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domingo, 29 de abril de 2018

De aquel mayo francés a...

Van a cumplirse 50 años de aquel mayo francés del 68 en el que los estudiantes pidieron a los partidos de la izquierda tradicional y a los sindicatos de clase que se unieran a ellos. Hablamos de la mayor movilización social que se recuerda y que consiguió unos acuerdos muy importantes entre el gobierno francés, sindicatos y patronales. Hoy después de medio siglo lo seguimos recordando y en algún caso tiene cierto paralelismo con acontecimientos de este último tiempo en nuestro país. Alguna relación encuentro en ello, por aquello de que entonces fueron jóvenes estudiantes los que lo provocaron y llamaron a la movilización social y ahora han sido las mujeres y los pensionistas los que han hecho despertar de cierto letargo a los partidos de izquierda y a los sindicatos de clase.
Los que por razón de ser muy pequeños en aquellos años hemos leído pero no vivido aquellos tiempos, tenemos referencias por los medios. Hoy podríamos incluso llegar a decir que todo aquello que pasó marcó el futuro, porque yo creo que la historia está para recordarnos que hubo un tiempo como aquél y que identificó no solo a un país, sino a todo un continente, ya que las protestas traspasaron fronteras. Identificó también una cultura política, la cultura del pacto y del acuerdo. Me atrevo a decir que anticipó y reconoció un cambio que se extendió por toda Europa.
Hace ahora 20 años leí un libro titulado "Después de la pasión política" y escribía dentro de esa manía que tengo, la siguiente frase "reivindiquemos la actuación y actitud crítica frente a la amenaza del pensamiento único, la indiferencia, apatía y pasividad"...hoy podría añadirse algo más a esos interiores que releo de vez en cuando, porque el ensayo de Ramoneda tiene su actualidad cuando nos dice que cuando la libertad y la democracia están secuestradas por los poderes económicos, la razón es la única vía para recobrar la ineludible pasión por la política...aunque a veces no sea escuchada, por aquello de que nos hemos vuelto muy pragmáticos.
Cada etapa tiene sus momentos y lo tradicional se pierde si no se cultiva. Creo que este es uno de los grandes cambios en la cultura de las organizaciones políticas y sociales. Hay cambios que se llevan por delante el sentido de identidad y la historia de la organización, porque no se cultivan el respeto, los valores, los principios y la cultura de esas organizaciones por los nuevos "líderes" que las representan. Y ello no solo se palpa y se siente dentro, también se nota por la sociedad. El valor de lo natural si no se contiene en el interior, es difícil de aprender.
No se trata de hacer esto o lo otro, sino aquello que debemos. Las obras, lo que hacemos, son las que a la hora de la verdad, refrendan nuestras señas de identidad. Actuar es colocar un testimonio clarividente, que rubrique aquello que defendemos. Como dice Sábato en una de sus obras "sólo quienes sean capaces de encarnar la utopía serán aptos para recuperar cuanto de humanidad hayamos perdido". 
No es fácil, conocer esa gente con clase de la que hablaba en mi anterior entrada. Por ello, quizás valga la pena revisar nuestros espacios, nuestras palabras y nuestras actuaciones, tres ejemplos en mi opinión, que definen la verdadera clase de la gente...

viernes, 27 de abril de 2018

Gente con clase...

En la lectura encuentro momentos de reflexión y ello me ayuda no sólo a seguir aprendiendo, sino también a recordar momentos y guardarlos en nuestro interior. En nuestro disco duro, porque todos guardamos un disco duro dentro de nosotros. Es un contenido que no sólo se acumulada, sino que también se llena de momentos.
Esta noche repasaba en ese interior de los libros, en esa manía mía de escribir en su interior frases de determinados momentos. Rescaté algo de Manuel Vicent, que dice así "...No depende de la posición social, ni de la educación recibida en un colegio elitista, ni del éxito que se haya alcanzado en la vida. Tener clase es un don enigmático que la naturaleza otorga a ciertas personas sin que en ello intervenga su inteligencia, el dinero ni la edad. Se trata de una secreta seducción que emiten algunos individuos a través de su forma natural de ser y de estar, sin que puedan hacer nada por evitarlo. Este don pegado a la piel es mucho más fascinante que el propio talento.
Aunque tener clase no desdeña la nobleza física como un regalo añadido, su atractivo principal se deriva de la belleza moral, que desde el interior del individuo determina cada uno de sus actos. La sociedad está llena de este tipo de seres privilegiados. Tanto si es un campesino analfabeto o un artista famoso, carpintero o científico eminente, fontanero, funcionaria, profesora, arqueóloga, albañil rumano o cargados senegalés, a todos les une una característica: son muy buenos en su oficio y cumplen con su deber por ser su deber, sin darla más importancia. Luego, en la distancia corta, los descubres por su aura estética propia, que se expresa en el modo de mirar, de hablar, de guardar silencio, de caminar, de estar sentados, de sonreir, de permanecer siempre en un discreto segundo plano, sin rehuir nunca la ayuda de los demás ni la entrega a cualquier causa noble, alejados siempre de las formas agresivas, como si la educación se la hubiera proporcionado el aire que respiran. Y encima les sienta bien la ropa, con la elegancia que ya se lleva en los huesos desde que se nace.
Este país nuestro sufre hoy una avalancha de vulgaridad insoportable y el ego se ha convertido en una de las mayores de las incapacidades. Las cámaras y los micrófonos están al servicio de cualquier mono patán que busque, a como dé lugar, sus cinco minutos de gloria, a cambio de humillar a toda la sociedad.
Pero en medio de la chabacaneria y mal gusto reinante también existe gente con clase, ciudadanos resistentes, atrincherados en su propio baluarte, que aspiran a no perder la dignidad. Los encontrarás en cualquier parte, en las capas altas o bajas, en la derecha y en la izquierda. Con ese toque de distinción, que emana de sus cuerpos, son ellos los que purifican el caldo gordo de la calle y te permiten vivir sin ser totalmente humillado"
Uno que ya no cree en casi nadie...encuentra a través de la experiencia la mejor manera de poder seguir creyendo en algo. Es posible que hoy sea la única manera de poder comprobar hasta qué punto hay gente con clase y gente que tiene clase...es como si la educación y el respeto hubieran perdido espacio en esta sociedad que si te dejas, termina aislándote y llevándote al espacio de la vulgaridad.

