Vistas de página en total

martes, 12 de noviembre de 2024

Desinformación y bulos....

Los recientes resultados de las elecciones en los Estados Unidos nos han vuelto a sorprender a casi todos. Habrá quien diga que se esperaban. Siempre nos encontraremos con algunos avanzados que dirán que lo sabían. Pero más allá del resultado ha sorprendido el cómo y el porqué se ha producido. La diferencia de votos, los que lo han votado, los Estados donde ha tenido un resultado inesperado, las causas de esa diferencia y muchas más razones que sin entrar en mucha profundidad, sorprenden. Sorprenden, porque en las elecciones que ganó y que cuatro años más tarde perdió, ya se conocía al futuro Presidente. Se conocían sus posiciones y sus decisiones. Lo que le importa y para qué le importa la política y la presidencia del país más poderoso. Por ello y como me decía un amigo, no ha engañado a nadie. El que lo ha votado, no debe sentirse engañado, porque ha votado sabiendo a quien votaba. 

Vivimos un tiempo temerario en el ámbito de la comunicación donde la desinformación o excesiva información vía redes nos está llevando a que cada vez nos cueste más creer qué es verdad. O mentira, porque se construyen tantos bulos que argumentan tener una fuente con imágenes que parecen reales, que nos cuesta tener una clara distinción entre verdad o mentira. Es el tiempo donde tenemos más recursos y nos encontramos con personajes sin escrúpulos que consiguen tener una red de miles de seguidores. Construyen bulos e informaciones falsas y no tienen vergüenza a la hora de difundirlos. Ejemplos del peligro por la trascendencia que están teniendo los encontramos en la tragedia y las consecuencias de la DANA, porque llega un momento que tergiversan las informaciones oficiales y sus bulos o noticias falsas tienen más seguimiento y apoyo que las noticias difundidas por las propias Instituciones. Y esto es enormemente peligroso para todos y todas porque sus argumentos están basados en la falsedad, y el colmo de todo ello es que hay gente que se los cree y sin pensar ni leer los difunden.

"No hagáis caso a todo lo que se publica porque hay mucha intoxicación informativa. Hay personas interesadas en que el enfado crezca, ¿para qué?. Para que haya caos. Hay mucha gente interesada en esto". Son palabras pronunciadas por el Rey Felipe VI en su visita a una de las localidades afectadas por las inundaciones. Si durante estos días nos hemos puesto a buscar información, hemos podido comprobar la gran cantidad de bulos difundidos a través de las redes sociales. Todos con un destinatario colectivo. Generar desconcierto y confusión en la sociedad y provocar un estado de no confiar en las Instituciones. Y sin escrúpulos, porque no les importa jugar con la salud emocional de los afectados porque en un estado de incertidumbre, miedo y falta de control quien gana es la confusión y el peligro de las redes es que inmediatamente ese tipo de noticias se hacen virales por el número de seguidores que las comparten.

"Yo me informo sobre todo por el móvil y consumo TikTok, pero sé que prácticamente toda la información que veo es falsa". Estas palabras pronunciadas por un estudiante es un testimonio compartido por muchos jóvenes que perciben la proliferación de bulos y la desinformación en las redes sociales. Estamos por tanto ante un problema que tiene que abordarse desde una edad temprana y que razonablemente afecta desde el ámbito educativo. Es por ello que ser capaces de evaluar esa información y contrastarla se convierte en un objetivo muy necesario, al igual que fomentar el pensamiento crítico si queremos conseguir una ciudadanía informada y responsable que no se preste a difundir sin pararse a pensar los efectos que puede llegar a ocasionar el no informarse responsablemente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario