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domingo, 19 de noviembre de 2017

Se llama Mercedes, es extremeña.

Los extremeños tenemos unas características que nos identifican, que nos reconocen y que nos hacen ser conocidos. Somos gente sencilla y humildes, somos buena gente que caemos bien a todo el mundo, bien sea por nuestras formas de ser, por nuestra generosidad, y entre otras cosas porque semos asina como dijo Luis Chamizo.
El día 18 de noviembre hemos tenido oportunidad de demostrar todo ésto una vez más. Esta vez ha sido en Madrid. Hemos hecho lo que sólo hoy en día somos capaces de hacer los extremeños. Llenar la capital de nuestro país de autobuses. Extremadura ha sabido interiorizar un problema y lo ha hecho suyo. Sin colores políticos. Sólo con el calor de la gente y con su esfuerzo.
Es seguro que habrá muchas anécdotas e historias de este día. Es posible que cada uno de los que allí estuvimos podamos contar una. Había que madrugar y ante el posible lío de los autobuses, era mejor llegar a Madrid temprano y coger sitio, porque se esperaba mucha gente y se cumplió. Una hora antes de que según las previsiones empezara, la plaza de España ya estaba llena de extremeños. Al principio hacía frío, después calor y también el calor de la gente, mucha gente. Es igual lo que las cifras digan, los que allí estuvimos sabemos que Extremadura estaba allí y que éramos miles.
Y entre esos miles, allí conocí a Mercedes. Tiene 85 años y es de Serradilla. Se tuvo que ir a Madrid en el año 1963 y vive en el barrio de Aluche. Se había levantado a las 8 de la mañana porque quería estar cerca y coger buen sitio. Yo tenía como respaldo una farola. La quise compartir con ella para que se apoyara la espalda de vez en cuando. La hierba y la humedad hacía que los pies se quedaran helados, pero había que moverse bien ondeando la bandera o cantando el himno de Extremadura. Cómo cantaba, se lo sabía todo y muchas canciones que unas extremeñas de Villanueva cantaban también. Su fuerza era contagiosa. A su lado estaba otra extremeña de Casatejada, igualmente como ella. Las dos sentían y se emocionaban de vez en cuando cuando se entonaba nuestro himno.
Se acabó el acto y había que buscar algún sitio para comer. En un semáforo preguntamos a un matrimonio ya jubilados. Conocían toda Extremadura, de norte a sur. Nos dijeron que teníamos razón, que no se puede seguir perjudicando a una región tan bonita. El tren es muy necesario y lo que están haciendo con ustedes todos los Gobiernos es muy injusto. 
Hace unos días comentaba sobre el sentido de la pertenencia. Ayer en el viaje de ida y vuelta conversábamos sobre ello. Algún día se hablará de un 18 de noviembre de 2017 como una fecha donde la expresión de la contundencia de los versos de Chamizo se reprodujo en el verso de una frase. Una frase que se convirtió en un clamor de Extremadura asumiendo su historia, haciendo suyo el argumento de la unidad para reclamar lo que durante tantos años se nos había negado...
Me lo decía Mercedes...no tuvimos otra oportunidad que marcharnos, pero seguimos sintiendo a nuestra tierra, la queremos...porque semos asina.

2 comentarios:

  1. Muy bonito yo no soy asina pero me siento muy de aquí.

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  2. Con todos los medios de comunicación que hay ahora, sería el momento que la Junta se comunique con los millares de extremeños que estamos fuera, porque ese núcleo de unión debería ser más potente, así que amigo Anselmo, tu que tienes esos contactos coméntalo, si te parece bien. Un abrazo.

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