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domingo, 27 de abril de 2025

Ejercicio de ciudadanía....

En el contacto con los ciudadanos comprobamos situaciones que muchas veces por este ritmo de nuestro tiempo no percibimos. Pararte a conversar y escuchar. Apreciar y empatizar. Aprender y conocer. Son algunos momentos de esos que percibes que es una de las mejores fórmulas para la relación. Porque se produce ese contacto y se transmiten emociones. Porque aprendemos de esas personas anónimas que te cuentan una historia, pero que no es cuento, porque es un reflejo de lo que pasa de forma cotidiana y que por distintas situaciones no tenemos tiempo para disfrutarlas y aprender de ellas. Quizás una de las causas de todo ello, sea que llevamos demasiado tiempo contaminados por el tiempo de la indiferencia. Opino que puede que estemos perdiendo si seguimos siendo indiferentes a aquello que nos afecta más de lo que nos parece y a lo que en muchas ocasiones no le damos importancia. Lo natural está impregnado de la sencillez y de lo humano. El problema es que escasea cada vez más y ante ello no nos podemos resignar, porque estaremos perdiendo no sólo la batalla, sino que estaremos dejándonos llevar por el individualismo y nos perderemos en la despreocupación porque quizás pensemos que no nos afecta.

En alguna ocasión he reflexionado sobre escenas y pasajes cotidianos con el argumento de aprender del río de la vida. De ese río de las emociones que son las que llegan al interior y que no pueden controlarse, porque sencillamente se notan y nos golpean en el interior. Durante estos últimos días sigo en mi proyecto de hablar con la gente. De explicar una manera de estar para hacer y no para ser. Con las razones como base de las preocupaciones y con la necesidad de seguir encontrando argumentos para elevar el proyecto de forma compartida. Porque cuando los proyectos conseguimos que se compartan, no sólo nos enriquecen, sino que nos reencontramos con más argumentos para hacer frente a la apatía y la adversidad que en muchas ocasiones consigue controlarnos hasta dejarnos llevar y mirar hacia otro lado. 

Un mañana en esta última semana mientras paseaba, me llamaba la atención un ciudadano al que no conocía. El sí me sigue por las publicaciones y las manifestaciones que desarrollo o denuncio de las diferentes calles y las condiciones e infraestructuras de la ciudad. Me habló de que se dedica a pasear por varias calles y por distintos barrios, y se encuentra con la dejadez en muchas infraestructuras básicas. También me avisaba de otras cosas. Me pidió el número de teléfono y se lo pasé. Estuvimos hablando un ratito y disfruté con la conversación de una persona que estaba comprometida porque sentía que su ciudad, nuestra ciudad, estuviera en el estado en el que está. Nosotros los mayores tenemos mucho tiempo, me decía. No es normal que un ciudadano te pare por la calle y se ponga a conversar contigo y como si te conociera de toda la vida, te contara cosas muy interesantes. Me preocupa mucho nuestra ciudad y siendo muchos más cada día, parece que cada uno sólo estamos a lo nuestro y hemos perdido el sentido de estar preocupados por lo que es de todos. Me pareció una reflexión muy a tener en cuenta y se lo agradecí.

Me acerque el Día del Libro a uno de los puestos de la librería Colón. Siempre que suelo comprar alguno, me acerco a ver y hablar con estos profesionales que nos aconsejan. Me recomendaron un libro entre tres posibles. "La península de las casas vacías". Empecé a leerlo y estoy comprobando como engancha a adentrarnos en una parte de la historia. El cómo lo cuenta y por lo que cuenta que he podido leer hasta ahora, es difícil que su lectura nos deje indiferentes. Y es que quiero seguir sintiendo la necesidad de que cuando haces las cosas y te ilusionas, hasta en el silencio de la lectura te puedes permitir el conmoverte, porque las historias vividas tienen mucho que ver con nuestro presente y con un  futuro que el rio de la vida te permite compartir y sentir, teniendo presente de donde venimos para saber lo que no queremos ser.

domingo, 20 de abril de 2025

Un poco de ironía....

Dicen que la ironía en el entorno de la política tiene más eco o resulta más llamativa que un argumento serio. La ironía puede resultar mas dañina de lo que se piensa porque queda al adversario político desalmado o sin saber que responder. Lo escuché una de las últimas veces en la presentación de un libro de un compañero que había dedicado muchos años de su vida a la política. Discursos con carga de profundidad ideológica acompañados de frases y puntos de ironía en sus intervenciones. La ironía es una respuesta en un tiempo donde las mentiras y los bulos nos contaminan a diario, o posiblemente fue un argumento siempre que bien utilizado no tiene contestación. Ahora bien, hay que estar muy presto como decía aquél, porque el mensaje no puede perderse y hay que ponerle mucha dosis de veracidad a aquello que manifiestes para resultar creíble.

