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domingo, 10 de febrero de 2019

el relato de la semana...

Un diputado relator es aquel que presenta y relata el dictamen de un proyecto de ley después de haber pasado por la correspondiente Comisión. Es un tiempo breve el que tiene y en el que trata de relatar un resumen, sin demasiado entusiasmo en la mayoría de las ocasiones, pues normalmente no se le presta la atención debida.
En esta semana hemos oído hablar de la figura del relator más que en todos los años que llevamos en democracia. Hasta el punto de que pocas veces se había producido tanta unanimidad en la prensa. Todas las portadas hablaban de la figura y el lío se montaba cada vez que se comentaba sobre las funciones que se le podrían asignar. Todo el mundo desde la soledad del teclado, donde cada uno somos como somos, asignaba funciones no pronunciadas, pero sí conocidas. Cosas de la red.
En los libros que se escriban de esta última semana se escribirá de los despropósitos pronunciados y de la enorme repercusión mediática de estos días. Desde el mismo día del anuncio hasta el día de hoy, donde se estará produciendo una manifestación en Madrid de las derechas unidas, a la que también se le ha puesto nombre. Hay tantos en las redes sociales...y cosa curiosa, muchos tienen como fondo la bandera de nuestro país. Al menos hay unanimidad en algo.
Como he dicho en alguna ocasión, tengo la manía de escribir en el interior de los libros. Recordaba un libro que me regalaron hace unos años. Un libro de Gregorio Peces-Barba, titulado "La España civil". Escribí unas frases que pretendían relatar unos momentos convulsos como los que entonces vivía nuestro país. Parecidos a los de ahora, pero por otros motivos. Señalaba la necesidad de escuchar voces autorizadas como la de Peces-Barba.
En su relato, Peces-Barba escribió..."Este libro pretende dirigir una mirada a nuestro panorama político desde una luz distinta: desde la esperanza. Intento contemplar nuestra historia con una mirada limpia, sin prejuicios, aunque sí crítica con la persistente y cruel persecución de los heteredoxos religiosos, políticos y sociales que han mantenido los poderosos con su intransigencia y su rencor amparados en su idea de sociedad cerrada. La España civil recoge la mejor tradición de la generación de 1914, sobre el amor a España, una nación abierta y tolerante, la de la rabia y de la idea y no la "zaragatera y triste que ora y embiste cuando se digna usar de la cabeza", en la clarividente descripción de  Machado, y que cifra su patriotismo más profundo en la vida en común, a partir de los valores democráticos y la Constitución y las leyes.
Estamos en un tiempo en que el valor de la moderación ha sido claramente superado por el tiempo de los extremismos. Los extremismos separan y no integran y es por ello que fueron excluidos en los tiempos de la transición hacia la democracia en nuestro país. Hoy, la palabra consenso que fue el espejo donde se miraron nuestros padres constituyentes, ha perdido su valor cívico por culpa de las instransigencias, los extremismos y la sinrazón...Hoy y siempre tenemos que reivindicar el tiempo de la moderación y el diálogo para poder superar este tiempo convulso que vivimos...Seremos capaces de hacerlo?

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