Me decía una amiga hace unos días que las noticias que circulan por las redes no es sólo en muchos casos desinformación y bulos, sino que también consigue que lo que es simplemente información para que los ciudadanos estemos informados, no llegue a ser leída porque sencillamente la gente no le dedica tiempo. Es un riesgo, me decía. Porque hoy vivimos en una sociedad donde lo digital lo ha invadido todo. Lo que antes hacíamos por otros medios, hoy se puede realizar con un móvil y cada vez nos encontramos más enganchados y conectados con todo lo que nos rodea. Me está costando convencerme de esto, pero es cierto que nos están cambiando los hábitos de una información veraz y es un peligro. Está desapareciendo la lectura en el papel y ello nos lleva a leer demasiado deprisa, sin profundizar y buscar en la verdadera información una lectura para tener argumentos y una opinión sobre algo. Hagamos el ejercicio de levantar la mirada y pensar una vez leído este párrafo y pensemos en ello. Nos está sucediendo a todos.
En alguna ocasión he manifestado la necesidad de estar bien informados. Dedicarle un tiempo a observar lo que está pasando es una gimnasia para el ejercicio mental. Ayuda a conocer más lo que tenemos cerca y también lo que parece que tenemos lejos. En un paseo con unos amigos, uno de ellos me decía "No se si conseguiréis que el Ayuntamiento cambie su opinión y los criterios del #Basurazo, pero una cosa al menos ya habéis conseguido. La gente se está enterando de lo que está pasando con la campaña que estáis haciendo". Cierto es que los medios están ayudando a dar cobertura y mucha gente sabe hoy que puede reclamar y que se ha generado una cierta conciencia de que debemos hacerlo. Mi amigo Sebas conseguía que reflexionáramos en la charla que mantuvimos en el Círculo Pacense hace unos días. Si nos cobran dos veces el seguro del coche o el recibo de la luz presentamos reclamación, verdad?. Pues si nos van a cobrar dos veces por la tasa de basura, tenemos que hacerlo también!.
Por eso tenemos que ser conscientes de que si dejamos que estas cosas pasen sin hacer una reclamación estamos perdiendo el derecho que tenemos a hacernos valer. Puede que sea la resignación o incluso la indiferencia de la sociedad que está en un nivel de hartazgo cada día más grande, pero ello no nos puede dejar caer en no ejercer el derecho que tanto nos costó conseguir. A veces debemos ser más conscientes de que muchos de los problemas que tenemos es porque nosotros dejamos que pasen, por nuestro acatamiento o sumisión sin mostrar un mínimo rechazo. A mi no me gusta aquella frase que algunas veces he podido leer y escuchar: Tenemos lo que nos merecemos y que disfruten lo que han votado. ¿A dónde nos lleva esa renuncia o conformismo?. Todo puede cambiar en esta sociedad, pero tenemos que aportar cada uno la parte que nos toca para que ello pueda ser una realidad, porque una de las claves para provocarlo es compartir y hacer creer que ello no solo es posible, sino que también es necesario.
Puedo decir en los más de dos años que llevo recorriendo la ciudad y sus barrios que hay mucha gente comprometida en cambiar, en reivindicar y en exigir que los proyectos que se prometen lleguen a ser realidad. Es cierto que a veces viene un aire de desazón y cansancio por no ser escuchados por los responsables políticos del Ayuntamiento, pero son gente con compromiso y que desde el espacio del esfuerzo y del trabajo voluntario siguen luchando por mejorar la vida en sus barrios. Son gente desconocida, pero reconocida por sus vecinos. Son gente que se comprometen porque están cansados de ver injusticias y de escuchar promesas. Y que lo hacen no sólo en los grandes planes, lo hacen también con los pequeños gestos. Y los pequeños gestos tienen un valor más grande del que pensamos. Son gente con compromiso por mejorar su proyecto de vida y el de los más cercanos. Son gente que merecen el esfuerzo y el aplauso, porque están comprometidos en no dejar que la frontera social y la desigualdad siga creciendo en su ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario