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domingo, 7 de diciembre de 2025

De Alconétar a Badajoz....

Han pasado algo más de tres años desde que presenté en mi pueblo los volúmenes I y II del blog que cada semana me hace renovar el compromiso y la constancia. La perseverancia por seguir reflexionando. La palabra para dejar de estar en silencio. Hoy presenté en mi pueblo, Garrovillas de Alconétar,  el volumen III. El blog nació hace casi 15 años y mi primera entrada la titulé !Indignaos!. Como un homenaje a un joven de 93 años, Stéphane Hessel. Coincidía en su lectura y reflexión como una manera de luchar contra la indiferencia. Conocí y profundicé en su historia, y una entrevista en aquellos años me convenció de algo que venía pensando desde hacía algún tiempo. Tenía y quería dejar de estar en silencio y no refugiarme en el conformismo. Quería seguir hablando en alto para dejar de estar en ese silencio del asentir y de dejar de ser yo mismo. Esta, entre otras razones fue uno de los motivos de crear el blog. El nombre del mismo tenía que tener parte de mi identidad y de mi origen. 

Cuando presenté los primeros volúmenes el blog tenía unas 400 entradas y alrededor de 100.000 visualizaciones. Hoy supera las 650 entradas y está cerca de las 200.000 visualizaciones. Es indudable que el blog creció desde su publicación en formato libro y que los números siempre nos dicen algo. El lugar de la presentación escogido tiene mucho de historia. Cerca de la PLAZA y en un espacio mágico. El Corral de Comedias. Una de las numerosas joyas que tiene Garrovillas de Alconétar. Compartido y acompañado de mi familia, de amigos y amigas. Con un amigo entrañable y muy querido como José María Rodríguez Santa. Un soñador lleno de sabiduría y de historias. Una voz llena de sentimientos y de sensibilidades compartidas. Gracias Elisabeth por tus palabras y a Jesús por tu presencia y apoyo. Gracias a todos y a todas por compartir vuestro tiempo en un día inolvidable para mi.

Estar en mi pueblo y que la introducción y presentación de todo el acto tenga la referencia y las palabras de mi hija Lidia me emocionó y me pellizcó el interior. Tanto por su oratoria sentida, como por su fondo. Por su actitud y por su sentimiento al pronunciarlas. Es normal y creo que a todos nos debe de pasar. Son momentos de conversaciones encontradas y que asoman y remueven el alama. Son muchos ratos compartidos en su lectura. Son muchas las coincidencias a través de la reflexión, el pensamiento y las conversaciones mantenidas. Yo no sabía lo que iba a decir porque siempre lo hacemos así. Nos escuchamos, reflexionamos y aprendemos. Compartimos y a veces discrepamos. Como dije en mi intervención, queda lo vivido y el día de hoy quedará para siempre en mi memoria.

Este III volumen incorpora las reflexiones de algunos amigos con los que cada semana comparto. Es una forma de escuchar y por tanto de aprender. Porque una de las mejores escuelas es escuchar y comprender. Empatizar y compartir. Porque lo virtual está muy bien, pero nada sustituye el contacto personal y esa es una de las razones de mis conversaciones que he querido que estén presentes en este  nuevo volumen. Hay que dar valor a la coherencia y en estos tiempos es más necesario que nunca el dedicar ratitos a pensar y reflexionar, para que nuestra palabra deje de estar en el silencio que la nube del ruido y la contaminación nos quiere llevar. Por ello sigamos reivindicando la palabra como expresión del valor de nuestra dignidad como personas y reafirmemos nuestro compromiso en esta sociedad cada día más compleja, más egoísta y menos preocupada en lo que es de todos y todas. Gracias por estar ahí.

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