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domingo, 12 de junio de 2016

Identidad.

Un artículo publicado en un periódico hace que me detenga y en éste Puente de Alconétar que escriba en relación a lo que se nos trata de comunicar. Se habla de los espacios políticos y de la falta de propiedad de los mismos. Pues claro, en política no hay exclusividad. Hoy el espacio público que compartimos es más de todos que nunca. Ese es uno de los grandes cambios de los últimos tiempos.
Hay quien piensa que su mensaje es exclusivo y aún no se ha dado cuenta de que hoy ya todo es compartido al instante. La cuestión es que aquellos que tratan de copiar no piensan que la gente sigue queriendo lo original.
En éstos últimos días se ha venido reivindicando que el formar parte de un espacio político y ser coherente tiene su plus. Y creo que es cierto, porque ello forma parte de la identidad de la persona y no sólo por formar parte de una determinada opción, sino porque es una seña que es reconocida y valorada.
Han pasado seis meses desde las anteriores elecciones y todos los partidos se vuelcan en convencernos de la oportunidad que nuevamente tenemos los ciudadanos para votar por sus candidatos. Seis meses transcurridos y de nuevo las encuestas. De nuevo la encuestas quieren convencernos. 
Desde mi punto de vista aquí hay un problema. Hablamos más del resultado que arrojan que de lo que realmente esconden. Una tercera parte de los ciudadanos no tienen decidido su voto y sin embargo se está dando por hecho que ese será el resultado. La influencia de las encuestas en las campañas electorales siempre ha tenido su objetivo y no deberíamos olvidar que siempre (todas) se deben a quien las promueve y que siempre hay "cocina". Esto creo que se olvida en muchas ocasiones y por ello como he dicho en alguna ocasión, nos dejamos gobernar por las encuestas. 
Sí es cierto que el voto no se hereda, sino que se gana día a día. Hay muchos actos y momentos para ello. La dinámica en la que nos envuelven las campañas electorales es posible que nos haga despistarnos por momentos, pero lo que no consiguen ocultar es la actitud, coherencia y el trabajo. La memoria es frágil o eso dicen, pero estoy con aquellos que dicen hay políticas que identifican y marcan. Y el ser natural y tener identidad no sólo se valora y se reconoce, también se vota.


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