Durante estos días los pacenses estamos pagando el impuesto de los vehículos de tracción mecánica. Lo conocemos más popularmente como el "impuesto del rodaje". Un impuesto directo que grava la circulación de nuestros vehículos que están aptos para circular por la vía pública. Se paga en función del tipo de vehículo, al que se aplica un coeficiente. En nuestra ciudad, según datos del año 2024, hay 114.000 vehículos registrados que a una media de 80€ suman más de 9.000.000 millones de € los ingresos que recibe nuestro Ayuntamiento por el "impuesto del rodaje". Es una gran cantidad de dinero que muchos ciudadanos nos preguntamos dónde los invierten. Un impuesto directo que al igual que todos los demás pasa a formar parte de las arcas públicas. Un impuesto que como dice el Alcalde y el Concejal de Hacienda se redistribuye por toda la ciudad. Ellos, que están a pie de calle, saben que esa redistribución debería ser coherente con los principios de eficiencia y equidad para que todas las barriadas, calles y aceras de la ciudad por ejemplo, pudieran ver y comprobar que el reparto se hace cumpliendo dichos principios. Pero al igual que sucede cuando vemos los presupuestos municipales, comprobamos que hay barrios donde se invierte todos los años y otros donde no se invierte en años.

Medios de comunicación de la ciudad se han hecho eco de la situación de muchas de las vías públicas por donde a diario pasan nuestros vehículos. Una radiografía donde los baches, hoyos y hasta socavones mostraban una foto. No hay un sólo barrio en toda la ciudad, donde muchas de sus calles no aparezcan con ese problema. Y no es sólo por la cuestión de las lluvias, aunque es cierto que con ellas estamos pudiendo comprobar que esos charcos-baches están llenos de agua. Es un problema general de falta de mantenimiento y de reparación que aparece por toda la ciudad en muchas de las infraestructuras que pagamos los ciudadanos con nuestros impuestos. Y también es más grave porque quienes lo tienen que saber, lo conocen y no están haciendo nada por repararlo. Ahora nos dicen que no pueden hacer nada hasta que no deje de llover. Y la respuesta con un poco de ironía podría ser la misma de siempre, la misma que nos decimos cuando tenemos que apagar los fuegos.

Puede ser que la ironía consiga que una respuesta pueda resultar más provocativa o tener más resonancia. Hasta puede resultar graciosa, como así ha sido con el mensaje que publiqué hace unos días y del que un medio se hacía eco con el siguiente texto "los neumáticos los paga usted". Recibí muchos comentarios en forma graciosa e irónica. Es cierto que es una situación que se reproduce por toda la ciudad y sobre la que los ciudadanos nos cabreamos porque comprobamos que estamos ante el peor gobierno municipal que ha habido en la historia de nuestra ciudad y no es ironía. Es conveniente que no lo olvidemos y que pensemos que dentro de un mes estaremos en el ecuador de la legislatura y habrá que evaluar si la "segunda transformación de Badajoz" prometida, era simplemente un eslogan ciudadano propagandístico de color naranja. Es ironía!.

domingo, 13 de abril de 2025

Y nuestra ciudad, porqué no?

En alguna ocasión he escrito sobre algunas experiencias dentro del Casco Antiguo de nuestra ciudad, Badajoz. Siempre recordaré lo que tan acertadamente escribió una gran periodista. Miriam Fernández de la Rua decía que hay dos cascos antiguos en Badajoz. Uno que se enseña, se pasea, se disfruta y se exhibe en los folletos turísticos y se fotografía para mostrarlo al mundo. Y después hay otro casco antiguo, el que está fuera del circuito administrativo, comercial, turístico y de ocio que saca los colores, que se evita y no se enseña. Un día me encontraba paseando en la cercanía de la Plaza de la Soledad y observé un grupo de turistas con una guía. Me acerqué para escuchar y conocer. Hubo un momento en que una de las personas le preguntó a la guía por esas calles que nacen en esa Plaza y que llegan hasta la Plaza de España, Calle San Juan o alrededores de la Plaza Alta. La mayoría de las casas fueron locales comerciales, pero hoy se encuentran cerrados. Muchos. Calles peatonales, como la calle Virgen de la Soledad de unos 150 metros de larga, donde hace poco conté más de 200 baldosas rotas o que bailan al paso. Calles donde hace algunos años había vida, de gente que paseaban, compraban y disfrutaban. Disfrutaban y sentían con unas calles con mucha historia. Unas casas con fachadas para fotografiar y hoy en varios casos observamos que están reforzadas sus fachadas ante un riesgo de derrumbe que se agrava con las lluvias. Hay muchos ejemplos y las denuncias de vecinos y asociaciones así lo confirman. Los que están a pie de calle, o eso dicen, deberían gastar más suela de zapato y menos culera en el sillón, como me dice un amigo.

