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domingo, 26 de febrero de 2023

Preguntas....preguntas....

Se ha cumplido un año de la guerra de Rusia contra Ucrania y como sucede siempre con este tipo de conflictos cuando se cumple un tiempo, recordamos las imágenes de aquellos primeros días. Siempre quedan grabadas para la memoria histórica. Siempre. Nos preguntábamos aquellos días por el origen del conflicto. Hoy también eso ha pasado a la historia porque ya nadie se lo pregunta. Esa no es hoy la pregunta ni el análisis de los comentaristas y del mundo en general. Las primeras imágenes y crónicas de la barbarie nos contaban en directo la crueldad de lo que diariamente sucedía. Una película real y una auténtica masacre lo que sucedió aquellos días. Hoy seguirán sucediendo aunque quizás no con la misma crudeza y realidad?. Quizás es que esa pregunta hoy ya no es pregunta.

Como tampoco es hoy una pregunta, cuántas cumbres y conferencias se han realizado?. Porque la respuesta podría ser para qué. Hoy después de tantas fotos, palabras y frases pronunciadas para que pueda quedar algo recogido como resumen, nos podríamos preguntar cuántas cumbres y conferencias se han realizado para iniciativas de PAZ?. Porque conocemos las que se han realizado para tomar medidas de apoyo a Ucrania y de sanción a Rusia. Pero tengo la impresión de que a Putin le da igual. Qué demostración de insensatez en el conflicto después de todo un año, porque lo único que hay cierto es que no hay fecha para acabar con esta barbarie. También esto podría ser objeto de una pregunta, pero no se si cabe en este conflicto. Porque como decían algunos de los protagonistas de otras guerras, se tarda siempre más tiempo en solucionar los conflictos cuanto más tiempo se tardan en resolver.

Y las poderosas organizaciones internacionales como la OTAN o la ONU siguen amparando cumbres y conferencias. Amparan, declaran, emiten resoluciones, confirman más dinero para más armamento y ya no sabemos si existe algún plan de paz, porque más armas sólo van a prolongar el conflicto y causar más muertes. Porque nos podríamos preguntar por el papel de una organización como la ONU que debería estar pensando exclusivamente en la paz?. Pero seguramente sea una pregunta que como las anteriores no tenga respuesta. Demasiadas preguntas donde ya no sabemos si existen respuestas. Porque quizás es que uno de los problemas es que se sigue pensando más en la guerra que en la paz.

Y mientras el conflicto sigue y la vida debe continuar, los refugiados ucranianos se seguirán haciendo preguntas después de todo un año que sigue alargándose. Alejados de sus familiares, de sus casas si es que aún existen y en definitiva de su vida. Cómo será la vida de esos niños y niñas que después de este tiempo no saben si podrán volver a su país y se encontrarán con sus seres queridos?. Es seguro que se estarán haciendo preguntas del porqué tardan tanto en volver a su escuela, a disfrutar con sus amigos, a pasear y jugar en sus parques....Después de un año hasta es posible que se hayan cansado de hacer la misma pregunta porque siempre habrán escuchado la misma respuesta. Y después de todas estas preguntas, seguimos pensando más en clave de conflicto que en clave de PAZ???

domingo, 19 de febrero de 2023

Me preocupa....

En unos de mis paseos con la observación del Guadiana como fondo, compartía con un amigo una buena charla y me trasladaba su preocupación por el ambiente que se había instalado en la sociedad y en gran parte en los ciudadanos. Nos sentamos en uno de los bancos del paseo y hablamos del ruido y del entorno a efectos informativos. Sin pensar de dónde viene y quien lo maneja. Hoy se debate de casi todo y de todo no se debate en profundidad. Leemos cada vez más los titulares y cada día menos la información que es lo que nos debería de dar la profundidad de conocer y saber lo que estamos leyendo. Escuchamos por diferentes medios y a veces tengo la impresión de estar en otro país, en otro mundo. Será que la desinformación nos ha inundado y no nos deja pensar. Leemos poco y no pensamos si la fuente es fiable y veraz. Será internet que como recurrimos a lo fácil y localizable, nos está acostumbrando a que aguantemos todo. Lo seguimos haciendo sin aprovecharnos de la selección que podemos hacer. Podría ser un tema interesante para escribir en tu blog, me comentó. Le respondí que compartía esa preocupación y que no era la primera vez que había profundizado sobre la afectación, repercusión y consecuencias que está teniendo todo ello a todos los niveles en los ciudadanos.

