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miércoles, 30 de diciembre de 2015

Un nuevo año.

Cuando escribo éstas líneas faltan poco más de 24 horas para dar por acabado éste año. No se trata de realizar un recordatorio de cómo ha sido éste que está a punto de acabar. Suele hacerse por mucha gente y organizaciones de todo tipo. Cada uno tenemos nuestra propia valoración y como se suele decir, hay para todo. En mi caso, mi situación laboral ha cambiado y sí puedo decir después de casi seis meses, que estoy haciendo aquello que me gusta. Dedicando mucho tiempo y esfuerzo, pero no entiendo mi compromiso político de otra forma que no sea la de intentar cumplir con aquello que forma parte del espacio público en el que estoy: la política. Como me comprometí en su día, e intentando responder a quienes me lo propusieron.
Hace poco más de una semana que se celebraron elecciones generales y el resultado es por todos conocido. Yo suelo decir que el pueblo tomó una decisión y que individualmente cada uno la tomamos de forma responsable. Los ciudadanos han votado y ahora es el tiempo de la política. Porque la democracia tiene éstas cosas y éstas forman parte de la política. La situación es compleja y novedosa. Nunca antes había sucedido así y ahora son más los actores principales que quieren tener un papel de protagonistas.
Que unos u otros nos hemos equivocado. Puede ser, pero el pueblo creo que no se ha equivocado. Los resultados no son casualidad. Los ciudadanos han mostrado su opinión y su hartazgo. No hay mayorías absolutas y eso es lo que querían los españoles. Ahora los políticos tienen que demostrar su madurez y responsabilidad. Es un tiempo nuevo y toca nuevos aires. Ya nada volverá a ser igual que antes. Los nuevos tiempos que vienen marcarán un camino más dinámico, más plural y necesariamente más incluyente y a la vez un recorrido de más compartir. Hará falta profundizar y situarse más en el lado del otro. Ello no debería ser novedad para la política, pero quizás la falta de costumbre de tener que compartir más las cosas y más con más actores, pueda llevar a tener que asumir más riesgos. Estas van a ser características de la nueva política.
Que éste Puente de Alconétar que pronto cumplirá cinco años, siga siendo un lugar de encuentro y un camino de compartir y pasear como preside la cita de su portada principal... " a veces, en un remanso de paz, al borde de la corriente agitada de las pasiones públicas, conversamos con un afín en ideas, con un amigo leal, sabio y bueno"...se acaba 2015 y saludaré 2016 por seguir compartiéndolo con vosotros. Abrazos.


domingo, 13 de diciembre de 2015

Gente corriente.

Hace 9 años un grupo de personas, unas pocas conocidas y otras muchas no, decidimos acudir a una cita que organizaba Guillermo Fernández Vara. Se trataba de un encuentro en Olivenza. Hoy, después de haber pasado ese tiempo y seguir celebrando esa convocatoria, a la que hoy llamamos kedada, podríamos decir que las convocatorias ya no las hace quien organizó la primera, pues decidimos posteriormente que cada año se votaba dónde se haría la siguiente y la organización de ésta se lleva a cabo por quien propone y se vota como lugar de la próxima (sí, votamos).
Este año celebramos la novena y fue en Villafranca de los Barros. Y la próxima, que será la décima la celebraremos en mi pueblo. La de ésta edición, ha sido como las anteriores: una conversa como dijo un argentino en la de Zafra, una plaza de la cordialidad en la ciudad de la música (como dijo el amigo Soñador)...una sorpresa: porque después de 9 años se siguen incorporando amigos y amigas nuevos de todos los rincones. Una sorpresa? porque los nuevos hablan del encuentro y se llenan de la magia de la amistad y de la convivencia de una clase de gente!!!: gente normal, gente corriente, gente como tu y como yo, como decimos en mi pueblo y en el tuyo "semos asina". 
Siempre he dicho que uno de los mejores, sino el mayor patrimonio que tenemos en nuestra región es la gente. Sí las personas. Y en éste grupo de amigos y amigas hay muchas personas que se quieren, que se conocen porque un día decidieron acudir a una llamada, que han fortalecido una relación, que han ennoblecido el bello espacio de la amistad. Sí de la amistad, de eso que vale tanto y que no tiene precio.
Esta como las anteriores se recordará. Encendimos un día una llama que se ha extendido y que lleva camino de hacerse mayor, sino se ha hecho ya. Observamos cómo nos conservamos y cómo pasa el tiempo y el valor de la amistad perdura. La kedada es un patrimonio de todos y todas los que un día decidimos acudir y de todos aquellos y aquellas que quieren pasear y se proponen pasar un día para recordar. Porque también eso es la kedada. Algo íntimo siendo público. Algo de todos y todas sin protagonismos ni protagonistas. Algo que fortalece a las personas. Algo que no queremos perder y que cuidamos como algo nuestro, porque forma parte de cada uno de los que asistimos. Creo que forma parte de nuestra forma de ser y de vivir, de sentir.
Olivenza, Plasencia, Zafra, Guadalupe, Mérida, Alcántara, Badajoz-Elvas, Pescueza, Villafranca de los Barros y...la próxima en Garrovillas de Alconetar la décima. Ya empezamos a prepararla, ya estamos sintiéndola.
Cada año la vivimos y algo que empezó como la aventura de un encuentro, con el paso de los años se ha convertido en una bella historia que más pronto que tarde habrá que plantearse en escribirla y publicarla porque sigue siendo cada año una experiencia única e inolvidable.