Me preocupa nuestra ciudad. Porque toda esa zona necesita tener más paso de ciudadanos para recuperar una parte de la vida. Como le pasa a la calle comercial por excelencia, como es Menacho. Hace unos días paseaba y me llamó la atención el número de locales comerciales cerrados en una calle que tiene poco más de 250 metros de larga. Hay 28 locales que se encuentran en venta, alquiler o sencillamente con la persiana bajada y las telarañas creciendo. Hay personas que lo achacan todo al centro comercial El Faro. Claro que tiene su peso ese gran centro comercial, pero pienso que también hay otras razones para que todas esas marcas y otras sin ser grandes hayan cerrado. Hay que innovar y encontrar fórmulas para que al igual que ha pasado en otras ciudades tipo a la nuestra, esos espacios no se encuentren cerrados. El Ayuntamiento debería estar haciendo mucho más de lo que está haciendo. Porque no se trata de conceder ayudas o subvenciones al pequeño comercio exclusivamente. Hay que innovar e investigar en otras alternativas como se ha hecho en otras ciudades, donde se han recuperado esos espacios. Y la primera Administración debería concentrar los esfuerzos, porque es muy importante hablar de la ciudad, porque nosotros somos la ciudad.

Produce tristeza pasear por esas calles llenas de historia. Y también provoca reflexión al observar fachadas pintorescas llenas de legado que en algunos casos conservan señas de identidad de las diferentes culturas que pasaron por Badajoz. Esa identidad y esa cultura nos debería hacer reflexionar sobre la urgente necesidad de qué hacer con esa zona de nuestra ciudad que podría ofrecernos una experiencia rica en cultura, historia y gastronomía. Quizás en estas tres palabras podría investigarse sobre el futuro de qué queremos hacer para mantener que esa zona icónica tuviera un futuro donde se podría profundizar en un gran cambio, donde manteniendo la historia y con voluntad política pudiéramos recuperarlo para que siguiera manteniendo su carácter emblemático y alcanzáramos ese atractivo que consiguiera que la gente lo hiciera suyo para volver a llenarlo de vida. No hay nada que sea imposible si dejamos de mostrar nuestra indiferencia ante ello. Miremos a nuestro Casco Antiguo. Otras ciudades lo han conseguido y son referencia por su recuperación....Y en nuestra ciudad, porqué no va a ser posible?

domingo, 6 de abril de 2025

El precio de la vivienda y el alquiler....

En este fin de semana se han celebrado manifestaciones en las capitales de nuestro país en contra de los precios abusivos de los alquileres y de la vivienda. Gente de todo el país ha reivindicado en la calle como hacia tiempo que no se llevaba a cabo. Un problema colectivo que se sufre y al que los distintos gobiernos en sus ámbitos de competencias respectivas, no terminan de ponerse de acuerdo ni dar una respuesta que pudiera al menos aliviar la situación. La vivienda dejó de convertirse hace tiempo en una necesidad para convertirse en un lujo. Podría parecer contradictoria la frase, pero comparto que es una realidad. Ahí están las estadísticas y como se ha convertido en un auténtico negocio el precio de la vivienda. Podríamos decir que el acceso a la vivienda se ha convertido en un auténtico problema social en nuestro país, ya que, a los problemas existentes para adquirir una casa por la falta de ahorro, se suma también los problemas para pagar el precio del alquiler debido a los elevados precios de los mismos.

Según los datos del informe que presentó el Consejo de la Juventud de España a principio de este año sobre las condiciones de la juventud emancipada, se destacan datos alarmantes sobre las dificultades económicas que atraviesan los jóvenes para acceder y mantener una vivienda en alquiler. El informe lleva por título "Un problema como una casa". Se señala que el 70% de los jóvenes se emancipan a través del alquiler, y que el 87% de ellos comparte vivienda con otras personas. Y que la principal motivación para esta situación es la necesidad de reducir los gastos, y que además alrededor de un 30% de los jóvenes emancipados necesita la ayuda económica de su familia para poder hacer frente al alquiler.