He formulado esta reflexión durante estas últimas semanas a más de un amigo y conocido. Intentando encontrar alguna respuesta donde no hay respuestas uniformes. Y hace unos días tuve la oportunidad de profundizar un poco en dos ambientes sobre la reflexión que me habían trasladado. Un encuentro de jóvenes me facilitó una conversación con uno de ellos y traté de comprobar el grado de extensión de la preocupación de mi amigo. Preocupación compartida y que a medida que avanzaba mi charla me seguía preocupando por la opinión que el joven tenía del Presidente del Gobierno. Le pedí que me diera argumentos y su respuesta me dejó helado "es que está dando muchas subvenciones a movimientos feministas". Le puso un calificativo a Pedro Sánchez pero por respeto me lo quedo. Le pregunté las razones de su argumento. No tenía argumentos. Sólo que lo decía Vox.... a lo que le respondí que "debes ser más prudente cuando menos, como joven tienes el derecho a equivocarte, pero lo que no debe faltarte es el respeto y....". El otro ambiente fue el de un grupo de mayores y la reflexión de la charla me sirve para poder tener más argumentos respecto a las diferencias en las generaciones. "Yo no tengo whatsapp me decía uno de los mayores. Me ahorro el recibir mensajes de gente que no conozco realmente y también así no me enfado ni me utilizan. Me llaman o llamo y así escucho la voz de la persona que quiero y conozco". Amén.

Vivimos en un mundo que nos interrumpe constantemente. Ocupamos nuestro tiempo y nuestra vida con cosas que en la mayoría de las ocasiones no merecen la pena. Ni siquiera nos da tiempo a digerir y por supuesto a reflexionar. Tanta información y si lo pensamos despacito, la mayoría de la información que se recibe es superficial y ya sabemos que pasa con el exceso de información. Llega un momento en que no somos capaces de distinguir lo esencial de lo no esencial. Y es que la cantidad de información que circula en internet aumenta, pero nuestro tiempo disponible es siempre el mismo. En el espacio de la saturación informativa que vivimos, sucede además que estamos más expuestos a la desinformación y a la vulnerabilidad ante los bulos, las noticias falsas y otras historias, porque la velocidad a la que circulamos nos impide el proceso de reflexionar que necesita de otros tiempos.

Terminé la charla con el joven repitiéndole que lo que no debía faltar es el respeto. Que nos pueden gustar más o menos las políticas que se puedan estar haciendo, pero el diálogo es básico. Creo que al final lo comprendió, pero tengo mis dudas de si lo cumplirá. Por ello me preocupa que el ambiente instalado en una gran parte de la ciudadanía esté monopolizando el debate sosegado y tranquilo que debería imperar. No lo quiero dar por perdido porque entiendo la palabra como el argumento para el diálogo y no para la descalificación, pero me sigue preocupando la creciente desconfianza y fatiga que aparece en todas las encuestas, porque la política no puede verse como algo ajeno a la propia ciudadanía.

domingo, 12 de febrero de 2023

Imágenes que nos impactan....

