnos, porque tendremos todo un año por delante para poderlos compartir.

domingo, 13 de diciembre de 2020

Mirar lo nuestro....

En una de las dos entradas por carretera que tiene Garrovillas de Alconétar, el Ayuntamiento ha construido una representación de dos de los monumentos más significativos de la historia del pueblo: La Torre de Floripes y el Puente de Alconétar, también llamado Mantible. Los dos monumentos originales se encuentran a unos kilómetros de distancia del pueblo, pero son dos símbolos muy apreciados y valorados por los garrovillanos que ahora de alguna forma, los podrán disfrutar un poco más cerca. Es como conseguir que nuestros abuelos puedan reflejarse en esas tierras hoy cubiertas por las aguas del pantano. Creo que es acertado y así está siendo valorado, porque es una manera de reconocer y recordar una parte de la historia, de esa historia que podemos seguir disfrutando con la riqueza de nuestra cultura en esas piedras milenarias.

En esta semana se ha presentado una campaña de turismo de Extremadura. El anuncio es como una historia contada desde el futuro. Sencillamente preciosa. Que pretende situarnos en el 2071. Que pretende que nos imaginemos y que redescubramos en nuestro interior. Que nos puede hacer recordar momentos maravillosos. El vídeo lo hace, lo consigue, porque hace compartir y vivir, porque consigue que también nos olvidemos de lo que estamos pasando y que pensemos en lo que nos debe importar realmente en la vida. Nos hace recuperar el sentido de las emociones. Consigue que volvamos a valorar las etapas del rio de nuestra vida. Que valoremos la riqueza de lo natural, de lo sencillo, de lo auténtico. De lo nuestro. De esa parte del rio que no hace falta que te la cuenten, porque brota de nuestro interior y nadie mejor que nosotros mismos para contarlo.

Me ha hecho recordar momentos maravillosos. Esos recuerdos que hace unos días repasé durante el paseo en el arroyo Morisco. Esa primera niebla de la mañana. Ese despertar con fuerza de los primeros rayos de sol. Ese sonido del agua esperando que llegaran esas primeras sábanas. Esas matas de jaras que se resistían a dejar de salir o esas ramas de encina que costaba arrancar. Esa fogata encendida para calentar y empezar a preparar el terreno, para conseguir ese brasero de picón que calentaba toda la casa. Ese atardecer precioso que te decía que era hora de recoger. Ese espacio compartido con las personas que quieres, sintiendo que en esas vivencias y experiencias de la vida están los momentos que no se pueden olvidar nunca.

Tenemos una tierra que tiene luz y muchas horas de sol. Un cielo que sorprende de noche y de día, porque mirar al cielo de Extremadura es sorprenderte. Es no olvidar y recordar. Es quedarse en silencio y oir. Es observar en la noche de Monfragüe y descubrir un infinito de estrellas paseando por sus caminos. Es sentarte y escuchar un bramido reivindicando un espacio en la luz de la noche, como expresión del sonido de la fuerza de la naturaleza. Es mirar a lo lejos de esa dehesa llena de colores y saborear la esencia de las cosas, aprovechando cada momento y respirar....respirando para llenarte de naturaleza y de olores.

Y es que nos podemos encontrar con todo lo que imaginas en un lugar donde no te lo imaginas. Porque quien no conoce Extremadura se seguirá sorprendiendo. Como dice la canción de Robe Iniesta que acompaña el vídeo de la campaña "he notado una brisa pasajera, que me ha dicho que, tal vez si quisiera....respira y noto su respiración....habla, y sueño con su voz y con ella".....Un suspiro acompasado, un sentido arrebato de emociones, un espacio para vivir, un lugar donde los sentidos, los sentimientos, las emociones nunca se acaban. #SencillamenteExtremadura.

domingo, 6 de diciembre de 2020

Reconocimiento y dignidad....

