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domingo, 26 de enero de 2020

El poder de la palabra...

Hace unos días el Presidente del Gobierno decía... "ha llegado el momento de que las palabras dejen paso a los hechos"...y en los pocos días que lleva al frente, se han empezado a cumplir compromisos contraídos con los pensionistas con la revalorización de sus pensiones, incrementando el salario de los funcionarios y subiendo el salario mínimo interprofesional. Es un buen inicio de gestión del nuevo Gobierno, pero tengo la impresión de que no se ha valorado lo suficiente. Quizás es que cuando se gobierna desde la izquierda, este tipo de acuerdos y compromisos se dan por conseguidos antes de ser firmados y sucede que rápidamente nos olvidamos de lo que va a suponer para millones de personas.
Los acuerdos son posibles y con el salario mínimo interprofesional se ha demostrado. Poner de acuerdo en una  mesa a empresarios y sindicatos es fácil, pero conseguir un acuerdo de incremento que porcentualmente es mucho mayor que cualquier otro, no lo es. Y por ello de los compromisos asumidos en estos días, me parece junto al de la revalorización de las pensiones, de los mejores logros que se pueden conseguir en tan pocos días. Todas las partes han cedido, porque llegar a acuerdos significa que para acercarse hay que ir al encuentro y ceder. Pero al ceder todas las partes, quien gana es la gente. La gente que tiene los salarios y los empleos más precarios que verán aumentados sus sueldos.
Reflexionábamos en estos días sobre la oportunidad del nuevo Gobierno de centrar los mensajes y no caer en la tentación de estar respondiendo todos los días a la agenda que desde la derecha se quiere marcar. Porque los ciudadanos lo vamos a valorar por las políticas que se generen y no por las polémicas que se alimenten. Los ciudadanos estamos hartos de la gresca política permanente y con lo que ha costado formar Gobierno, hay que emplear todo el tiempo en generar políticas que centren el mensaje y que generen confianza, donde hay que decir lo que se hace y hacer lo que se dice.
Este Gobierno hablará con varias voces pero siempre con una misma palabra...decía el Presidente en su comparecencia para presentar al nuevo Gobierno. Y hace unos días leía un libro que hacía referencia a Blas de Otero con su verso "me queda la palabra". Siempre es la palabra lo que nos queda para disentir o para acordar. Porque a través de la palabra construimos el diálogo y a partir de aquí la posibilidad del encuentro y el acuerdo.
Quizás es la velocidad de este tiempo que consigue que no podamos pararnos a pensar y por ello es hasta posible, que estemos seducidos por la ética de los resultados. Sin duda, es un tiempo nuevo el que se ha iniciado en nuestro país, hay que confiar en la palabra y que esta bien construida, aunque tenga varias voces, siga generando políticas que, eso sí, vayan caminando en la senda de la ética de las convicciones.

domingo, 19 de enero de 2020

Pagamos por nuestro dinero...

En un desayuno de amigos nos preguntamos si alguno de los que estábamos alrededor de la mesa había tenido que formular alguna reclamación contra el cobro de comisiones o cuotas de mantenimiento que hacen los bancos. Estábamos cinco y coincidíamos en que al menos en una ocasión, todos habíamos pasado por ese proceso.
Ese mismo día aparecía un titular de un periódico que decía que ahora los bancos van a penalizar la infidelidad de los clientes, lo tuve que leer dos veces para quedarme con lo que realmente estaba diciendo el artículo. Me dispuse a leerlo por completo y recordé con dudas aquel refrán que dice "dinero ahorrado dos veces ganado"...el refrán viene a decirnos lo importante que es el dinero y la necesidad del ahorro. Recordé hace no mucho tiempo, que primero nos dijeron que dejáramos los ahorros porque nos rentaría el dinero, después que estaría protegido sin cobrarnos comisión, después que habían cambiado las condiciones pero que con tener la nómina o la pensión era suficiente y ahora que ni nos renta ni ahorramos por tenerlo en el banco, vamos a tener que pagar comisión y además aunque tengamos nómina o pensión, recibos y seguros nos van a penalizar si no cumplimos otras condiciones. El refrán debería ser: dinero ahorrado..dos veces no ganado.
En el coloquio con amigos comentábamos con preocupación, que históricamente siempre pasa lo mismo. La historia se repetía. Uno recordaba que el propio Banco de España había reconocido las pérdidas de cerca de 60.000 millones de € de dinero público que se destinó a rescatar a las entidades financieras españolas. Un dinero que la propia entidad ha reconocido que no se va a recuperar nunca. Y ahora la historia vuelve a encontrarse y a penalizar a los consumidores, porque ahora los bancos van a cobrarnos más por nuestro dinero depositado y por otro lado, se acaba la pequeña rentabilidad que por tener domiciliado nómina, recibos, seguros, pensiones, planes de pensioines, etc, se tenía. Excepto para aquellos que tengan saldos iguales o superiores como mínimo a 20.000€ y domiciliados recibos varios, seguros y nómina o pensión. O sea a "casi todos" los que colaboramos a salvar a los que ahora nos van a penalizar la "infidelidad".
Cuando entraba en la noticia quise comprobarlo como consumidor de una entidad. Porque somos consumidores. Porque al final nos convertimos en eso ya que para cualquier acción o disposición de pago, en la mayoría de las ocasiones usamos el producto que el banco nos facilita "gratuitamente". Pensaba en ese pequeño consumidor que tiene depositada su nómina o pensión, ese que un día esa misma entidad le prometió con una sonrisa que no iba a tener problemas y que no se le cobraría nada. Pensaba en ese pensionista, en ese joven, en ese trabajador en precario...pensaba que al final somos presos de ese poder económico. Del poder del dinero representado en esas entidades que juegan con nuestro futuro y juegan sabiendo que hoy nadie hace nada contra ellos. En resumen ganan por el miedo y por el poder del lucro con el cual son capaces de cambiar voluntades e imponer condiciones.
José Luis Sampedro decía que "hay dos tipos de economistas: los que trabajan para hacer más ricos a los ricos y los que trabajan para hacer menos pobres a los pobres".
La crisis empezó por el abuso de las entidades financieras, se pillaron los dedos y el Estado tuvo que recurrir a recursos de todos para ayudarlos...ahora nadie los corta, cambian las condiciones y volverán a lucrarse con nuestro dinero...terminamos el desayuno con la conclusión de que ayer le pagamos sus abusos y hoy como consumidores le pagamos sus beneficios....

