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domingo, 12 de marzo de 2023

Educar en Igualdad....

Para esta semana volví a intentar reencontrarme con un tiempo y recuperé la lectura de hace cinco años por estas fechas. Me refiero al 8 de marzo de 2018 donde las calles de nuestro país se mostraron al mundo de forma contundente y conjunta, con muchos mensajes reivindicativos realizados en pancartas reclamando derechos, pero todos desde el clamor de la unidad por un mismo objetivo, y aquel día muchos jóvenes posiblemente era la primera vez que acudían a una manifestación y ello constituyó una de las mejores señales para el futuro. Un auténtico clamor y que los gobiernos debieron interiorizar, escuchar y hacer suyo. Entonces pensamos que no había que esperar a un nuevo 8 de marzo para entender lo que había pasado en aquel. Entre otras razones, porque el tiempo pasa y no se recupera, pero sobre todo por aquellas mujeres que así lo clamaban como la mejor pancarta para el futuro y también por todas aquellas que no pudieron nunca estar en la calle gritando por la igualdad.

La igualdad debería ser una reivindicación permanente y tendría que formar parte de la agenda diaria para que no sólo habláramos de ella durante unos días cada año. Una lucha constante por lo que se cree hasta conseguirlo. Y en estos días ha habido muchos momentos que han demostrado que aún queda mucho camino por recorrer en este sentido. Hay que seguir reivindicando y sumando, recuperando aquel espíritu del 2018 en el que nuestro país fue el encuentro de la reflexión de muchos países que se fijaron en nosotros y que nos tomaron por bandera. Tan solo cinco años después, aquel espacio público reivindicativo no puede haberse olvidado porque entonces estaremos retrocediendo y seguiremos sin encontrarnos. Falta mucho por hacer y no se va a conseguir por el camino del desencuentro y de la confrontación entre aquellas organizaciones que siempre lo hemos defendido. Si caemos en ello, de poco habrá servido la lucha por lo que creemos, porque toda confrontación sólo ayuda a los que hoy se están frotando las manos en silencio, observando como las opciones progresistas de izquierdas nos descalificamos. Hay que parar y hay que volver a la sensatez y al sentido común, porque en la lucha por la igualdad queda mucho y sólo desde la unidad de los que creemos en ello podremos llegar a conseguirlo.

El foco en el que el ruido está consiguiendo ser el eje central del debate no puede ocultar la realidad. Las leyes se hacen para ampliar y regular derechos entre otras razones, y en el caso de la ley en cuestión que en el poco tiempo que lleva está siendo utilizada, ¿es tan difícil de entender que el enfrentamiento nos debilita? ¿Es tan complicado de asumir que los errores es mejor corregirlos para que lo bueno de la ley siga teniendo toda su efectividad? ¿No es mejor pensar en el futuro, en seguir progresando para romper la brecha de la desigualdad juntos? El ruido no puede ser la base sobre la que estas preguntas tengan respuesta, porque el ruido lo único que consigue es generar un clima que siempre va a entorpecer el entendimiento. Porque si nos dejamos llevar por ese ambiente, nos estaremos alejando de las razones del porqué hoy seguimos reivindicando la Igualdad y estaremos colaborando con aquellos que nunca estuvieron ni estarán por conseguir la igualdad real.

Los cambios siempre encuentran resistencia y por ello debemos profundizar en la necesidad de la educación. Es básica una cultura desde los primeros años para que la conciencia, la actitud y el cambio de conducta genere el estado del cambio y el que no se produzcan situaciones como la última que ha sucedido en un instituto de Badalona, porque las agresiones sexuales cometidas por menores no dejan de aumentar. Como sociedad, tenemos un problema y necesitamos con urgencia el abordarlo, contemplando la educación afectivo sexual desde temprana edad. En ello no sólo nos va el futuro, también el que nos comprometamos desde todos los ámbitos, introduciendo mejoras en el sistema educativo para producir el cambio de mentalidad, de actitud y el comportamiento, educando realmente en Igualdad.

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