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domingo, 17 de diciembre de 2017

Creer, crear, crecer...

A veces tengo la suerte por razones de trabajo de presenciar y escuchar determinadas conversaciones, debates y reflexiones de personas que te dicen cosas. Suele suceder y hay veces que estas cosas te dan un plus de confianza, de motivación. Son momentos que ayudan en nuestro espacio a pensar, a recobrar emociones, a tener firmeza y más consistencia en creer lo que haces. Compartir vivencias y experiencias de lo que es el día a día en el trabajo. No es que sea algo excepcional, pero contemplas actitudes de cambios en los proyectos, en las personas. Compruebas como algo nuevo está empezando a nacer y es posible que los cambios tarden en llegar, pero compruebas cómo las cosas ya no serán como antes, porque no hay vuelta atrás. Una nueva generación ha llegado y cuando conocíamos las respuestas, ellos se han encargado de cambiar las preguntas y los métodos. Siempre suelo decir que se aprende más escuchando que hablando.
Algo de esto que trato de describir me pasó en esta última semana. Un encuentro de emprendedores como culminación del año de nuestra Comunidad como región emprendedora europea. Una reunión de trabajo donde la normalidad es la sencillez con la que se exponen los problemas. Donde nadie tiene la exclusividad de la respuesta. Pero donde compruebas como somos un magnífico lugar en el que creer, un espacio para crear y donde conoces a gente que está dispuesta a seguir invirtiendo su tiempo, sus recursos y su vida para seguir creando y haciendo región.
Creo que de un tiempo a esta parte los extremeños hemos recuperado un cariño hacia nuestros adentros. Hoy creo que sin dejar de tener humildad y sin cambiar nuestra forma de ser propia, nos estamos empezando a querer un poquito más a nosotros mismos. Creemos, sabemos y sentimos que podemos hacerlo. Puede que sea ese despertar de conciencias de que lo que nosotros no hagamos, nadie va a venir a hacerlo por nosotros. Creo que estamos en el tiempo de que hemos dicho: hasta aquí lo que hemos aguantado, ya está bien.
Y en esa recuperación de ese creer, saber y sentir, convivimos y compartimos con el enorme recurso de la fortaleza de nuestra gente. Con esa nobleza y sencillez, con esa forma natural de ser y de estar. Algo de ello suele suceder en un encuentro anual que hacemos los amigos del blog de Guillermo, en nuestras kedadas. Este año fue la número 11 y de nuevo fue un encuentro de gente que un día decidió dar un paso para confraternizar y hacer más grande el espacio de la amistad.
Desconozco quien lo ha dicho...pero me gustó al leerlo: "querer es poder y poder es creer, del mismo modo que creer es crecer y crecer es crear"...

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo, amigo Anselmo, hay que seguir creyendo en nosotros mismos y en lo que sentimos para poder mejorar independientemente de la edad que tengamos, por eso es muy importante intentar que esas nuevas generaciones que son las que cambian las cosas y su orden no decaigan y sigan revelándose contra lo establecido y para eso los de nuestra generación debemos también implicarnos, sin molestar, en sus proyectos, con y por ellos para seguir creciendo, creando y creyendo que cualquier proyecto aunque parezca utópico puede ser realidad.

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  2. De eso se trata amigo. De creer un poquito más en nosotros mismos, de tener iniciativa y crear. Nuestra Comunidad cada día más está llena de gente con iniciativa emprendedora. Un abrazo

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