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domingo, 14 de marzo de 2021

En qué están pensando?

Paseaba esta semana por una de las calles comerciales más importantes de mi ciudad y no dejaba de mirar a un lado y a otro. Pensaba sobre lo que estaba viendo mientras caminaba. Reflexioné sobre el silencio de la calle y el poco ruido que apenas escuchaba. No tenía que apartarme de la acera porque había muy poca gente por la calle. Las tiendas con su escaparate limpio, en el que podía leer los anuncios de las rebajas y la palabra liquidación. En el interior no había nadie, si exluímos al dueño o dependienta de la tienda y pensaba que es una foto que podemos ver en muchas de las ciudades de nuestra región y de nuestro país. Hoy que se cumple un año del primer Estado de Alarma por el virus, esta es una de las consecuencias que estamos sufriendo en nuestro país y mientras todo ello pasa, algunos están pensando no sabemos en qué, o quizás sí.

Y mientras todo esto sucede y no parece estar muy clara la solución, esta semana podría ser recordada porque se cumple un año de un virus que nos cambió la vida. Un año de nuestra vida que se nos fue para siempre. Nos encerró en nuestras casas y hoy el virus sigue sumando contagiados y fallecidos, arrojando a la calle a miles de trabajadores con cientos de empresas cerradas y cifras de parados como hacía años que no estaban, con unos daños económicos que son incalculables y con la imperiosa y absoluta prioridad de poner todos los recursos económicos en la calle, llámense fondos europeos o ayudas directas a empresas y autónomos, para que lleguen cuanto antes a los afectados. Esta debería ser la prioridad de todos nuestros políticos.

Y como hemos comprobado lamentablemente, ni la pandemia ha sido capaz de poner sensatez y sentido común a la política. La moción de censura en la Comunidad de Murcia que al final no se podrá realizar por los pactos con transfugas de última hora, la convocatoria anticipada de elecciones y dos mociones de censura en la Comunidad de Madrid que van a tener que dilucidar los jueces para ver cuál tiene validez y la moción de censura en la Comunidad de Castillay León, son ejemplos que priorizan los intereses partidistas de quienes los promueven, no se entienden y distancian a los ciudadanos de quienes los representan.Y todo esto, hasta podría entenderse si estuviéramos en una situación de normalidad sanitaria, social y económica, porque mociones o adelantos electorales han sido realizados siempre por unos y por otros. Pero estando como estamos, con unos tiempos convulsos y llenos de incertidumbres, la política de los que llegaron para regenerar y de aquellos que deberían regenerarse de nuevo, si es que algún día se regeneraron, nos han dado todo un ejemplo de irresponsabilidad.

Lo que tenemos y lo que está pasando desde hace algún tiempo no tiene que ver ya ni con la nueva ni con la vieja, sino con la mala política. El ejemplo de la Comunidad de Murcia es claro. De los seis de Ciudadanos que firman la moción de censura, tres se desdicen 48 horas después y pasan a formar parte del Gobierno de la Comunidad. Del Gobierno al que habían firmado derrocar con la moción. Esto no es política, esto es de mercenarios políticos. Lo de transfugas se queda pequeño, porque lo único que les une son apaños de ambición, dinero y poder. Exclusivamente. 

Es posible que sólo el tiempo y los ciudadanos pongan las cosas en su sitio. Es hasta posible que estos ejercicios de poder y de enfrentamientos entre los partidos, sean el peor virus político para un país que debe resolver una gravísima crisis y que se enfrenta a una mayor polarización política, que amenaza y puede causar un gran daño institucional. Porque hay cosas que alejan a los ciudadanos de la política y que provocan su descrédito. Porque hay cosas que los responsables políticos deberían evaluar antes de acordar. Porque hay cosas que no ennoblecen el espacio público de la política y los ejemplos de estos últimos días son argumentos que sólo alimentan y convienen a quienes no quieren que sea la política la que regule las cosas y esto es tremendamente peligroso....porque recordando una frase del escritor aleman Georg Lichtenberg "Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto".

3 comentarios:

  1. Un aplauso enorme a tus reflexiones, amigo. Ahí andamos, como pollo son cabeza. Todos locos en un grado o en otro y volviéndonos, cada vez, mucho más. La gente con la inestabilidad, afinando finamente sus desesperanzas. Somos la destrucción de la humanidad, sin duda. Y tenemos que ser guiados, tenemos que ajustarnos a normas, tenemos que obligarnos a obedecer tentaciones que pueden no ser el verdadero éxito final; y si ya metemos cuestiones de rivalidades entre esferas inalcanzables, porque ellos vuelan por otros cielos y respiran otros aires, entonces, ya, nos sumergimos en la pecera y a nadar hasta que nos coma el tiburón.

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  2. Y terminaran comiéndonos los tiburones en forma de radicalismos y fanatismos....se está creando un caldo que no tiene colores ni sabores, sólo el color y el sabor del interés de cada uno, el interés del individualismo. Gracias por tu comentario.

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  3. Totalmente de acuerdo contigo Anselmo, qué desesperanza con esta oposición política de ahora en estos tiempos dónde lo más importante debería ser la Salud de todos. La historia los juzgará...

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