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domingo, 25 de febrero de 2018

Hartos de estar hartos...

Hoy escuché un vídeo de una mujer pensionista. Se llama Paquita y se estaba manifestando frente al Congreso de los Diputados. Muchas Paquitas se han visto durante estos días en las calles de nuestras ciudades. Decía lo siguiente "Hemos venido a protestar porque ya estamos hartos de que las pensiones no suben más que una miseria y la vida sube cada día mas. Tratamos de concienciar a los jubilados y a la hora de votar, que miren a quien votan. Porque no es solamente venir y protestar aquí. Es tener cerebro para saber lo que hay que hacer. Que nacimos peleando y tenemos que seguir peleando hasta que nos muramos...y las pensiones de las mujeres todavía peor".
En alguna ocasión he reflexionado sobre una situación parecida a la que estamos viviendo. Los mayores, nuestros mayores están cansados de estar hartos. Hartos de no poder vivir sus últimos años de vida en condiciones dignas. Hartos de que después de haber estado trabajando durante toda su vida, ahora tengan que estar sufriendo y pagando las condiciones que nos está imponiendo el sistema y los poderes económicos. No se quejan porque este Gobierno les haya subido un 0,25 su pensión. No se quejan de tener que estar pagando los medicamentos que antes no pagaban. No se quejan de no poder tener centros de ocio donde pasar unas horas disfrutando de compañía. No se quejan de que se les abandone y no puedan tener un descanso en una residencia. No se quejan de estar solos. No se quejan de tener que cubrir las vacaciones de sus hijos estando con los nietos. No se quejan de tener que aportar una parte de su pequeña pensión para poder ayudar a sus hijos que están en paro. No se quejan de tener que estar pagando la crisis que ellos no crearon....No se quejan de tantas y tantas cosas que podrían seguir quejándose. Pero se quejan sobre todo, de que no se les reconozca su dignidad como seres humanos, como personas. Se quejan de todo ello, porque tienen todo el derecho a quejarse.
Cada generación se halla en condiciones de encontrar su lugar y su compromiso. Esta generación lo tuvo complicado y no tenían como una de sus prioridades en su juventud el elevar el reconocimiento de la dignidad en el trabajo. Había y tenían otras prioridades. Pero tuvieron conciencia de que lo que hacían tendría repercusión en el futuro. Ese futuro podía perjudicar a sus hijos y nietos. No pudieron permitirse aquello de vivmos bien el día a día y después ya veremos, porque tuvieron el tiempo para el trabajo y para poder vivir.
Como Paquita decía, tenemos que tener cerebro para saber lo que hay que hacer. Si mañana nuestros mayores se ponen en "huelga y hacen brazos caídos", estoy seguro que ganarán una parte del lugar de su dignidad como personas, entre otras cosas porque tienen todo el derecho a que se les respete.
Cuando reflexiono sobre este tiempo recuerdo espacios de mi juventud. Me vienen a la memoria imágenes de mi abuelo y mi padre que dedicaron su tiempo al trabajo, al trabajo para que hoy pudiéramos tener una mejor posición o al menos pudiéramos vivir con posibilidades. Se preocuparon por nuestra dignidad como personas. Una dignidad que hoy a ellos se les niega y no se les reconoce...

domingo, 18 de febrero de 2018

Hacer lo que queráis hacer...

