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domingo, 12 de agosto de 2018

U.G.T...Unión General de Trabajadores.

"Cuando se compara el movimiento obrero y socialista de las principales naciones de Europa con el de España, no puede uno menos de admirarse de que, aún con los defectos que nosotros mismos debemos reconocer, exista en nuestro país un organismo obrero tan nutrido, tan resistente, tan dueño de sí mismo como la Unión General de Trabajadores que haya podido sobrevivir, sin perder su rumbo seguro, a las más rudas tormentas"...son palabras escritas por Julián Besteiro en El Socialista, el 1 de febrero de 1.923.
Hoy, la Unión General de Trabajadores cumple 130 años. 130 años de luchas y conquistas en favor de los trabajadores y trabajadoras de nuestro país. Ninguna Organización Sindical puede decir lo mismo. Se dice en estos días que la historia de nuestro país no se entiende sin UGT, que desde sus inicios hasta el día de hoy sigue teniendo claro su objetivo: la lucha por la libertad, la democracia y los derechos de los trabajadores, algo que no siempre ha sido fácil.
Todos y todas los que militamos en la Unión General de Trabajadores tenemos capítulos vividos en el ámbito de nuestra responsabilidad como afiliados y como representantes del Sindicato. Capítulos al margen de las horas sindicales o de las liberaciones sindicales por acumulación de horas, porque soy de los que dicen que el mayor patrimonio que tiene una Organización como esta, está en sus afiliados y afiliadas que sin tener responsabilidades ni horas sindicales, dieron y dan gran parte de su tiempo por ayudar, por luchar, por defender los derechos de sus compañeros y compañeras. No siempre se dispuso de tiempo sindical en virtud de unas elecciones sindicales o desde el reconocimiento institucional de la Organización, pero la historia desde mi punto de vista, se podría resumir así: la historia del Sindicato es la historia del tiempo dedicado por los militantes, cada uno desde su lugar.
Mis inicios en UGT fueron en Correos de Barcelona allá por el año 1986. Tenía las oposiciones recién aprobadas y trabajando en el turno de tarde, me colocaba mi mochila con mi bocata y me iba a la sede de la sección sindical de la Principal en Vía Laietana unas dos horas antes de entrar al curro. Me ponía al día y me llevaba información para poner en los tablones sindicales y hablar con los compañeros. Poco después me propusieron en una asamblea de afiliados como Secretario de la Sección Sindical de MZA (Estación de Francia), un centro con más de 200 trabajadores y tres turnos de trabajo. Recuerdo mi primera responsabilidad y mi primera "movida": había que descargar el tren postal de Madrid-Barcelona y sus vagones que estaban llenos de sacas de correo, despedían un olor a animales que hacía imposible el poder entrar en ellos. Hablé con los compañeros y nos plantamos en no abrir los vagones. Paralizamos la descarga hasta que no tuvimos medios con los que mínimamente poder entrar y arrancamos el compromiso de que no volvería a presentarse un vagón en esas condiciones. Poco tiempo después tuve mi primera asamblea en que tuve que intervenir en compañía de Apolinar Rodriguez (fue uno de los arquitectos del 14-D del 88). Después hubo elecciones sindicales en Correos y fui en el número 2 en las listas provinciales de Barcelona y salí elegido Delegado Sindical. Después la historia continúo hasta otras responsabilidades a nivel de Cataluña y cuando regresé para Extremadura en la FSP, y a nivel regional como Secretario de Política Institucional. Por el medio, muchas horas y tiempos compartidos, siempre tratando de mantener coherencia sindical y luchando externa e internamente contra lo que consideré injusticias, manteniendo mi posición y siendo autocrítico dentro de la Organización.
La UGT ha cambiado su estructura organizativa tratando de adaptarse a las nuevas situaciones industriales y laborales. Procurando seguir siendo coherente y anteponiendo los intereses de los trabajadores a los de los empresarios y los gobiernos del signo que sean. Manteniendo la coherencia en todo momento, pero siendo absolutamente leal y transparente en la defensa del bien común, de los intereses generales de nuestro país y de seguir persistiendo en un mundo mejor para todos y todas.
Y lo que ha seguido prevaleciendo a pesar del tiempo transcurrido, es que detrás de cada derecho y libertad conquistado desde 1888 hasta hoy, siempre ha habido un ugetista. Un UGTista militante de una Organización que hoy con 130 años de historia sigue representando los intereses de los trabajadores con ideas que responden a convicciones profundas que siguen siendo el núcleo principal del ejercicio de su actividad.
Viva la Unión General de Trabajadores!!!.

2 comentarios:

  1. Gracias a ti y a todos los compañeros de UGT que habéis trabajado por el bien común, por el beneficio de los más débiles, de los trabajadores. La UGT ha sido, es y será imlrescindible para defender nuestros derechos. Salud compañero

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  2. Gracias amigo. Un abrazo grande y Salud compañero UGTista.

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