domingo, 22 de abril de 2018

Senior...que no viejos.

Durante este fin de semana se ha celebrado en Garrovillas de Alconétar el V Foro del Club Senior de Extremadura. Este club, pionero de este tipo de encuentros en España, es un espacio para la reflexión de senior "no seniores" que no solo comparten su tiempo, sus conocimientos y experiencias, sino que también el tiempo de la escuela de su vida laboral desde la acumulación de su experiencia y que desde la libertad de pensamiento proponen un ejercicio de debate abierto sobre la situación de nuestra región, señalando en sus estatutos sus dos objetivos principales: crear un ámbito de reflexión y de debate sobre la realidad de Extremadura en todos sus aspectos que redunde en beneficio de la comunidad sin distinciones de clases o de ideología y contribuir a ensanchar la base de la sociedad civil extremeña dinamizando las actividades solidarias a favor del desarrollo y el progreso de nuestros conciudadanos.
En el desarrollo de la jornada se presentó el libro "A los extremeños qué nos pasa para estar donde estamos...", un conjunto de reflexiones autocríticas mirando al futuro. Esta frase pronunciada por la presentadora del libro, le hizo extenderse en su presentación sobre la situación de nuestra región y de los extremeños, llegando a decir que le preocupaban los extremeños que no quieren ser extremeños y lo decía alguien que sin ser extremeña de nacimiento, es medalla de Extremadura.
En alguna ocasión he comentado que se aprende más escuchando que hablando. Escuchando las intervenciones de los senior de las distintas partes que compone el informe anual, me vuelve a asaltar alguna duda. Es algo que me surge cuando desde la libertad de las reflexiones expuestas no se refleja que nosotros no partimos desde la misma línea de salida y tampoco en las mismas condiciones que los demás. Porque creo que no pueden entenderse algunos de nuestros déficit sin tener en cuenta esa situación. Incluso hoy después de muchos años, seguimos sin disponer de las grandes infraestructuras que los demás disponen desde hace algún tiempo y aún así, hay sectores en los que crecemos a unas medias superiores a los demás. Es posible que no hayamos sido capaces de rentabilizar al máximo este tiempo, pero es indudable que hoy nuestra situación es incomparablemente mejor y que no toda la riqueza de una región es la que aparece reflejada en los grandes indicadores económicos.
Como se refleja en una parte del libro y siguiendo aquel consejo que Goethe dio a su albacea, de ejercitar la mirada para mejor entender el mundo y sus circunstancias, es saludable y así creo que lo merece como bien se menciona en la introducción, que provocar, incitar y deliberar sobre el desarrollo y el bienestar de los extremeños, no para lamentar el pasado o el presente, sino para apostar por el futuro, es un ejercicio reflexivo que bien merece que le prestemos atención porque los tiempos han cambiado y hemos pasado del tiempo del pesimismo a empezar a creer un poco más en nosotros mismos.
Es un poco de ponerle pasión cada uno en lo que sepa y pueda...porque hoy a diferencia de ayer, sí tenemos claro nuestro potencial para poder cambiar las cosas.

sábado, 14 de abril de 2018

Esas pequeñas cosas...

