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domingo, 12 de febrero de 2017

Indefensión del cliente, consumidor, usuario...

Un consumidor es una persona que adquiere productos de consumo o utiliza servicios y un cliente es una persona que compra en una tienda o que utiliza con asiduidad los servicios de un profesional o una empresa. Hago alusión a estas definiciones y a este recuerdo porque los tiempos cambian, las empresas se adaptan y en un sector de nuestra economía como es el financiero hay ejemplos de abusos y no es por cuestión de los conceptos, sino porque a  pesar de la que ha caído y sigue, se reproducen comportamientos que siguen generando indefensión a las personas (se llamen clientes, consumidores, usuarios o lo que siga).
Me estoy refiriendo a que hay entidades que cuando vas con el ánimo de abrir cuenta, domiciliar nómina o recibos, formalizar planes de pensiones o imposiciones a plazo...o cualquier otro ejemplo relacionado, todo son parabienes y facilidades, acompañados de sonrisa y un estrechar la mano con las palabras de ya sabe que somos su banco y para cualquier problema estamos a su servicio.
Cada cierto tiempo hay entidades financieras (son las más grandes de nuestro país y encabezan el ranking) nos ofrecen sus servicios y nos dicen que no nos cobran comisión ni mantenimiento. Así es durante un tiempo y después cambian su política. Nos avisan y nos dicen que si no estamos de acuerdo, debemos pasar a comunicarlo o llamar a un teléfono que al final optamos por no llamar después del tercer o cuarto intento de recibir un mensaje con aquellos de "disculpe, nuestras líneas están ocupadas, en breve...".
Hace unos días he tenido de nuevo una oportunidad de comprobarlo. Me persono en el banco que tiene nombre de una capital de provincia y por seguir los consejos que me indicaban de cancelar una cuenta sobre la que me estaban cobrando comisión (una cuenta que abríó mi hija en su día para posibilidad de recibir beca de la universidad) y abrir otra en la misma entidad, me han cobrado una comisión de cancelación. Una cuenta que no tenía movimientos bancarios!!!.
Pedí de hablar con la dirección y después de indicarles que había seguido los consejos del banco me seguían diciendo que era política de la entidad y que no había otra alternativa. No sólo me enfadaron las formas y el abuso que por seguir los consejos que me habían dado estaba sintiéndome en una absoluta indefensión.
No quise insistir más y posteriormente presenté una reclamación en atención al cliente. Han pasado cinco días y no he tenido respuesta. Al final optaré por lo que les dije. No me quedarán otra alternativa, pero es indignante que cuando vas a abrir todo son facilidades y cuando vas a cerrar todo son obstáculos. Es el abuso del poder del cobro de comisiones que hace que una parte de la financiación de los bancos sean ilegales, pero que los procedimientos a sortear y los pasos  a dar a la hora de reclamar hace que muchas veces los clientes, consumidores...en definitiva las personas, quedemos en la absoluta indefensión y optemos por el silencio o el quedarnos en la soledad interior de la indignación frente al poder.
Cada vez que recuerdo que su rescate lo hemos pagado entre todos...mi indignación se dispara.


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