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domingo, 3 de mayo de 2020

Esto no es teatro....

Leia hace unos días algunos artículos relacionado con  Lope de Vega y distintas versiones sobre aquello que escribió y que se llegó a titular como "la cólera del español sentado". Un concepto que parece ser que aplicó en su día a cierto público del teatro de su época, aunque pudiera servirnos para tener en cierta forma una visión actual de lo que está pasando en este tiempo. Los españoles tendemos a estar sentado en los sillones de las cafeterías y de los bares y desahogarnos en general contra el Gobierno y los políticos, también contra el entrenador de nuestro equipo o con algún jugador de fútbol en ocasiones, pero ahora sucede que están cerrados los bares y el foco de la crítica se la llevan los que salen todos los días varias veces por la televisión, porque por no haber, no hay ni fútbol que quizás aliviaría un poco las conversaciones y el centro de la discusión.
Ahora no hay bares abiertos, pero existen las ventanas y los balcones de las redes sociales. Y aquí desde el espacio de sentirnos los reyes ante la soledad del teclado, la cólera del español sentado llega desde el principio hasta el final del teatro, de la obra que cada uno escribe, porque este mundo virtual tiene esas cosas.Y en ese espacio cada uno tiene su responsabilidad, porque como titula un famoso bolero "lo tuyo es puro teatro". Porque hay mucho teatro que hoy descubrimos cuando ya es demasiado tarde, porque quizás estamos en exceso en manos de la gente que opina y menos en la de los que saben.
Es cierto que este tiempo que sufrimos nos está cambiando. Pasamos de lo más dificil que ha sido el total confinamiento, a disfrutar de una mayor libertad controlada, en la que no debemos relajarnos hasta que llegue "la nueva normalidad", que es el término que ahora tanto se repite. Vaya inventos de nombres para situaciones como las que sufrimos. Cómo podemos hablar de normalidad cuando nada volverá a ser normal, porque ya nada volverá a ser igual y porque ni lo nuevo es siempre mejor que lo que dejamos, ni la normalidad va a ser siempre algo normal. Y es que la retórica en estos tiempos, sencillamente sobra.
Se han publicado en estos últimos días cifras sobre la repercusión económica y social que la pandemia nos va a dejar. No hace tantos años de la anterior crisis y una de las enseñanzas de la misma, era que no había certezas y sí muchas dudas e incertidumbres. Ahora de nuevo se inicia la senda hablando de que se espera una recuperación en forma de "V", según palabras de la Vicepresidenta Calviño. También hay quien habla de "U" y otros hablan de "L". A la inmensa mayoría de los ciudadanos no nos dice nada hablar en estos términos que expresan los economistas y por eso decía que volvemos a hablar de la gente que no tiene dudas y eso se ha demostrado que en tiempos convulsos y llenos de incertidumbres que dependen tanto de muchos factores, es cuando menos precipitado y un tanto incierto, más aún cuando nos enfrentamos a una crisis de la que no hay precedentes y de la que hoy por hoy es imposible calcular lo incalculable.
Habrá que ver la cólera de los españoles sentados el día que se levanten del sofá y acudan a los bares, puedan pasear y reunirse por las calles con tranquilidad. Pienso que sería bueno huir de los titulares y tener mucha más empatía con los ciudadanos, hablando en un lenguaje que la gente entienda sin necesidad de acudir a las letras que forman los abecedarios.
Y por otro lado, se nos puede seguir pidiendo lo de la responsabilidad, que guardemos las distancias y que cumplamos con los horarios en las salidas a la calle y los ciudadanos llevamos 50 días cumpliendo en el ejercicio de más prudencia y responsabilidad que jamás hayamos tenido, pero viendo las imágenes del acto de cierre del hospital de campaña de Ifema y algunas de las primeras 24 horas de las salidas a los parques y a las calles...podríamos continuar como dice el famoso bolero "perdona que yo no te crea, me parece que es teatro, lo tuyo es puro teatro"....y lo que nos está pasando, no ha pasado y tampoco es teatro.

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