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domingo, 28 de julio de 2024

El Guadiana aparece y desaparece....

En este tiempo caluroso suelo pasear de noche o a primeras horas del día observando el paso de las aguas del río Guadiana y comprobando como muchos otros ciudadanos su paisaje y su estado. Compruebo también su vegetación, sus aves  y todo su entorno más cercano. No es su color ni su olor. No es si crece su vegetación sin control. No es si hay peces en sus aguas porque cada vez hay menos pescadores. No es si las aves permanecen por encontrarse en su hábitat, si aumentan o se van por temporada. No es si el nenúfar permanece y cada vez con más intensidad y extensión no nos deja ver sus aguas. No es si en alguno de sus puentes, el óxido es la prueba de su falta de conservación, de su mantenimiento y todo ello prueba de la dejadez. No es si el Puente de Palmas es posible que algunas de las piedras de sus arcos estén a punto de caerse por la fuerza de las ramas y raíces de los eucaliptos que han crecido entre las mismas. Es todo eso y más. Vengo denunciando su situación desde hace tiempo. Me preocupa, como comparto que les preocupa a todos los ciudadanos. Y sobre todo que les preocupe y les ocupe a todas las Administraciones con competencias en el asunto. A las de antes y a las de ahora en sus ámbitos nacionales, regionales y locales.

El río Guadiana es de todos y debe ser que no es de nadie. Quizás no se entienda esta frase, pero es que en estos tiempos donde parece que los intereses superan a los valores y que lo que es de todos parece que importa menos, es de reivindicar los recursos que tenemos. Y más cuando se trata de un recurso natural. Estoy seguro que muchas ciudades de nuestro país quisieran tener un río que pudiera ser una fuente de recursos de todo tipo, pero sobre todo de sostenibilidad ambiental por todo lo que incorpora. Hoy las aves cruzan de una orilla a otra sobre el manto verde del nenúfar y ahí siguen las Administraciones (todas) hablando de promesas y proyectos para resolverlo. Cuántas promesas y cuántos proyectos, pero ahí sigue instalado ese manto verde que le está quitando el oxígeno a los que lo habitan, viven y dependen de sus aguas. Y siguen mirando para otro lado sin ponerse de acuerdo en buscar una solución. Por eso decía que debe ser que el río nos pertenece a todos y es cierto. Pero también sucede que los ciudadanos no tenemos la responsabilidad ni la decisión para resolverlo. Pero mientras, el Guadiana sigue así un año y otro también. 

En el caso de la ciudad de Badajoz podríamos decir que casi hemos dejado de dar la espalda para reencontrarnos con sus márgenes. A todos nos asaltan esos recuerdos donde los pacenses se bañaban en unas aguas entonces en mejores condiciones que las actuales. Es cierto que no teníamos los paseos y el parque no existía. Hoy tenemos un parque que forma con el río uno de los pulmones medioambientales más importantes de la ciudad. Hoy se pasea por sus caminos y se disfruta. Pero el estado del río es el lamento y la queja diaria de los ciudadanos. Lo que costó terminar todo ello. Es tuyo o es mío. Lo tienes que pagar tú o lo tengo que pagar yo. Lo pagamos a medias lo que falta. Hubo sus tirones porque ni el Ayuntamiento ni la Junta entonces querían asumirlo. Se pusieron de acuerdo Vara y Celdrán y se resolvió. El objetivo era que las obras de acondicionamiento de la margen derecha del Guadiana que faltaban por terminarse se pusieran en marcha y Badajoz disfrutara de su río.

Han pasado años desde aquello y el Guadiana sigue siendo una de las máximas referencias de la ciudad. Un río es un patrimonio que habría que cuidar y conservar. Un río es una oportunidad para la recuperación del patrimonio natural de una ciudad. Pero son demasiados años desde que la planta invasora del nenúfar se acomodó y se instaló con unas fuertes raíces. Podríamos estar disfrutando de nuestro pulmón y convertirlo en una fuente de riqueza no sólo ambiental. Un amigo me decía que no se entiende muy bien como a poco más de 60 km de distancia la planta invasora no existe o es prácticamente inexistente. La verdad es que cuesta de entender, pero así seguimos en nuestra ciudad pensando en si hacemos este proyecto o el otro, y así llevamos ya demasiados años....debe ser que el problema es del Guadiana, que aparece y desaparece en sus aguas.

1 comentario:

  1. Anselmo: Hay sucesivas sentencias judiciales, en éste país, que dicen que la responsabilidad total de los ríos, es única de los Ayuntamientos, a su paso por las ciudades y pueblos. Éste Alcalde, y los 2 anteriores lo saben perfectamente. Pero si a ellos les gusta más echarle la culpa al Gobierno central... si es del PSOE.

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