Es difícil escribir y mirar para otro lado cuando las imágenes te quedan helado. Algo así nos ha pasado en estos últimos días con lo sucedido en el terremoto de Turquía y Siria. Cuando suceden estas catástrofes las preguntas casi sobran, sólo cabe actuar rápidamente para intentar salvar al mayor número de personas que han podido quedar sepultadas. Nos sorprenden esos enormes edificios derruidos captados en el momento y nos quedamos asombrados por ello. Pero hay algo que nos llena y nos reconforta hasta donde se puede, es el esfuerzo de la gente, de los voluntarios. Da igual el frio, la nieve, la noche cuando se trata de no perder el hilo de la esperanza. Mientras el esfuerzo continúa, las familias siguen esperando una señal porque no se resignan a perder la vida de sus familiares, y junto a ellos, el esfuerzo de esos equipos de rescate por buscar bajo los escombros. Un llanto, una señal, un grito, una luz....esos aplausos de la gente cuando ven que alguien sale con vida después de haber estado sepultado durante varios días. Y después están esas imágenes de esos niños y niñas rescatados que al ver la luz muestran su asombro porque no saben qué ha pasado, ni conocen la cara ni la voz de quien los ha encontrado, pero que se agarran a ellos con todas su fuerzas como queriendo saber que se están agarrando a la vida.

Comprobamos y vemos a esa gente que abre sus casas y sus corazones a tantos miles de desplazados. Es la humanidad de la gente que se ofrece y que abre el espacio de las emociones para dar calor. A los que estamos lejos, las imágenes nos acercan y la distancia en kilómetros no nos aleja ni nos esconde. La humildad aparece en los rostros y en la voz de la gente que sufre las consecuencias siempre. Esa mirada perdida hacia algún lugar de los que lo han perdido todo, parece querer preguntarse pero es incapaz de hacerlo porque pensando en todo, no piensa en nada. En qué puede pensar alguien que ha perdido a toda su familia, a sus seres queridos?. Cuando suceden este tipo de catástrofes lanzas una mirada a lo lejos y te dejas llevar por el poder de los sentimientos. Por el poder de las emociones que te golpea en el interior y abre el corazón.

Mientras los efectos de una catástrofe no terminan nunca de pasar porque se quedan vidas humanas y proyectos por el camino, en este mundo tan global la vida continúa y las noticias no tan impactantes ni importantes siguen en el diario del río de la vida. Pero como decía al inicio, es imposible obviar lo sucedido. Se quedan imágenes en la memoria en cualquier catástrofe que nos acompañan durante toda la vida. Siempre sucede y estoy seguro que mientras podemos leer esta entrada, es muy posible que nos  acordemos de alguna de ellas. El vídeo que hemos podido ver del rescate por la UME de dos menores y su madre, los cuales llevaban varios días sepultados bajo los escombros. Como también ese vídeo del rescate del pequeño Karam por la asociación humanitaria Cascos Blancos, que sonríe y golpea con sus manos a los rescatadores, como queriendo reconocer a unos bomberos con los que posiblemente podrá llegar a jugar algún día como si fueran sus propios juguetes. 

Historias de supervivencia que dan fuerza y esperanza a los rescatadores, aunque cada día que pasa es una posibilidad menos. Pero son historias que dan sentido a la humanidad y a la obligación y el deber que tenemos como sociedad de no olvidar que a todos nos puede pasar, por lo que ayudar y colaborar no cuesta nada. Siempre que suceden catástrofes vivimos momentos que nos demuestran lo que somos y nos decimos lo grandes que podemos llegar a ser cuando estamos juntos y unidos. Como decían los militares españoles "encontrarles ha sido un momento increíble"....y esos momentos vividos serán las grandes imágenes que los acompañarán durante toda su vida.

domingo, 5 de febrero de 2023

La vivienda....un derecho.

El artículo 47 de nuestra Constitución dice "todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada y los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación"....derecho, vivienda, poderes públicos, interés general, especulación....Son palabras que podrían resumir el ejercicio y las condiciones de un derecho como el de la vivienda que afecta a todos los ciudadanos y especialmente a nuestros jóvenes. Hace unos días se comentaba sobre esta situación que sufrimos en nuestro país con todo lo que tiene que ver con la vivienda y se ponía el foco en los precios de los alquileres y de las condiciones de los mismos, así como la imposibilidad de hacer frente a los precios disparatados que la hacen inasequible con unos sueldos precarios y que impactan directamente especialmente en la vida de los jóvenes, que les impide totalmente encarar un proyecto de vida, lo que al final les hace vivir de alquiler por obligación y compartiendo no sólo el precio, sino también los horarios para poder utilizar determinadas zonas del espacio que habitan.

