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sábado, 23 de febrero de 2013

#23FYOVOY...Qué coincidencia.

En muchas ciudades de nuestro país la ciudadanía saldrá a la calle a manifestarse, a expresar su indignación, a expresar su posición en contra...a expresarse en libertad contra la corrupción y contra los recortes...contra un Gobierno y unas políticas que han situado a nuestro país en un pozo muy profundo social y económicamente...con cientos de miles de personas pasándolo muy mal...con miles de familias con todos sus miembros en paro.
Qué coincidencia. Hace 32 años en España hubo un golpe de Estado protagonizado por militares y por mucha más gente que nunca conseguiremos saber. Fueron días muy duros. Se puso en peligro la Democracia en nuestro país.
Estábamos en una clase de teórico del carnet de conducir en el pueblito. Uno que llegó un poco tarde nos avisó en voz alta de que en el Congreso de los Diputados se estaba produciendo una cosa muy rara: guardias civiles y tiros. Después pudimos ver y escuchar durante las horas que duró aquel acontecimiento, lo que pasó y pudo llegar a pasar. Después de aquella noticia, la clase se interrumpió y el profesor empezó a hablar de lo que podía pasar. No pasó lo que podría haber sucedido, pero hoy después de 32 años aún seguimos hablando.
Ahora en éstos días estamos atravesando un periodo muy negro para la historia de nuestro país: por todas partes se habla de corrupción y de mucha desafección hacia la política y los políticos. Mal asunto, muy malo.
Los ciudadanos están sintiendo que ésto no se arregla sin movilizarse. Ojalá fuera una marea ciudadana la que inundara las calles y plazas de nuestro país. El poder de la ciudadanía cuando se reconoce en la movilización puede llegar a cambiar el destino; puede conseguir que se cambien las políticas. Hay que sentirlo y practicarlo; no hay que delegar el poder de la decisión, pues es nuestra responsabilidad también el cambiar lo que está pasando. Por ello es muy saludable que los ciudadanos recobren el pulso.
La política tiene una función y al político le corresponde asegurarla, salvo que la política dejara de ser necesaria y, por tanto, tendiera a extinguirse (Ramoneda)...No son tiempos para tener dudas sobre la necesidad de la política, pero sobre lo que sí existen dudas es sobre si los políticos actuales, pueden darle a la política la seguridad que necesita la ciudadanía.
Por ello, qué coincidencia...hace 32 años me manifesté contra un golpe de Estado...hoy volveré a expresar mi indignación contra la corrupción y los recortes...y a favor de la política.

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