En estos días en las muchas conversaciones mantenidas con amigos y compañeros estoy comprobando de nuevo la necesidad que tenemos las personas de escucharnos y poder sacar conclusiones. También por el propio proceso de las primarias del Partido ha sido algo más habitual, pero había una primera conclusión y es la de la necesidad de que el proceso de las primarias acabara cuanto antes. Lo necesitábamos y a la organización no se le podía estar haciendo lo que se le estaba haciendo. Y los militantes no podíamos estar hablando a través de una de las ventanas del mundo a voces y con descalificaciones Que acabara cuanto antes, porque el daño que se estaba produciendo estaba adquiriendo unos niveles insoportables. Y las redes sociales, que es el invento para muchos donde deben sentirse como unos reyes ante su teclado, estaban calentando y colaborando a ello. El nivel conforme se aproximaba la fecha de votación subía y subía. Y todo ante una enorme pantalla cada día más visualizada, donde la mayoría sufríamos y otros sin decir nada, tocaban las palmas.
Después de la tempestad o de la tormenta siempre llega la calma....es una frase que se utiliza mucho ante situaciones como la vivida en estos días en el seno del PSOE. En estos días había quien me recordaba algo relacionado con la frase. Parece que no pasan los días para que llegue la calma. Tantas emociones y ganas de que llegue que es como no existiera espacio para mirar la tan ansiada calma. Y está claro que algunos y algunas no lo han vivido igual. Porque se sigue demostrando la necesidad de conocer y saber de la cultura de las organizaciones para que la tempestad no consiga que nos perdamos y dejemos de tener referencias. Un deseo o una realidad ligada a la frase, pero habrá que esperar y dejar con responsabilidad que pase un tiempo para poder afrontar con todas las garantías y fortaleza lo que la militancia hemos decidido. Porque ha sido por segunda vez y ha resuelto lo mejor para el Partido. Y ante esto no cabe otra opción: respetar las decisiones porque ello sí que es cultura de organización.
Porque han sido por dos veces lo que la militancia del PSOE ha votado, y como decimos en muchas ocasiones cuando son procesos electorales, la gente no se ha equivocado. La gente ha hablado y votado. Por ello hay que respetar esa decisión. y porque así se ha querido renovando aún con más fuerza la victoria que tan sólo hace diez meses, consiguió Miguel Ángel Gallardo. Una victoria abrumadora y contundente. Superando en porcentaje y en votos lo conseguido en la vez anterior. No es sólo una victoria en las urnas, es una victoria de la responsabilidad, de la experiencia y de la forma de entender la campaña y lo que quiere la gente del Partido. Es una victoria indiscutible desde el crecimiento y el haber tenido la oportunidad en tan poco tiempo, de haber empezado a conocer más el partido a nivel regional.
Miguel Ángel Gallardo es un ganador. Creo que siempre ha sabido lo que quería hacer desde que lo conozco. Ambicioso, porque en política hay que tener ambiciones para estar y poder cambiar las cosas y ahí están posiblemente algunas razones de las victorias con mayoría absoluta en su ciudad. Ahora es un político con mucha más experiencia y que ha revalidado una victoria interna sufriendo, por lo que ha debido suponer para un Secretario General el observar y escuchar dentro de su propio Partido declaraciones más propias de la responsable de una organización adversaria. Y ha sabido actuar con mucho sentido común y mucha responsabilidad para no entrar en ese terreno de las descalificaciones. Un líder que ha entendido lo que la militancia quería y que ha sabido mirar con calma el proceso de las primarias. Y ello es una prueba de crecimiento y de ser un ganador. Tenemos un gran Partido y una militancia deseosa de iniciar el camino para recuperarse y volver a la victoria. Ahora estos momentos duros pasados nos han dejado a todos y todas un reto. El reto es volver a conseguir que el PSOE sea el partido referencia de la gente para volver a ganar en 2027.
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