Mientras todo esto viene pasando y se sufre, hay quien vive con esta situación mirando hacia otro lado. Sin querer pagar la parte de la responsabilidad que tiene. Cada vez que hay una crisis hay algo que se repite. Hay quiénes se enriquecen de manera tremenda y ahí están los datos conocidos en estos días, y también hay quien sufre para muchos años los desequilibrios que le genera, no terminando nunca de pagarlos. Y en ello estamos cuando lo que vengo diciendo desde hace un tiempo sigue pasando. Hemos caído en la normalización de este problema de los precios de la vivienda. Hace algún tiempo dejó de ser sólo una necesidad, para convertirse en un lujo por el precio que tiene. Mientras todo ello sucede y parece que no lo vemos, la gran banca española compuesta por seis compañías, ha conseguido en 2022 unos beneficios récord: 20.850 millones de euros, un 28% más que en 2021. Con estos datos debería poderles la responsabilidad, pero están demostrando que ellos no solo miran para otro lado, sino que están poniendo todos los obstáculos en contra del impuesto temporal extraordinario que les ha puesto el Gobierno, cuando sólo les va a significar en este año que terminó la cantidad de 1.190 millones.

A veces pienso que todas estas cosas no son fruto de la casualidad, porque hoy casi todo tiene unas causas. Cuando durante estas últimas semanas se ha estado debatiendo sobre la subida del SMI he estado recordando algunas declaraciones de la gran patronal de los empresarios y de algunos de los dirigentes del Banco de España de no hace mucho tiempo. Unos y otros coincidían en que la subida podría tener efectos negativos sobre la empleabilidad en algunos colectivos o sectores. Han tenido que rectificar porque lejos de reducir el empleo, ha contribuido a una reducción importante de la pobreza y de la desigualdad. Hoy el SMI es uno de los mejores argumentos de las políticas desarrolladas por el Gobierno de nuestro país al haber pasado de los 735 euros cuando gobernaba Rajoy, a los 1080 euros actuales. Un 36% más. Lo mismo ha pasado con la revalorización de las pensiones y su relación al IPC. Por eso cuando hace unos días debatía con un grupo de mayores en la Asociación de Vecinos, una respuesta de uno de ellos me llevó a la reflexión: "nunca mi pensión ha tenido una subida igual y no es suficiente porque hoy todos queremos más, pero sí podré decirlo y reconocerlo: es una gran subida y con ello puede seguir ayudando a mis hijos".
 
Cuando en esta semana se debatía sobre el precio de los alquileres y de la vivienda, se decía que los jóvenes viven de alquiler por obligación porque no pueden comprar una vivienda. Y es cierto porque con los precios de los alquileres por las nubes y los salarios por los suelos, es imposible ahorrar y esta es la primera barrera para poder comprar. Las distintas situaciones en que nos encontramos en nuestro río de la vida nos conducen hacia estos escenarios que podría definirse como una "contradicción o incoherencia", o no. Los grandes bancos que han batido récord de ganancias imponen sus condiciones en los préstamos para adquisición de vivienda y los jóvenes tienen que supeditar su proyecto de vida y sus posibilidades de futuro a estar toda su vida pagando, mientras los mayores y los favorecidos por el SMI aplauden el incremento de sus pensiones y salario. La cuestión es que nuestros mayores siguen favoreciendo, contribuyendo y ayudando como aprendieron e hicieron durante toda su vida y los grandes bancos continuan beneficiándose en esta sociedad egoísta que solo valora el seguir enriqueciéndose sin querer repartir los beneficios a los que contribuimos todos los ciudadanos.