Vistas de página en total

domingo, 28 de marzo de 2021

Diez años....

Hablamos con frecuencia y nos preguntamos porqué suceden algunas cosas. Suelo comentar que en estos tiempos un tanto convulsos llenos de incertidumbres de todo tipo y que inmediatamene hacen que no nos acordemos de algunas noticias positivas que también suceden, que el camino no es resignarse y dejar que pase el tiempo permaneciendo con grandes silencios. No son tiempos para no manifestarse, porque "la peor actitud es la indiferencia"....con estas palabras de un 27 de marzo de 2011, comencé hace 10 años el primer post en mi blog. Elegí el blog y escribir por necesidad, porque me gustó desde siempre. Porque no me gusta estar en silencio y si me comprometo con algo, me gusta escuchar y expresar mi opinión. Es mi manera de comprometerme. Así ha sido desde siempre, lo empecé haciendo en el Sindicato de UGT y posteriormente en el Partido Socialista.

Hoy este Puente de Alconetar cumple diez años. Con casi 400 post, más de 85.000 visitas y más de 300 comentarios. Por aquel año de 2011, era raro el político que no contaba con un blog. Hoy la realidad es que cuesta encontrar un blog de un político. El nombre del blog es el de un puente romano que a pesar de los cambios que sufrió, aún mantiene algunos de sus arcos y piedras originales. Lo cambiaron de lugar, pero sigue manteniendo la esencia y la belleza de su historia. El blog tiene un post semanal, formando parte de esa manera de comprometerme. Los seguidores lo son de todos los continentes, siendo en primer lugar de nuestro país y después de los Estados Unidos, Alemania, Rusia y resto de países de Europa y de América del Sur mayoritariamente. Compartiendo desde la reflexión al borde de la corriente agitada de las pasiones públicas, como dice la cita de Besteiro. Con la idea de ser un puente desde el que se acerca y se comparte la amistad desde el respeto. Desde una actitud de autocrítica y de debate de ideas. Desde la coherencia como virtud, para que la manipulación y las contradicciones que se están convirtiendo en un virus contagioso en la política, no nos contaminen. Con la idea de aprender del río de la vida, que es el que nos hace avanzar, ser leales y mantener criterios propios.

Por aquellos días de 2011, en nuestro país se estaba organizando un movimiento social ciudadano que posteriormente llenó muchas plazas de nuestras ciudades, con el lema "No somos mercancías en manos de políticos y banqueros". Un movimiento al que la historia le debe un lugar, un reconocimiento. Un movimiento de indignación general conocido como el 15-M que fue el germen de muchos movimientos ciudadanos e impulsor de otros ya existentes, pero que hasta entonces estaban invisibilizados. La necesidad de un aire fresco en la política. El inicio de la nueva política, se decía. Diez años después, muchos de los que iniciaron aquel movimiento y que criticaban a la llamada casta, han dejado de utilizar esa palabra, porque ya no hay diferencias ni colores de casta. Ahora son todos casta y han conseguido entre todos, que aparezcan con fuerza los extremismos y radicalismos por un lado y por otro.

Sin querer ninguna acreditación por ello, las entradas del blog son un conjunto de reflexiones. Es un recorrido de muchas vivencias, de muchas conversaciones, lecturas, encuentros, reuniones, agitaciones. Un conjunto de experiencias y de responsabilidades por querer aportar, ayudar, compartir y vivir. De la vida, del trabajo, de la calle, de la política y desde lo que suelo llamar el rio de la vida, desde la experiencia misma. Escrita desde mi visión de entender una manera de hacer y de ser, porque soy de los de estar para hacer, antes que los de estar para ser. Todos nos equivocamos alguna vez y pienso que no hay nadie que pueda mantener no haberse equivocado nunca. Porque sólo se equivocan aquellos que arriesgan. Porque un blog es una manera de mirar el espejo y compartir la mirada. Porque compartir la mirada es arriesgarse, pero cuando se cree en lo que se hace, hay que defenderlo y si después nos equivocamos, lo reconocemos. Porque en esta sociedad donde prima el individualismo, donde los valores han sido sustituidos por los intereses, tiene aún mayor fortaleza interna reconocer las cosas, porque no es debilidad hacerlo y decirlo, sino responsabilidad practicarlo con la palabra, que es lo que muchas veces nos queda y que es de las pocas cosas que forman el patrimonio de la persona.

