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domingo, 27 de noviembre de 2016

La capacidad de ser.

Durante esta pasada semana se han celebrado los actos con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género. Es un día que tiene un sentido especial. Es un día de sensibilidad y de profundidad en el interior de cada uno de nosotros. Suele suceder siempre y sobre todo porque esto sigue sin parar. Nos reunimos, levantamos la voz, reivindicamos pactos contra todo tipo de violencias de género y esta lacra sigue...es mucho lo que hay que hacer en forma de prevención, educación, concienciación y no podemos ser cómplices, hace falta valentía y compromiso de la sociedad en su conjunto como decía el Presidente de la Junta en su intervención en la Asamblea dicho día.
La lectura de unos microrrelatos y la intervención del Presidente de la Junta el pasado viernes en la Asamblea de Extremadura nos hicieron reflexionar a todos y todas los allí presentes una vez más. Pocas cuestiones reunen la unanimidad que la denuncia de ésta sinrazón. Es un día que habrá que seguir reflexionando a diario, porque solo los argumentos de la reivindicación y de la solidaridad  no serán necesarios, aunque sí que permanentemente tendremos que ser acompañados por los mismos. Toda la sociedad será cómplice de este problema mientras siga existiendo.
La visualización de un vídeo de hace pocos días sobre la terrible agresión de un joven a su novia ha vuelto a colocar una vez más el rostro más brutal de la violencia machista. No es que por ello interioricemos aún más la gravedad del problema, pero se hace cada vez más necesario la denuncia del mismo porque la sensibilidad debe crecer. Cada vez son más los casos que desgraciadamente suceden a una edad más temprana. Así lo dicen las propias encuestas del CIS sobre la violencia y aunque haya sido un testimonio sin una muestra precisa, también lo podía comprobar en mi anterior puesto de trabajo cuando veía los expedientes sobre los casos de violencia de género en el área de justicia gratuita. Por ello y entre otras razones, sigue siendo absolutamente necesaria la denuncia por parte de la víctima o de quien conoce o sabe de la agresión.
Los microrrelatos nos ayudaron y sensibilizaron. Nos mostraron y golpearon con su lectura consiguiendo que abriéramos nuestro interior. La sensibilidad es una fuerza dentro de nosotros que nos muestra ante el mundo como somos. Como se decía en uno de ellos en el que la protagonista imagina una balanza que pesa lo perdido y lo ganado cuando ha dado el paso...y ha ganado: la capacidad de ser.







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