domingo, 12 de enero de 2020

Tiempo de cortesía...???

Escribía hace una semana con el inicio del nuevo año que había para escribir un libro con lo que estaba pasando en tan solo cinco días. Y la cosa continúa una vez que ya tenemos Presidente del Gobierno y se han dado a conocer los nuevos ministros y ministras que lo conformarán, aunque aún sin haber tomado posesión de sus cargos. Bien por las continuas noticias de tribunales y su afectación política, bien por las noticias que está generando el futuro gobierno, todos los días la prensa tiene noticias para completar sus páginas.
Una vez que esta próxima semana tomen posesión y las noticias sean su confirmación y no sus filtraciones, el Gobierno comenzará a andar. Y será el momento de dar una oportunidad al nuevo Gobierno, tanto si su composición gusta más o menos, porque hay muchas necesidades y una de ellas es la de superar y dejar atrás todos estos meses de funcionamiento en funciones y de superar si es posible el acaloramiento por tierra, mar y aire que venimos soportando todos los ciudadanos. Sí, se que estoy siendo muy optimista, pero ahora el problema no puede seguir siendo el no poner en marcha políticas que han comprometido y firmado los dos partidos que formarán el Gobierno de coalición, porque será el poner en marcha cuanto antes las actuaciones comprometidas lo que deberá centrar el debate político, o al menos ello servirá para que los ciudadanos puedan valorar su actuación.
El acoso feroz por parte de la derecha y de los poderes e instituciones cercanas no va a parar. Por otro lado, los medios de comunicación no pueden ser los jueces mediáticos que marquen la política del rumor y de las filtraciones, porque ello conlleva tener que estar dando respuestas al debate que generan, por lo que cobra especial importancia el que no haya sobresaltos internos y que las Comisiones creadas para coordinar las políticas, tengan un funcionamiento y mucha comunicación interna antes de hacerlas públicas. Hay que facilitar y no obstaculizar, hay que crear confianza y no generar desconfianzas, hay que conjugar el nosotros como Gobierno y no el nosotros como partido, hay mucho que coordinar y dialogar antes de publicar, porque ningún otro Gobierno va a estar sometido al control que tendrá que soportar y aguantar este primer Gobierno de coalición progresista.
Porque hay muchas necesidades y expectativas que van a ser fiscalizadas y valoradas antes incluso de ser puestas en marcha, pero cuanto antes pasen de la palabra progresista a la realidad de hacer políticas que generen reformas que nos hagan avanzar a la sociedad y que nos lleguen a los ciudadanos para reconocernos en los cambios, cuanto antes practiquen que ser progresistas es salvaguardar y recuperar los derechos sociales y políticos conseguidos, construyendo una sociedad más integral, más igualitaria se demostrará que estamos ante una de las oportunidades del nuevo Gobierno para mirar hacia adelante, superar las adversidades y contradicciones internas y apostar por el futuro, porque está claro que lo del tiempo aquel de la cortesía de los cien días quedó en el pasado.
Leía en estos días sobre lo anormal en que se convierten las prisas, cuando después no se llevan a cabo con la misma rapidez las decisiones y se acometen las actuaciones. Es posible que sea que aún no está engrasado el protocolo de actuación, cooperación y coordinación de los partidos que formarán el nuevo Gobierno, pero parece claro que será muy necesario para hacer convivir la experiencia y la inexperiencia, para superar la ansiedad de la novedad y para hacer posible y creíble que en nuestro país es posible un Gobierno de coalición y de izquierdas.

domingo, 5 de enero de 2020

Y solo llevamos unos días...

