Se acaban de celebrar las elecciones autonómicas de las Comunidades Autónomas del País Vasco y Galicia. Dos de las nacionalidades históricas, que así se suele decir...las dos se han celebrado antes de cumplirse su periodo normal de celebración, es decir se han adelantado. En una gobernaba el PP y seguirá; en la otra gobernaba el PSOE y no seguirá.
Los resultados para el PSOE no han sido nada buenos,,,se pueden poner muchos calificativos, pero el que se acercaría bastante a la realidad, es que han sido unos resultados muy malos o malísimos.
Se valoran los resultados desde distintas instancias. Siempre pasa lo mismo o casi siempre: no coinciden las valoraciones de la clase dirigente del partido con lo que se empieza a escuchar desde la clase militante, es decir los militantes opinamos una cosa que se diferencia de lo que opinan los dirigentes. Vamos, que no es lo mismo, pero que éste tema tampoco es igual que cuando se valoran las cifras de las manifestaciones por las autoridades y por los convocantes.
Porque si decimos izquierda, tenemos que hacer izquierda y estando en la oposición como estamos, aún más izquierda. Porque la culpa de unos resultados como los de Galicia y el País Vasco no es ni de la abstención, ni de la irrupción de otras fuerzas políticas. La culpa, sus causas y la responsabilidad de éstas deben empezar por asumirse y responsabilizarse de ellas.
No se pueden empezar a escuchar mensajes de que hay que escuchar a la abstención, cuando ésta ha sido casi la misma de otros procesos electorales en esas Comunidades. No se puede responder con que la abstención ha lanzado un mensaje, cuando ésta no ha votado y por tanto, no podemos saber si nos hubiera votado.
Solo empezando a reconocer que la causa y el problema lo tenemos nosotros, podremos responder al porqué de los resultados. Porque hay que reconocer que es así. Porque solo reconociendo los errores cometidos, podremos iniciar un nuevo camino. Un nuevo tiempo en el PSOE, que se antoja absolutamente necesario y vital para que el Partido vuelva a recuperar las referencias y convertirse de nuevo en la referencia de la gente.
Porque no se si habremos hecho un discurso nuevo o distinto al que la gente quiere, pero lo que no cabe duda es que el que estamos haciendo, no es el que conecta con la gente.
Porque soy de los que piensa que solo un tiempo nuevo nos permitirá reencontrarnos y volver a ser la referencia en nuestro país. Porque soy de los que piensa que hay que estar para hacer y no ser para estar. Porque soy de los que piensa que si decimos izquierda, tenemos que hacer izquierda.