Por motivos de mi trabajo tengo la oportunidad de participar desde la escucha activa en varias jornadas y conferencias. Me sirven como un elemento que sitúo entre las cosas que me gustan, porque siempre he dicho que se aprende mucho escuchando y además me ayuda a reflexionar, a tener otros puntos de vista. En definitiva, a poder tener más posibilidades de valorar después de haber escuchado. No dejo de decir por ello que en este tipo de eventos, siempre hay matices. Se podría decir de otra manera, pero creo que se entiende y me quedo ahí. 
Mi hija Lidia hace unos días publicaba en las redes su indignación una vez se enteró de la noticia de que una mujer había sido expulsada de una charla comercial porque tiene síndrome de Down y decía..."este tipo de noticias provocan en mi una frialdad y una indignación hacia ciertas personas que piensan que por tener síndrome de Down hay que seguir discriminando por el simple hecho de ser personas con capacidades diferentes. Este tipo de cosas pasan en pleno siglo XXI y me sigo preguntando si queremos que el mundo evolucione a mejor y la sociedad sea libre, sin discriminación de ningún tipo". Increíble lo sucedido, pero sigue sucediendo y por ello, la discriminación aún es mayor.
Esta semana asistí a uno de los actos que se han llevado a cabo con motivo del Día internacional de la mujer y la niña en la ciencia. El salón estaba lleno de niños y niñas de institutos y me pareció muy oportuno que así fuera. Pude observar mientras escuchaba los discursos y las conferencias, las caras de ellos y ellas. Creo que es clave el que asistan a este tipo de actos y compartan. Desde temprana edad, incluso si fuera posible más jóvenes aún. Las barreras en contra de la igualdad están llenas de frases y estereotipos que van calando desde muy jóvenes y por supuesto se van conformando a lo largo del desarrollo educativo y de la maduración. Y ello repercute y así se ponía de manifiesto por parte de algunas de las investigadoras allí presentes. Lo argumentaban de un estudio que comprobó cómo las niñas de entre cinco y seis años no se sentían capaces de desarrollar actividades vinculadas socialmente a estereotipos masculinos y que esto se debe en gran medida a la educación.
Creo que hay que romper con las barreras desde escenarios como el que viví en esta semana. Que los niños y niñas que compartieron la jornada en su viaje de vuelta le dedicaran unos minutos a hablar sobre lo que escucharon. Lo considero absolutamente necesario para no malgastar el tiempo que dedicaron. Es posible que este tema de hacer lo que se quiera hacer sea un objetivo a largo plazo y que no solo se conseguirá escuchando.
Hace falta que el denominado techo de cristal se rompa. Que esos rasgos sobre los que dicen que está construido se detecten, se vean y dejen de ser de cristal, que se rompan y desaparezcan...Iniciativas como la vivida en esta semana ayudan y fomentan que ello se produzca. Es necesario que lo interioricemos. No podemos permitirnos malgastar más tiempo con el miedo, pensando en no hacer aquello que se quiera hacer...

domingo, 11 de febrero de 2018

Porque semos asina...

Una viñeta que publica hoy un diario regional podríamos calificarla como de muy pertinente sobre todo en éstos últimos días. El adjetivo empleado es una palabra que le gusta decir a una persona con la que trabajo a diario. La viñeta trata con cierto tono irónico sobre un hecho que está siendo noticia regional durante las últimas semanas. Hablamos de unas exploraciones que se están realizando por parte de una empresa en una montaña cerquita de la ciudad de Cáceres.
Volvamos a la viñeta de Ramón de Arcos que es el autor, el cual relaciona con algunas pequeñas estrofas que forman parte del himno de Extremadura. El aire limpio...pero sin humos, sin industrias. Las aguas puras...pero sin urbanizar un embalse. Tierra de encinas...libre de minas (camina) y nuestras voces se alzan y nuestros cielos se llenan...pero aquí seguimos poniendo palos en las ruedas a poder tener un desarrollo industrial, al igual que otras regiones tienen.
Durante estos últimos días ha habido voces expertas que han desarrollado sus argumentos en relación con el proyecto de la mina de litio, y me sigue llamando la atención después de ver y escuchar el debate sobre el proyecto en la Asamblea, como la no unanimidad a la hora de posibles proyectos de desarrollo separan y dividen a nuestros políticos. Y no es por las diferencias políticas de las opciones que representan que sería normal y entendible, sino porque desde un enfoque exclusivamene técnico no debería haber argumentos al menos en éstos momentos, para pronunciarse con la contundencia de oposición que algunos lo han  hecho.
Extremadura con una superficie de 41.634 Km2, es una región muy grande comparada con el resto de las Comunidades Autónomas. Tenemos poco más de un millón de habitantes, es decir de las menos pobladas y con una muy baja densidad de población si nos comparamos con el resto y cada vez más jóvenes marchándose hacia otros destinos. Si acudimos a la EPA para comprobar las cifras de paro, vemos que tenemos un porcentaje de paro del 25,1% de la población activa, una tasa superior a la nacional, y que somos una de las Comunidades Autónomas con mayor porcentaje de paro.
Cuando hace unos meses los extremeños conseguimos que el resto de los españoles conociera y se sensibilizara de las míseras condiciones de nuestras infraestructuras ferroviarias, yo me sentí satisfecho con el ejercicio de unidad que se consiguió por todos y todas. Se trataba y se trata de tener mejores recursos para hacer posible que nuestra región dispusiera de mejores condiciones para un mayor desarrollo social y económico.
Ahora cuando de lo que se trata es de tener posibilidades para que esa población no se vaya sino que se quede, y de que dejemos de tener las cifras de paro que tenemos, nos ponemos en aquello que decía el autor de la viñeta...o con aquello otro de "chachoooo, ónde vas? ó también " Aveeee...aveee, porque semos asina".