Durante esta semana han sido varios los asuntos que han podido ocupar las portadas de los medios y puede entenderse que los ciudadanos nos fijemos en ello. En línea con lo que decía hace una semana, los titulares los leemos, pero quizás la información de la noticia la leemos con menos produndidad o casi no lo hacemos. Si recordamos algunas de ellas, puede que todos hayamos escuchado o leído sobre la aprobación de los presupuestos del Estado, la situación de los presos del "proces",  el chat de los exmilitares, la renovación-acuerdo sí-no del CGPJ, los anuncios del ritual de la compra de décimos, la carrera y llegada de las vacunas del covid-19, los "allegados" y quiénes son,  la evolución de la pandemia y las dudas que todos tenemos con los puentes y fiestas de este mes por la repercusión de cara a una posible tercera ola, la noticia que hoy nos dice que el rey emérito presenta una regularización fiscal (manda huevos), etc, etc....y por finalizar con otra que es cátedra ya: nos dicen el Gobierno y las Comunidades que nos quedemos en casa, pero que podemos viajar solo para visitar a familiares o allegados. En fín, que sigamos siendo responsables, porque sobre todo, casi todo depende de que lo seamos.

Y con tantas noticias hay algunas que pasan desapercibidas, de las que se habla poco o casi nada. Algo de ello le ha podido pasar al informe de Amnistia Internacional que se llama Abandonadas a su suerte: La desprotección y discriminación de las personas mayores en residencias durante la pandemia COVID19 en España donde se profundiza en la situación que sufrieron los geriátricos durante la primera ola, sobre todo las situaciones de Madrid y Cataluña. Y una de las conclusiones que se recogen es que faltan datos. Todos hemos podido escuchar y leer las contradicciones respecto a los datos de los fallecidos en residencias. Aún hoy, y a pesar de las fuentes oficiales y no oficiales, no hay una cifra reconocida. O también se refleja, el cómo no se se trasladó a enfermos desde las residencias a hospitales y sabiendo que las residencias no contaban con las condiciones adecuadas, porque no son centros médicos ni tienen los recursos para ello. AI, viene a decir que estas dos causas, la de la no derivación y la falta de atención adecuada, han vulnerado tres derechos: a la salud, a la vida, y a la no discriminación.

En el informe también se reflejan la violación de otros derechos, como son el de las personas residentes a la vida privada y familiar. Y como decía al principio, de este informe se habla el primer día de la publicación y después posiblemente pase a ser un documento más de la organización que lo hace público. La pandemia terminará pasando y ojalá no volvamos a tener otro año como el que llevamos, pero el riesgo como se ha reconocido, ahí está. Vivimos un tiempo en el que la historia reciente nos está demostrando que no existen certidumbres y ahí están las crisis económicas y la actual sanitaria para justificarlo.

Durante toda la pandemia, se viene hablando del reconocimiento y la dignidad hacia nuestros mayores. Soy de los que piensa que las normas sientan el argumento legal y después hay que hacer que se desarrollen y se cumplan. En nuestra Constitución que hoy cumple 42 años, se especifica el derecho de los mayores a percibir prestaciones de serviciones sociales para atender sus necesidades específicas de salud, vivienda, cultura y ocio. Porque hace falta ese reconocimiento de la experiencia vivida, ese cambio de cultura para que lo vivido, sufrido y que aún seguimos, nos haga reflexionar sobre la cobertura de esas necesidades, para que esos derechos vulnerados y recogidos en el informe de Amnistía Internacional no se vuelvan a producir.

Y para que un nuevo informe de esta Asociación o de otras no quede en noticia de un sólo día, hay que impulsar la tramitación urgente de una ley estatal o regional que establezca un modelo residencial que garantice los derechos de las personas mayores residentes, los servicios, la propia configuración del sistema de atención y su cobertura en recursos, la calidad de los servicios, el fomento del envejecimiento activo, la cultura del mayor, y en definitiva que se constituya en el argumento legal e integral del reconocimiento de sus derechos y del desarrollo de su dignidad hasta el último de sus días.