Sigamos cruzando puentes....

Esta no es una entrada más en el blog. La escribo levantando la mirada y cerrando unos segundos los ojos en los que me asaltan muchos recuerdos. Suma la número 440 y es una reflexión que escribo a pocos días de la presentación de este proyecto que un día despertó de la soledad ante el teclado para pasar a compartirse en modo público. Que un día se planteó reflexionar en voz alta como forma de manifestar y reivindicar desde la base del respeto, pero impulsado desde la convicción de una necesidad para compartir. Porque hay ocasiones en nuestras vidas que se convierten en momentos que nos impulsan a llevar a cabo una idea y las ideas hay que exponerlas para que dejen de estar en silencio y puedan convertirse en proyectos. Un proyecto que después de 11 años va a ver la luz en formato libro, o mejor dicho, en dos libros que entregaré el próximo día 19 a las 18:30 en el salón de plenos de la Diputación de Badajoz a todos y todas los que asistan, ya que la entrada es libre.

En el repaso a los dos volúmenes del blog me preguntaban hace unos días si algunas de las frases que están resaltadas en negrita tenían algún significado. La respuesta es un sí. Cada entrada o post tiene algún párrafo que está escrito en negrita y no trata de resumir la reflexión, pero sí muestra en abierto una apreciación o forma de manifestarse compartiendo una forma de ver y de pensar, tratando de buscar la reflexión colectiva porque siempre es positivo hacer un ejercicio buscando argumentos que aún en la discrepancia ayudan y estimulan el pensamiento. Un pensamiento que a lo largo de estos años me ha reportado conclusiones y que me ayuda a seguir cruzando puentes que se van construyendo con los momentos maravillosos de las experiencias vividas. No sólo de las experiencias de los que están a nuestro alrededor o de los que vemos y escuchamos, sino sobre todo de las experiencias que vivimos en primera persona.

Estos dos últimos años vividos nos han cambiado muchas cosas en la vida. Empezamos a medir el tiempo de forma distinta. Esta crisis consiguió cambiar muchos de nuestros comportamientos y con ello también consiguió cambiar nuestra forma de relacionarnos. Parecía que todo estaba tan lejos que a nosotros no nos llegaría, pero fueron suficientes unos pocos días para que nos diéramos cuenta de que ya nada estaba lejos. Cambiamos hasta las horas de relacionarnos porque no teníamos otra oportunidad durante el día para saludarnos que no fuera a través de un saludo en la distancia cuando las puestas de sol nos marcaban la hora de los aplausos. Tanto hemos cambiado que ya no somos capaces de contar las olas y olitas que llevamos porque nos hemos cansado tanto de escuchar los mensajes que hasta quizás hayamos dejado de tener interés por saber cuántos menos somos cada día, porque hasta en eso han cambiado nuestros días en el punto de que para algunos los días se han convertido en meses y los meses en años.

Hoy pasa el tiempo y todos los días seguimos practicando el deporte nacional, que no es el fútbol. Hace unos días se hacía pública una nueva encuesta y aparecían cambios de cara a un futuro resultado en unas próximas elecciones generales y nos mostraba que más de la mitad de los encuestados opinaba que si ellos fueran políticos, lo harían mejor que los actuales líderes. Puede que cada día esta opinión esté argumentada en algo que viene encabezando una de las preocupaciones de los ciudadanos en los últimos años, como es el descrédito de la clase política. También porque hoy todos creemos saber por aquello de que podemos opinar y además las redes en muchas ocasiones colaboran a ello al creer sentirnos los reyes ante la soledad del teclado....este tiempo pasado cambió nuestras relaciones y también está mostrando que ya nada será igual que antes, pero este "Puente de Alconétar" que ha cumplido 11 años, seguirá compartiendo y reflexionando para seguir cruzando puentes y para que el valor de lo material no tenga más peso que el valor de la amistad.