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viernes, 27 de septiembre de 2013

"Entre Todos"

Es el nombre de un programa de televisión por el que pasan a diario muchas historias que tienen la particularidad de que son reales. Muy reales. Personas con problemas económicos, con problemas en sus familias, en su trabajo y también con problemas de enfermedades en sus hijos o familia. Historias tan reales que son contadas por los propios interesados.
Los ciudadanos escuchan los testimonios de la gente que acude necesitada a éste tipo de posibilidades. Gente común y normal como cualquiera de nosotros. Gente que cuenta su realidad y que se desnudan ante una cámara y ante todo un país que puede visualizar y escuchar esa historia tal real como la vida misma.
Los ciudadanos llaman y colaboran con dinero u ofreciendo algún otro tipo de ayuda. Muestran su solidaridad y su comprensión ante esa persona necesitada que ha decidido recurrir a desnudarse y contar su problema. Cuando éste tipo de cosas pasan, podemos llegar a pensar que la sociedad corre un grave riesgo.
Unos profesionales cuentan e informan. Sobre el problema o la manera de intentar empezar a solucionarlo dentro de las posibilidades, pero a la gente se le escucha y a veces eso es tan importante como poder llegar a solucionar su problema. Ya se sabe, que a veces la gente es muy consciente de que su problema no se puede resolver, pero necesita un hombro donde descansar. Y es muy posible que ese apoyo para muchas de esas personas si no resuelve su problema, pueda ayudar a llevarlo un poco mejor.
En un paseo de éstos días escuchando por la radio a unas personas a las que éste Gobierno les va a obligar ahora a pagar una parte de su medicamento; medicamento que tienen que estar tomando si o sí, me sinceraba conmigo mismo en el silencio del paseo y de la hora. Me preguntaba el porqué a esas personas que ya están sufriendo por su enfermedad, les hacían pagar ahora por llevarla dentro de ellos mismos. Es como si de alguna forma, los penalizaran doblemente al tener que pagar por su enfermedad. Qué injustos y que miserables los que son incapaces de ponerse en el lugar de éstas personas.
Viendo durante un ratillo el programa de televisión, reflexionaba sobre las consecuencias de ésta crisis y cómo nos estamos acercando cada día más a un estado de necesidad, que cada día pasa factura a más ciudadanos. Ciudadanos que muestran una vez más su solidaridad y su ayuda desinteresada y desnuda.
Reflexionando sobre el futuro, me preguntaba si el Estado no debería tener cubierto un sistema social garantizado en el que contribuyendo todos a través de nuestros impuestos, hiciera posible que ciudadanos como los descritos, no tuvieran que desnudarse para poder seguir sobreviviendo.

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