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domingo, 21 de julio de 2019

El sonido del silencio...

Hay ocasiones en que el tiempo parece que se detiene, como si no pasara nunca y es falso, porque el tiempo no se para, sigue su curso normal. Los segundos, los minutos y las horas tienen la misma duración. Pero a veces, el tiempo nos parece eterno. Es como si se detuviera. Algo de ello debió sentir la Ministra de Economía hace unos días ante una pregunta en una cadena de radio. A veces, tan sólo cuatro segundos deben parecer eternos. El tiempo se ha parado, debió decir la Ministra.
En mis ratos de lectura tranquila observo cómo pasa el tiempo. Desde la terraza observo a "pepi" encerrada en su jaula. No dice nada, sólo se mueve de vez en cuando. Se queda quieta como imagino que haría en el campo si viera quizás algún peligro. Lo hace para que no se note su presencia o para decirte que no quiere compartir su espacio. Que incluso le molestas que estés cerca. Se queda observando y a través de su mirada desconfiada, se queda encogida. Convive con nosotros desde hace algunos años y ya estamos todos acostumbrados a su presencia y ella a la nuestra. Ha debido comprender que compartir el espacio de la fresca por la mañana, permite escuchar los sonidos del silencio.
Muchas veces los silencios hablan más que las palabras. Muchas veces el silencio es la indiferencia. En otras ocasiones, el silencio es no saber qué decir, es no querer reconocer un error. Otras veces, el silencio se convierte en una defensa; en un escudo con el que quieres protegerte. El silencio es un momento por el que todos pasamos en alguna ocasión. El silencio hay que tomarlo también como algo natural en las personas. Podríamos decir que son esos segundos que pasan, que te parecen eternos porque no quieres dar una respuesta o consideras que no debes anticipar algo que puede ser importante. En muchas ocasiones, también el silencio se puede convertir en nuestro mejor amigo, en nuestro gran aliado para conocernos a nosotros mismos. Será cierto que los silencios también hablan y si hay un lugar donde los silencios se guardan es en el espacio público de la política.
De joven me gustaba y siguen gustándome escuchar las canciones de "Simon&Garfunkel", un dúo estadounidense de música pop. Una de sus canciones más famosas es "The Sound of Silence». Durante la canción., le hablan a la oscuridad y saludan el volver a hablar otra vez. Una oscuridad que dejó sus semillas mientras dormía y la visión de entonces, aún permanece dentro de los sonidos del silencio. Dicen que en este mundo hay gente hablando sin conversar y gente oyendo sin escuchar, pero nadie ha osado molestar a los sonidos del silencio.
Hay quien dice que el silencio es también un modo de comunicación, incluso más efectivo que cualquier palabra o frase que podamos decir. A veces es una cualidad innata en las personas que saben aguardar ese momento para no convertirse en rehén de sus propias palabras. Quizás será por aquello de que "la palabra precisa tal vez sea efectiva, pero ninguna palabra jamás ha sido tan efectiva como un silencio preciso" (Mark Twain). 

2 comentarios:

  1. Esta reflexión deberían leerla muchos de los positivos en estos días, de todas las ideologías.cuanta palabra vavia, contradictoria y cansina.¿ No estarían mejor, con un hermoso silencio?

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  2. Pues creo que como tú dices...un hermoso silencio es necesario y la situación lo requiere y muchos deberían tomar nota. Gracias por tu comentario amigo.

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