Una respuesta podría resumir buena parte de las reflexiones que forman estos diez años del blog. La respuesta a la pregunta sobre la Ilustración...el abandono por parte del hombre de una minoría de edad cuyo responsable es él mismo. Y es que esta minoría de edad, significa la incapacidad para servirse de su entendimiento sin verse guiado por algún otro. Uno mismo es el culpable de dicha minoría de edad cuando su causa no reside en la falta de entendimiento, sino en la falta de resolución y valor para servirse del suyo propio sin la guía de algún otro. Y es que en el camino hacia uno mismo, lo que quizás haya hecho en estos diez últimos años, es caminar lento y a veces muy rápido, pero sabiendo que el único lugar a donde quería llegar es a donde he llegado, porque el tiempo disfrutado, es el verdadero tiempo vivido.

domingo, 21 de marzo de 2021

De la indignación a la perplejidad....

Escuchaba una conversación entre dos jóvenes hablando de los partidos y de los políticos. No me sorprendía escuchar que hablaban de los problemas que generan los políticos y no de los problemas que sufren y sufrimos hoy en día los ciudadanos. Pensé en que era una conversación en la que me encontraba a gusto en el papel de observador. Cuando llevaban un ratito hablando, intervine para decirles que no sabía si se estaban dando cuenta, pero sólo estaban hablando de los problemas que generan entre sí los políticos y nada de los problemas que como jóvenes tienen. Les llegué a comentar que aunque es difícil no hablar de ello, al final entre unos y otros consiguen que los ciudadanos no hablemos de los problemas que tenemos en la sociedad. No me refería al problema del virus. Me refería a los problemas reales que llevamos mucho tiempo sin hablar y que mayormente afectan a la gente joven.

Es cierto que la pandemia hace que estemos más pendientes de los problemas que genera, de los cambios sociales y económicos, de sus efectos y los temores que se generan ante una crisis que va a durar lo que no se sabe. Y es cierto que relacionado con ello, hay un grado de crispación en la sociedad como no se había conocido en toda la etapa democrática. Quizás es una de las consecuencias del año que llevamos. Hay una alteración a todos los niveles de nuestra salud y los expertos nos dicen que no sólo nos ha cambiado nuestra manera de vivir, sino que también los cambios han empeorado la calidad de nuestro sueño. Y relacionado con ello, el nivel de malestar social sigue creciendo, hasta el punto de que parece estar instalado desde hace tiempo. Esta era otra de las justificaciones que trataba de decirles a los jóvenes por la dificultad de que hablaran de cosas que no fuera lo que aparece a diario en los medios y que fomentan los políticos.

Leía un informe de Metroscopia sobre la pandemia y sus distintos apartados. Me fijaba en un capítulo que hace mención a la confianza institucional, donde el personal sanitario obtiene la mejor valoración ciudadana y el parlamento obtiene la peor valoración. No sorprende esta valoración, pero es una prueba más del nivel del clima social que se respira en nuestro país. Estamos en una época de indignación colectiva que provoca una irritación social, pero al mismo tiempo creo que también provoca una claridad. Clarifica y nos identifica, porque le da sentido y valor a las cosas que realmente lo tienen, a las cosas que merecen la pena.

El año de la pandemia, también es el año de los datos. Porque tal y como se refleja en el informe, cuatro millones de parados, cuatro millones de dosis de vacunas administadas. Un millón de personas en situación de suspensión temporal de empleo, un millón de millonarios. Un retroceso de la economía del 11%, un 11% de españoles que anteponen la economía a la salud. Un 40% menos de muertes por accidente de tráfico y un 40% más de uso de internet. Cien millones de contagios y 2,5 millones de fallecidos en todo el mundo (3 millones y 73.000 fallecidos, en España). Datos y más datos. Personas  detrás de las cifras. Algo que no puede ni debe olvidarse, porque no hay números, hay personas.

