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domingo, 19 de febrero de 2017

Los congresos y sus procesos...

Han transcurrido los congresos de Ciudadanos, Partido Popular y Podemos. Han coincidido prácticamente los tres en cuanto a su celebración y los medios se han hecho distinto eco de cómo han culminado. Es lo normal, sobre todo teniedo en cuenta que los cambios suelen ser uno de los elementos por el que los medios de comunicación más aprecian, aparte de sus resoluciones y en su caso, el debate.
Tengo que reconocer que de los primeros bien sea por mi poco seguimiento o porque casi no ha trascendido nada no tengo nada que destacar, excepto que se han cerrado aún más en su "líder" y han abandonado un perfil un poco más progresista.
Del Partido Popular...Qué transformaciones y cambios podrían destacarse...la cierta incertidumbre de que la que acapara más cargos continuaba o no. Me pierdo la verdad, tengo que encontrar un poco de tiempo para leerme sus resoluciones y sobre todo el papel que han jugado los populares extremeños en dicho evento. Una de sus conclusiones es que dicen que ha sido el congreso de la unidad. Y puede ser esa la palabra que resuma el cónclave. Unidad en torno a un "líder" que sin tener el más mínimo desgaste, vuelve a ser el centro de todo debate. El inmovilismo de Rajoy, su "laissez faire"...ese dejar hacer, ese dejar que pase. Ahh, se me olvidaba. Los populares de aquí, se encuentran satisfechos porque hay tres extremeños en su dirección ampliada, aunque la importante, la que cuenta para Rajoy no tiene a ninguno.
En el de Podemos sí que ha habido cambios...y líos. De este sí que se se puede decir que se ha debatido. Sobre todo, debatido de personas, porque las propuestas al final se debaten y casi son aclamadas y la consecuencia es que no están en el orden de ser lo más interesante. El nombramiento del "lider" se ha resuelto por la casi unanimidad. En una plaza llamada "vista alegre2". Cambio de política no parece que vaya a ser lo más novedoso, porque seguirán anteponiendo los egos a la realidad del país. Pero así sigue su lema: sí se puede, que decían y también pidiendo la unidad. Una unidad que se ha resuelto enviando y proponiendo con el dedo al que era el número dos a unas próximas elecciones del 2019 como candidato.
Y ahora falta el del PSOE. Llevamos algunas semanas escuchando a los que hasta ahora han dicho que participarán en el proceso de primarias. Me aventuro a decir que va a ser un proceso del que espero que los apasionamientos no nos puedan y no desaprovechemos la oportunidad para construir un partido que no está pasando por su mejor momento. Es posible que si no sabemos pulsar de forma adecuada la realidad estemos perdiendo la última oportunidad de volver a ser una alternativa creíble y real de gobierno para nuestro país.
Se había puesto en cuestión de si iba a haber proceso de primarias y por tanto los militantes podríamos elegir. Una vez aclarado todo y fijadas las fechas del proceso y congreso, deberíamos ser capaces de darle sensatez y sentido común al mismo. Deberían ser los principios y los argumentos lo que se impongan en todo el recorrido precongresual.
Deberíamos profundizar en la necesidad de modelo de país. En ser capaces de hablar y resolver para los ciudadanos más que para nosotros. En volver a encontrar el camino que nos llevó a abordar los cambios que este país necesitó. Unos cambios que un periodo de crisis y una vuelta al poder de la derecha ha recortado, debilitado y destruido. Si fuimos capaces de hacerlo en una etapa de dificultad política no nos perdonaríamos a nosotros mismos el ser incapaces de volverlo a hacer por cuestiones internas porque los españoles no nos lo perdonarían.
Estamos en un proceso que será definitivo para el futuro de la única alternativa real de gobierno al PP. Quiero confiar que nos va a poder más la cabeza que el corazón, nuestro país a nuestro partido y todo ello sin perder una de las esencias y mayor valor de un socialista: la del argumento del respeto a los demás.

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