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domingo, 3 de abril de 2022

#JuntosHacemosCiudad

Con las conclusiones de una reunión hace unos meses me planteé trabajar sobre el movimiento vecinal en la ciudad de Badajoz. Investigar, comprobar, visitar, compartir, hablar....en los distintos barrios que comprende la ciudad. Poder tener la oportunidad de conocer los problemas que nos preocupan a los ciudadanos y vecinos de las distintas barriadas a través de los representantes vecinales. En conversaciones en las sedes vecinales, en los parques, en los paseos y también en los bares, porque hay muchas Asociaciones Vecinales que no tienen ni una sede donde poder reunirse y dinamizar la actividad de su barrio y de sus vecinos. Para analizar los problemas que están pasando en sus calles, parques, viviendas y en general en su ciudad, porque los barrios son muy importantes. Son el lugar donde se convive y cada vecino independientemente de su forma de pensar con sus derechos y deberes, quiere conseguir que su ciudad sea el mejor espacio para vivir.

Hoy el espacio de las AAVV es un lugar más compartido. Las AAVV surgieron mayoritariamente para lograr el desarrollo de la calidad de vida de la Comunidad en todos sus ámbitos: el urbanístico, el educativo, el de la movilidad, la salud, el medio ambiente, las libertades sociales y políticas, etc. En la actualidad existen cada vez más asociaciones de todo tipo que luchan por ser un altavoz para que se les escuche. Pero hoy nadie puede negar el amplio protagonismo del movimiento ciudadano en las profundas transformaciones políticas, sociales y culturales desarrolladas en nuestro país durante las últimas décadas del pasado siglo. Hoy el espacio es más complejo y la propia evolución de la sociedad también lo está haciendo así, pero el sentido de la pertenencia y del apego de las redes vecinales a su territorio y mayormente en las grandes ciudades, no deja lugar a dudas porque les da un carácter de identidad y de formar parte, de sentirse.

Y en estos meses de compartir inquietudes, de conocernos para que viviendo cerca no nos siguiéramos sintiendo lejos, nos propusimos elaborar un trabajo que reflejara la definición de los principales problemas de cada barrio. De los más nuevos y de los más viejos, de los que se están proyectando y creciendo conforme crece la ciudad, de los que tienen un patrimonio histórico y de los que tienen otro tipo de patrimonios, de los que tienen un dinamismo comercial y de servicios, de los que son emblemáticos y con diferente identidad, de los más residenciales y de los que están un poquito más lejos, de lo que nos ofrecen su singularidad de estar viviendo en una ciudad pero sintiendo y viendo todos los días en la puerta al vecino, de los que tienen grandes carencias y donde las desigualdades respecto a otros se agrandan y no paran de crecer. De unos y de otros, pero en todos hemos encontrado a personas con sensibilidad, con ganas de trabajar por su barrio y por sus vecinos. Con ganas de defender los derechos que como ciudadanos tenemos para mejorar la calidad de vida y la de sus familias, con sus inquietudes y con su solidaridad, trabajando voluntariamente con ilusión, ganas, esfuerzo y de manera altruista.

Hemos hecho una apuesta para superar dificultades y hemos puesto las luces largas en la reunión que recientemente tuvimos las AAVV de la ciudad para cambiar la cultura de la subvención por la de la participación. El proyecto se creó para revitalizar el movimiento vecinal y estamos en ese camino habiendo cumplido la primera fase donde compartimos los problemas, hablamos entre nosotros y nos planteamos nuevos retos para entre todos ser más fuertes, para que la voz se escuchara con más argumentos y con la firme voluntad de sumar. Sumar para que los derechos se pongan en marcha y se desarrollen. Sumar para que lo que se aprueba por el Gobierno municipal en forma de Reglamento de Participación Ciudadana sea una realidad ya y no tengamos que esperar a que lleguen las elecciones para que vuelvan las promesas. Las promesas que año tras año se quedan durmiendo en el sueño del olvido y ahí están los programas electorales para comprobarlo.

Entendemos que las AAVV somos muy necesarias e imprescindibles para el mejor desarrollo de la ciudad. Somos parte importante de la sociedad civil con derechos y también con deberes que forman parte de nuestro compromiso como ciudadanos. Hoy la sociedad quiere participar en los asuntos públicos y la Administración tiene que facilitar esa participación y fomentar la vida asociativa, porque una sociedad implicada y comprometida es uno de los mejores argumentos para hacer viable un proyecto de ciudad más responsabilizado social y medioambientalmente y para que el conjunto de la sociedad y sus Instituciones puedan desarrollar sus proyectos razonablemente mejor. Y desde ese sentido de la responsabilidad vamos a reivindicar y compartir, porque nuestras alternativas son las de ayudar y proponer desde el principio de la participación porque pensamos y creemos que todos #JuntosHacemosCiudad.

2 comentarios:

  1. A mí también las asociaciones vecinales me parece una herramienta genial para conseguir una sociedad y una forma de vida más adecuada para las personas, espero dentro de pocos años poder participar activamente, y muchas gracias a todos los que estáis en éstos momentos tan implicados. Gracias I. Montero

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  2. Gracias por tu comentario. Participar en una AAVV es una forma de trabajar y de implicarse por lo colectivo. Y en estos tiempos que corren es muy necesario, porque quizás estemos demasiado llevados por el individualismo y nos estemos olvidando de lo de todos, y ese es un papel que nos tenemos que implicar la sociedad civil de la que forman parte las Asociaciones. Un saludo

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