Al margen de las estadísticas que reflejan con los números una realidad que pasa hoy en día, no podemos obviar que en esos números hablamos de personas que en su mayor parte jóvenes sufren esta situación. En todas las familias estoy seguro que podríamos encontrar algún ejemplo. Ejemplos de ayudas y de jóvenes que hoy siguen viviendo con sus padres porque les resulta imposible hacer frente a los gastos y a la cantidad que tienen que aportar para pagar una vivienda o poder pagar un alquiler. Porque hay que añadir a esa dificultad la situación económica de los mismos y relacionado con ello sus salarios. De ello también hay que hablar porque todo ha subido y con el precio de los productos de necesidad lo podemos encontrar, porque los salarios no han subido porcentualmente de la misma manera y la desproporción que existe asienta claramente cada vez más que la frontera de la desigualdad se sigue agrandando.

Hay muchos problemas nuevos y hay otros que se interiorizan y por tanto se sufren casi en silencio. El problema de los precios de la vivienda es uno de esos problemas que sin ser nuevos, hemos permitido que se instale en nuestra sociedad y que parezca que tenemos que convivir con el, sin hacer nada por cambiarlo. Sin hacer nada o sin poderlo hacer, dada la diversidad y divergencias que nos encontramos en el ámbito de las competencias de las distintas Administraciones. El artículo 47 de nuestra Constitución declara que todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. La letra y el espíritu de nuestra Ley de leyes es como si estuviera hablando de un derecho fundamental, que sin serlo, sí que otorga a ese derecho el de disfrutar de una vivienda digna y adecuada. La cuestión, y ahí estarían nuestros entendidos juristas, es si una vez contemplado como un derecho, podemos o pueden seguir permitiendo que se haya convertido en un abuso, tal y como estamos comprobando en la realidad.

Nuestra ciudad....

Estos días pasados Badajoz se ha vuelto a reencontrar con una parte de su historia. La conmemoración de unos acontecimientos bélicos en torno a nuestra ciudad y sus alrededores. Lo que han llamado los organizadores “los sitios de Badajoz”. Y entre otras razones de poner en conocimiento aquellos hechos, ha quedado demostrado la importancia de conocer la historia. Aprendemos de lo que pasó para recordarlo y sobre todo para seguir no sólo conociendo mejor nuestra ciudad y su historia, también la historia y la memoria nos sirve para reconocer mejor nuestros orígenes y tener un pequeño homenaje a aquellos que lucharon defendiendo su legado de aquellos invasores. Como decía Jacinto Marabel, uno de los conferenciantes, “la historia de Badajoz es muy rica, pero muy desconocida”.

Y es que nuestra ciudad tiene mucha riqueza en sus piedras, que al final son una parte de la historia. Esa parte que otras ciudades tienen mejor conservada y valorada. En ese corazón de la ciudad que inició su vida y que está lleno de tesoros por descubrir. Esas piedras que conservan un legado por conocer. Esa historia desconocida que sigue observando como pasan los años y aún nos seguimos sorprendiendo de tener oculto el mayor patrimonio que una ciudad puede tener. Y que teniéndolo no lo podemos disfrutar porque entre otras razones sólo lo llenamos de vida cuando algunos acontecimientos recuerdan su celebración y nacimiento. Y también porque sigue siendo inexplicable que hoy siga siendo un espacio donde a diario aparcan cientos de coches causando un daño a sus piedras y provocando con ello que no pueda visualizarse y descubrirse el maravilloso tesoro que esconden esas murallas.

Son muchos los años que han pasado. Tantos, que no conocemos lo que ese espacio al aire libre contiene en el interior de esas murallas y que nos podría aportar. Porque lo que estamos demorando excesivamente es en dar valor a ese extraordinario conjunto. El recinto amurallado más largo de España y la Alcazaba más grande de Europa. Un enorme museo abierto con una riqueza histórica, artística y arqueológica que está tardando demasiado en convertirse en la mayor tribuna de la ciudad y que bien podría transformarse en la fuente de mayor riqueza para cambiar el destino y el futuro de nuestra ciudad, porque bien gestionado tendría un potencial inimaginable.

Se ha cumplido un año de la firma del convenio para la recuperación monumental, patrimonial, social y urbanística del barrio histórico de nuestra ciudad. El día de la firma del Consorcio del Casco Antiguo por las administraciones autonómica, provincial y local se ponía en valor la respuesta como una demanda histórica, el agradecimiento a la parte de la sociedad civil que con su preocupación y constancia lo había hecho posible, y por fin se ponía fin a una anomalía con lo que es el corazón de la ciudad.

Quizás es que el tiempo pasa muy deprisa o que después de tantos años en el gobierno municipal lo de prometer y cumplir lo acordado se olvida con más facilidad por parte de nuestros gobernantes municipales. Se aprueban los presupuestos de 2025 y a pesar de la firma del Consorcio sigue sin apostarse por el corazón de nuestra ciudad.