A veces se dice que el tiempo que transcurre hace que poco a poco vayamos olvidando algunas etapas de lo que nos pasa en la vida. Yo tengo mis dudas de que esto sea así, pero como decíamos hace poco tiempo, hay que ir buscando nuevas etapas en el río de la vida. Un río que se va escribiendo poco a poco. Más o menos, como lo que sucede a cada año nuevo. Si seguimos el dicho popular de año nuevo, vida nueva...hasta podríamos significar que con todo inicio de ciclo se abren nuevas oportunidades, incluso para renovar nuestras vidas.
Y es que cuando llevamos tan solo cinco días de este nuevo año, la cantidad de cosas que están en discusión a raíz de lo que el Gobierno del país está acometiendo en las negociaciones antes de dejar de estar en funciones. Alguien decía que la política tiene estas cosas, porque ese es el sentido de la política. Se pueden decir muchas cosas de lo que se ha hecho en las últimas semanas, más bien casi en los últimos días del año y primeros de este. Cosas tan increíbles como las que hasta hace pocos meses se negaban y juraban que no se harían. Pero la política tiene estas cosas. Porque al final se trata de hacer política y la política es dialogar y acordar. Cada vez será más imposible decir no es no.
Pero hay episodios que se repiten. La historia está ahí para recordarlo. Se ha recordado a Benito Pérez Galdós en estos días y lo que escribió en sus novelas. Me atrevo a decir que se reescribe en parte una parte de la historia de nuestro país, aunque hoy con otros métodos. Nunca antes se había judicializado tanto la vida política como en la actualidad. Nunca antes el poder judicial se había cuestionado tanto. Algunos deberían poner grandes dosis de cordura y sensatez si es que la tienen, porque este país y los que formamos parte de el, no nos merecemos lo que está pasando. No todo vale en política. Los tiempos de la política se tienen que marcar desde la política y no desde otras Instituciones que no se crearon para marcar la política.
Y en ello estamos. A nuevo año, todo parece apuntar que en la próxima semana, por fin tendremos un Gobierno que dejará de estar en funciones. Que dejará de estar en funciones, pero que tendrá que aplicar mucho de sensatez y sentido común, mucho de pedagogía, mucho de decir lo que se hace y hacer lo que se dice. Y no será suficiente con que lo haga solo el nuevo Gobierno y sus integrantes, también será muy necesario y obligado que lo hagan quienes serán sus socios del sí y de la abstención.
En las últimas elecciones, las del 10 de noviembre, todos los grandes partidos tenían de una o de otra manera como parte importante de su eslogan la palabra España. Se suele decir que esto forma parte del marketing y que después hay que situar las cosas en su sitio. Debe ser así, porque unos por responsabilidad y obligación para que nuestro país deje de estar en funciones y no haya que ir a nuevas elecciones y otros porque están situados en la mesa de enfrentamiento y de la negación, están poniendo en evidencia el interés de las mayúsculas de la palabra del eslogan.
El diálogo y el acuerdo siempre fortalece a las Instituciones y a los Gobiernos. El diálogo y el acuerdo siempre responsabiliza a las partes que lo asumen y practican, porque el diálogo es siempre una oportunidad para conseguir los acuerdos. Durante el debate de investidura siempre se escuchan frases y citas diversas que ayudan a finalizar una intervención o trasladar un mensaje. Es una manera de apoyarse, es una forma de conseguir centrar un mensaje o alguna cita relevante. Nuestros políticos siempre hacen gala de ello. Durante el debate se citó a un poeta alemán que dijo aquello de "Qué tiempos serán los que vivimos que hay que defender lo obvio" y así es.
Pero como en estos días es el centenario de la muerte de Benito Pérez Galdós, me quedo con una cita suya cuando dijo aquello de "tendremos que esperar como mínimo 100 años más para que en este tiempo, si hay mucha suerte, nazcan personas más sabias y menos chorizos de los que tenemos actualmente". Dicen que el tiempo no te hace olvidar...te hace madurar y entender mejor las cosas. Ojalá todos nuestros políticos sean capaces de entenderlo así y no tengamos que dar la razón a lo que ya reflejó  B.P. Galdós en sus "Episodios Nacionales".
De momento y esperando los futuros episodios, reconociendo las grandes dificultades de este nuevo tiempo político en el que el nuevo Gobierno tendrá que superar, escuchar y tragarse muchas contradicciones, hay que ir hacia adelante con la sintonía de la letra del diálogo, del consenso y del acuerdo...porque otras alternativas si es que pudieron existir, no lo han querido.