Y cómo encontrar respuestas, si hoy después de un año parece que la única certeza es la incertidumbre. Esta podría ser una de las preguntas que hoy nos hagamos, porque el impacto de esta pandemia está siendo claramente desigual en la población y a la incertidumbre se le une una decepción general que ya ha provocado una enorme perplejidad en la sociedad....por eso creo que hay que dedicar más tiempo a reflexionar sobre lo que nos está llevando de la indignación a la perplejidad y mucho menos tiempo a hablar de aquello que los peor valorados quieren que hablemos.

domingo, 14 de marzo de 2021

En qué están pensando?

Paseaba esta semana por una de las calles comerciales más importantes de mi ciudad y no dejaba de mirar a un lado y a otro. Pensaba sobre lo que estaba viendo mientras caminaba. Reflexioné sobre el silencio de la calle y el poco ruido que apenas escuchaba. No tenía que apartarme de la acera porque había muy poca gente por la calle. Las tiendas con su escaparate limpio, en el que podía leer los anuncios de las rebajas y la palabra liquidación. En el interior no había nadie, si exluímos al dueño o dependienta de la tienda y pensaba que es una foto que podemos ver en muchas de las ciudades de nuestra región y de nuestro país. Hoy que se cumple un año del primer Estado de Alarma por el virus, esta es una de las consecuencias que estamos sufriendo en nuestro país y mientras todo ello pasa, algunos están pensando no sabemos en qué, o quizás sí.

Y mientras todo esto sucede y no parece estar muy clara la solución, esta semana podría ser recordada porque se cumple un año de un virus que nos cambió la vida. Un año de nuestra vida que se nos fue para siempre. Nos encerró en nuestras casas y hoy el virus sigue sumando contagiados y fallecidos, arrojando a la calle a miles de trabajadores con cientos de empresas cerradas y cifras de parados como hacía años que no estaban, con unos daños económicos que son incalculables y con la imperiosa y absoluta prioridad de poner todos los recursos económicos en la calle, llámense fondos europeos o ayudas directas a empresas y autónomos, para que lleguen cuanto antes a los afectados. Esta debería ser la prioridad de todos nuestros políticos.

Y como hemos comprobado lamentablemente, ni la pandemia ha sido capaz de poner sensatez y sentido común a la política. La moción de censura en la Comunidad de Murcia que al final no se podrá realizar por los pactos con transfugas de última hora, la convocatoria anticipada de elecciones y dos mociones de censura en la Comunidad de Madrid que van a tener que dilucidar los jueces para ver cuál tiene validez y la moción de censura en la Comunidad de Castillay León, son ejemplos que priorizan los intereses partidistas de quienes los promueven, no se entienden y distancian a los ciudadanos de quienes los representan.Y todo esto, hasta podría entenderse si estuviéramos en una situación de normalidad sanitaria, social y económica, porque mociones o adelantos electorales han sido realizados siempre por unos y por otros. Pero estando como estamos, con unos tiempos convulsos y llenos de incertidumbres, la política de los que llegaron para regenerar y de aquellos que deberían regenerarse de nuevo, si es que algún día se regeneraron, nos han dado todo un ejemplo de irresponsabilidad.

Lo que tenemos y lo que está pasando desde hace algún tiempo no tiene que ver ya ni con la nueva ni con la vieja, sino con la mala política. El ejemplo de la Comunidad de Murcia es claro. De los seis de Ciudadanos que firman la moción de censura, tres se desdicen 48 horas después y pasan a formar parte del Gobierno de la Comunidad. Del Gobierno al que habían firmado derrocar con la moción. Esto no es política, esto es de mercenarios políticos. Lo de transfugas se queda pequeño, porque lo único que les une son apaños de ambición, dinero y poder. Exclusivamente. 

