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domingo, 25 de septiembre de 2011

Nada es fácil.

Es cierto que no hay nada fácil, pero también lo es que todo lo que está pasando y estamos haciendo, lo complica aún más. Es difícil en cualquier caso, pero también es cierto que nunca lo tuvimos fácil.
A veces, las cosas que queremos explicar y justificar, sucede que cuantas más veces nos esforzamos en hacerlo, más difícil resulta el creerlo. Algo parecido, aunque desde otro ámbito a una de las muchas geniales frases de Groucho Marx, cuando según parece, dijo: Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros.
Escuché en el Comité Provincial del Psoe de Badajoz a un compañero que no repite en la lista de candidatos a las próximas elecciones. Habló sobre los principios y valores; habló con mucho sentimiento de lo que nos queda; habló del regreso a los inicios; habló del regreso a poner en valor el esfuerzo y el trabajo.
De lo que nos queda...volver al Socialismo.
Nos jugamos mucho los Socialistas en las próximas elecciones. Hay mucho elector infiel como se puso de manifiesto en las anteriores elecciones; es un elector que si en alguna cosa cree es en sí mismo y por tanto, valora que se le trate con respeto, que se le atienda y se le escuche. Que no solo le cuenten, porque quiere contar y no sólo una vez cada cuatro años.
Mucho que escuchar, mucho que hacer y mucho que explicar...y muy, muy mucho que respetar.
Hay quien dice que el escepticismo nos previene sobre las limitaciones de nuestra capacidad de pensar. Nada es verdad porque ésta no existe, decían algunos filósofos.
En alguna ocasión por aquí he querido poner en valor la política. Son nuevos tiempos, que deberían abordar nuevas respuestas de los dirigentes políticos. De no ser así, las respuestas nos la van a dar los ciudadanos.
Estamos en una nueva cultura de la política y  no me estoy refiriendo a la política a través de la red. No.
Porque es cierto que nada sea fácil, no podemos quedarnos tan sólo, en no me gusta lo que ha pasado.
Preocupa y nos debería de hacer pensar, la indiferencia, porque ésta llevada hasta el extremo anula la condición de ciudadano y cuando éste ve y siente que decide...toma la decisión.
Claro que no hay nada fácil, pero no deberíamos ponerlo aún más difícil nosotros mismos.

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