Esta semana me ha llamado la atención de forma muy especial la divulgación de un vídeo sobre la ELA. Una enfermedad degenerativa que paraliza todos los músculos del cuerpo. El vídeo comienza diciendo: no poder acariciar,  no poder moverte, no poder caminar y, por supuesto, no poder bailar... El protagonista es Marco. Lo conocí hace unos años en un encuentro de academias de formación al que fui invitado a hablar sobre uno de los grandes acuerdos que se han llevado a cabo en nuestra Comunidad (Pacto Social y Político).  Posteriormente fuimos hablando más a lo largo de éstos años y coincidimos en muchas ocasiones en esos partidos de nuestro CD Badajoz por los pueblos cuando estaba en categoría regional, porque Marco junto con el amigo Fernando Valbuena y otros pocos más fue uno de los que ayudó a que hoy el club esté en categorías superiores.
Esta mañana recibía un mensaje en el que me decían: se nos olvidan las pequeñas cosas de la vida, hasta un baile es importante. Es cierto. Este mundo se ha vuelto así de complicado o quizás siempre lo fue y no nos dimos cuenta. Un baile, un simple baile con sus mensajes nos devuelve a una realidad que está ahí. Que no nos damos cuenta de lo que supone hasta que no lo vemos y sobre todo las personas que lo tienen, lo sufren.
Tenemos que alimentarnos de la vida y saber que este tipo de cosas están pasando. Es un pellizco lo que nos conmueve. Es ver ese tango y ese baile que hace que nos sensibilicemos más ante un problema que podemos sufrir cualquiera de nosotros y hace que nos demos cuenta de que el tiempo que tenemos es poco y que hay demasiadas cosas por hacer.  
Estamos aquí de paso, dice una de las canciones de Luz Casal, y posiblemente somos más conscientes de todo ello cuando vemos o tenemos cerca ese presente.  Será cierto que a veces las palabras logran ser lo que dicen y como sucede en el vídeo, la ELA merece ese baile, ese tango que nos seduce y que hace que no nos olvidemos de esas pequeñas grandes cosas de esta vida. 

   

domingo, 8 de abril de 2018

Descrédito y desprestigio...

Durante estos últimas semanas venimos asistiendo a una serie de sucesos y acontecimientos informativos por llamarlo de alguna manera, que han monopolizado el resto de la información. Es raro no encontrarse en cualquier lugar público o no, y que no se hable de Cataluña, el proces y sus noticias judiciales; el vídeo de las dos reinas de nuestro país; el máster de Cifuentes en una universidad...también de otras noticias, pero quizás éstas tienen un componente común en todas ellas. Se trata de Instituciones públicas muy representativas en nuestro país: Comunidades Autónomas, Monarquía y Universidad.
Creo que uno de los síntomas más preocupantes del estado actual de las democracias puede ser el creciente desprestigio de sus instituciones y de sus representantes. Es muy posible que las próximas encuestas reflejen de nuevo que este desprestigio ocupe los primeros lugares en las quejas de los ciudadanos. No se puede poner a todas las Instituciones en el mismo saco, pero lo que es seguro que en la opinión de la ciudadanía y el debate está en la calle, estos últimos acontecimientos harán mucho daño a la cosa pública. Escuchaba en mi viaje de ida unas palabras con las que coincido totalmente y es que pocas instituciones representan en nuestro país mejor que la Universidad la democratización del país y la igualdad de oportunidades. El daño ya está hecho y será muy difícil que pueda recuperarse porque la Universidad y sus profesionales dependen de la confianza que la sociedad les da.
Llevamos demasiado tiempo con el asunto de Cataluña y algún día es posible que todo este proceso se estudie en nuestras Universidades. Es un asunto del que todo el mundo habla y no sólo ya en nuestro país. Por mucho que se empeñe el Gobierno en trasladar a sus aliados europeos que este problema, es un problema de nuestro país, creo que se está consiguiendo por parte de los Puigdemont y compañía que el asunto esté alcanzando un nivel al menos mediático, de carácter europeo. A medida que pasa el tiempo y el problema sigue sin resolverse, han conseguido que se sobrepasen demasiadas fronteras y uno de sus detonantes son las últimas resoluciones. Habría que remontarse años atrás porque creo que nunca se había analizado por la prensa internacional estos problemas con tanta frecuencia.
Los máximos representantes de la monarquía española han perdido mucho de su crédito en éstos últimos años. Situaciones como las del rey emérito y sus viajes, los líos de sus hijas y sus consortes fueron el detonante de que cada día más la ciudadanía de nuestro país cuestionara su posición, sus méritos y a la propia monarquía, pero las informaciones y vídeos de últimos días han puesto a la Corona de nuevo en un nivel de descrédito. Mucho parlamento va a tener que ejercer el actual rey entre su mujer y su madre porque lo que se ha visto no debe ser fruto de la casualidad.
Ortega sostenía que no se puede gobernar contra la opinión pública y ésta es un pilar fundamental sobre el que se asientan los poderes públicos y sus representantes. Situaciones como las descritas alientan a la desautorización de la cosa pública y a la falta de credibilidad de las instituciones. Si el descrédito sigue aumentando, no habrá gobiernos ni gobernantes que aguanten. Todo tiene sus causas y el descrédito que ahora ha saltado de éstas Instituciones es una historia que las ha tenido ocultas en un caso, y en otro que los tiempos no han salido analizarse y han hecho que sus efectos no hayan podido por más tiempo estar ocultos.