sábado, 3 de febrero de 2018

De paseos y vivencias...

Me gusta escribir sobre lo que veo y me gusta escribir sobre lo que escucho. Es una forma de sentir. Es un pellizco que provoca momentos inolvidables. Son los momentos que quedarán en un rinconcito que hará que en muchas ocasiones recuerdes paseos y vivencias por algún lugar y entonces te asaltarán los recuerdos.
Hoy asistí a un acto de los que está organizando el partido. Pretende ser un encuentro participativo. Es una forma de seguir estando en contacto con la gente, más allá de que a través de las propuestas puedan incorporarse éstas en un próximo futuro para formar parte de un programa electoral. Es una idea que puede permitirnos recabar demandas realistas, actualizadas y de esta forma incorporar argumentos que deberán convertirse en políticas.
Antes de entrar al acto hablaba con un compañero entrañable. Es de los que siempre que he podido me ha gustado escucharle. Sus reflexiones son sinceras. Son la experiencia de sus años de militante y el haber cultivado siempre la reflexión política desde el lado de la izquierda, lo que hace que hoy sea más necesario que ayer el compromiso. Coincidíamos en la necesidad del compromiso y del conocimiento de la cultura política de las organizaciones como uno de los mejores argumentos para la militancia de partidos como el nuestro.
Y como decía al principio, me gusta escribir sobre lo que escucho. Escuchaba a GFVara hablar de la actitud de la humildad y la sencillez ante la vida, en el acto. De lo importante de esa actitud en una persona. De no presumir de los logros, de reconocer las limitaciones. De que tenemos que ser muy conscientes de que cada día aprendemos cosas. Y de la pasión...de la pasión por la política, por la igualdad y de la pasión por la vida.
Y escribir sobre lo que veo y siento. Puede que sea una de las mejores experiencias que me quedarán de este tiempo que estoy viviendo. Esta semana volví a disfrutar del inmenso patrimonio de nuestra región. No hay un rincón de nuestra Extremadura que no tenga un motivo para volver a visitarlo. No había tenido la oportunidad de disfrutar de la comarca de la campiña sur. Había estado, pero siempre con prisas. Unas tierras de contrastes pero hermosas. Disfrutar de los templos, de las bellezas naturales y culturales de Llerena, una ciudad para vivirla. Haber disfrutado con el descubrimiento de la Ermita de Nuestra Señora del Ara ha sido un espectáculo para la vista que recomiendo. Y descubrir la enorme belleza del monumento natural de la mina de La Jayona serán momentos únicos que recordaré siempre.
Una frase que le escuché al Alcalde me la quedé para reflejar el cambio cultural en relación con la importancia que le damos al patrimonio y el comprobar cómo hoy hemos cambiado. Hemos pasado del a mí que no me toque...a...a ver cuando me toca a mí.
Como decía Jacques Cousteau " la gente protege aquello que ama"...