Es posible que sólo el tiempo y los ciudadanos pongan las cosas en su sitio. Es hasta posible que estos ejercicios de poder y de enfrentamientos entre los partidos, sean el peor virus político para un país que debe resolver una gravísima crisis y que se enfrenta a una mayor polarización política, que amenaza y puede causar un gran daño institucional. Porque hay cosas que alejan a los ciudadanos de la política y que provocan su descrédito. Porque hay cosas que los responsables políticos deberían evaluar antes de acordar. Porque hay cosas que no ennoblecen el espacio público de la política y los ejemplos de estos últimos días son argumentos que sólo alimentan y convienen a quienes no quieren que sea la política la que regule las cosas y esto es tremendamente peligroso....porque recordando una frase del escritor aleman Georg Lichtenberg "Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto".

domingo, 7 de marzo de 2021

el espejo de la realidad....

En el interior de "Días en blanco" tengo escrito que en los rincones de nuestro río de la vida, todos tenemos esos agujeritos que nos permiten recordar y reflexionar sobre nuestras experiencias personales, familiares, profesionales y de otro tipo. En esas etapas nos reencontramos viviendo esos espacios. A veces son unos simples segundos en los que recorremos un tiempo vivido. Es un tiempo que nos reconforta, que nos hace sonreir e incluso consigue que se nos escape alguna lagrima también. En el conjunto de ese tiempo, miramos todo lo lejos que podemos y después nos vemos ante el espejo de la realidad, en el que no caben las acciones superficiales y lejanas, las que nos enredan y pretenden que pasemos el tiempo sin reflexionar hacia ese nosotros, ese espejo donde no cabe ni existe la polémica.

Porque en estos días hay muchas polémicas. Siempre hay polémicas, qué sería de nosotros si no hubiera polémicas. El Gobierno y sus encontronazos internos, el asunto de la vivienda. La propaganda política que no cesa, de algo que acabó hace casi diez años. Los permanentes papeles de Bárcenas. Lo de un Comisario que tiene un arsenal en grabaciones. Las manifestaciones del 8-M. Los empresarios catalanes y su "Ya basta" ante la falta de Gobierno y la violencia en las calles. La Presidenta de la Comunidad de Madrid y su pulso al Gobierno, a pesar de aquel acuerdo de la foto de las 22 banderas. La "regularización del emérito y el viaje de vacunaciones de las infantas". La pretendida e interesada "abrir la semana santa", sin acordarnos del "salvar la navidad". La permanente polémica por el "acuerdo-desacuerdo" de la renovación del CGPJ....Y muchas otras polémicas que casi todas nos conducen a seguir diciendo que todos los días hay mucha polémica interesada y poca que es de interés real, que profundice en los problemas reales de los ciudadanos....y tengamos en cuenta que tenemos más de 4 millones de parados, a los que habría que sumar los 900.000 trabajadores que están en ERTE.

Y es que pienso que casi todas estas polémicas y propagandas, nos hacen estar en una realidad falsa. Es posible que los creadores de las mismas cumplan el objetivo, su objetivo. Porque es como si buscaran conseguir que los ciudadanos no estuviéramos ante el espejo de la realidad. De una realidad que tiene axfisiados y desamparados a mucha gente, a muchos jóvenes que van a ser presos o lo son ya, de las consecuencias de dos crisis vividas y que podrían ser denominados como los jóvenes de las generaciones en crisis. 

Ahora que estos últimos días nos estan permitiendo un poco de aire en relación con la gravedad que sufrimos como consecuencia del "bicho", no estaría de más atender las palabras que el ingenioso hidalgo escribió hace cientos de años y que una enfermera pronunció en la entrega de los premios Goya...."porque  no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca"...., y es por ello, porque ha sido y sigue siendo una realidad, no debería ser objeto de ninguna polémica ni de ninguna propaganda, porque esto sí que nos ha colocado a todos ante el espejo de la realidad, que es la vida misma.